porque a juzgar por su mirada algo se traia entre manos.

Ella noto que le empezaban a brillar los ojos. ?No era extrano que pudiese notarlo?

– Buenos dias -dijo Olivia.

– ?Como te encuentras?

– Mucho mejor, gracias. Creo que me hacia falta descansar.

El asintio.

– Una conmocion requiere su tiempo.

– ?Hablas por experiencia? -inquirio ella. Pero no hubiera hecho falta, supo que si por la expresion de Harry.

– De mi epoca en el ejercito.

?Que curioso! Su conversacion era sencilla, pero no sosa. Tampoco es que ellos fuesen torpes, unicamente estaban cogiendo practica.

Y Olivia ya sentia ese cosquilleo en el estomago.

– Me he comprado otro ejemplar de La senorita Butterworth -dijo el.

– ?De veras? -Olivia se apoyo en el alfeizar-. ?Lo has acabado de leer?

– ?Ya lo creo que si!

– ?Y mejora conforme avanzas?

– Bueno, la protagonista se dedica a dar unos detalles sorprendentes de las palomas.

– No. -?Cielos! Tendria que acabar la espantosa novela. Si era cierto que la autora describia el ataque mortal de las palomas… entonces valia la pena leerla.

– No, ahora en serio -repuso Harry-. Resulta que la senorita Butterworth presencio el lamentable suceso y lo revive en un sueno.

A Olivia le recorrio un escalofrio.

– Al principe Alexei le encantara.

– De hecho, me ha contratado para que traduzca el libro entero al ruso.

– ?Me tomas el pelo!

– No. -Le dedico una mirada picara pero a la vez de orgullo-. Voy por el primer capitulo.

– ?Vaya, que emocionante! Bueno, tambien es horrible, porque tendras que leerlo a fondo, aunque me imagino que cuando te pagan por ello la cosa cambia totalmente.

Harry se rio entre dientes.

– Debo decir que, en comparacion con los documentos del Departamento de Guerra, es un buen cambio.

– Pues yo creo que preferiria traducir documentos. -Le gustaban mucho mas los datos frios y anodinos.

– Seguramente -convino el-, porque eres una mujer singular.

– Usted siempre tan adulador, sir Harry.

– Soy un erudito de la lengua, es logico.

Olivia se dio cuenta de que estaba sonriendo. Tenia medio cuerpo asomado a la ventana, y sonreia. Estaba muy a gusto.

– El principe Alexei me pagara generosamente -anadio Harry-. Cree que La senorita Butterworth sera todo un exito en Rusia.

– Desde luego Vladimir y el disfrutaron con la representacion de Sebastian.

Harry asintio.

– Eso significa que podre dejar el Departamento de Guerra.

– ?Es lo que deseas? -pregunto Olivia. Acababa de averiguar a que se dedicaba y no sabia si le gustaba o no.

– Si -contesto Harry-, aunque hasta hace unas semanas no he sido consciente de cuanto lo deseo. Estoy harto de tanto secreto. Me gusta traducir, pero si puedo cenirme a las novelas goticas…

– Novelas goticas y escabrosas -puntualizo Olivia.

– Eso es -convino Harry-. Me… ?oh! Disculpame, nuestro invitado acaba de llegar.

– Nuestro invitado… -Olivia miro a un lado y al otro, parpadeando confusa-. ?Hay alguien mas aqui?

– Lord Rudland -dijo Harry, saludando con un respetuoso movimiento de cabeza hacia la ventana que estaba debajo y a la izquierda de la de Olivia.

– ?Papa? -Olivia miro hacia abajo, sorprendida. Y quiza tambien un poco abochornada.

– ?Olivia? -Su padre se asomo a la ventana, girando torpemente la parte superior del cuerpo para verla-. ?Que haces?

– Eso mismo iba a preguntarte yo -confeso ella; el desconcierto de su voz suavizo su tono impertinente.

– He recibido una nota de sir Harry solicitando mi presencia en esta ventana. -Lord Rudland volvio a girar el cuerpo para mirar a Harry-. ?De que va todo esto, joven? ?Y por que esta mi hija asomada a su ventana como una verdulera?

– ?Esta aqui mama? -pregunto Olivia.

– ?Tu madre tambien esta aqui? -bramo su padre.

– No, solo me lo preguntaba, porque como tu si que estas y…

– Lord Rudland -intervino Harry en voz bastante alta para interrumpirlos a ambos-, me gustaria tener el honor de pedirle la mano de su hija.

Olivia ahogo un grito, luego chillo y luego se puso a dar saltos, cosa que resulto ser una mala idea.

– ?Ay! -exclamo al darse un golpe en la cabeza con la ventana. Volvio a asomar la cabeza y miro a Harry sonriente y con lagrimas en los ojos-. ?Oh, Harry! -suspiro. Le habia prometido una proposicion formal y aqui la tenia. No podria haber sido mas maravillosa.

– ?Olivia? -pregunto su padre.

Ella miro hacia abajo mientras se enjugaba los ojos.

– ?Por que me pregunta esto por la ventana?

Olivia penso en la pregunta, analizo las posibles respuestas y decidio que la honestidad era la mejor de las opciones.

– Estoy casi segura de que preferiras no saber la respuesta -le dijo.

Su padre cerro los ojos y sacudio la cabeza. Olivia habia visto antes ese gesto; queria decir que se desesperaba con ella. Por suerte para el, su hija pasaria pronto a ser responsabilidad de otro hombre.

– Amo a su hija -dijo Harry-. Y, ademas, me gusta mucho.

Olivia se llevo una mano al corazon y solto un chillido sin saber por que, sencillamente le salio, como una burbuja de alegria pura. Las palabras de Harry eran la declaracion de amor mas perfecta que se pueda imaginar.

– Es preciosa -prosiguio Harry-, tan hermosa que me duelen hasta las muelas, pero no es por eso que la amo.

No, lo de las muelas superaba a lo anterior en perfeccion.

– Me encanta que lea el periodico a diario.

Olivia bajo los ojos hacia su padre, que miraba fijamente a Harry sin dar credito.

– Me encanta que no soporte la estupidez.

Cierto, penso Olivia con una sonrisa bobalicona. Harry la conocia muy bien.

– Me encanta bailar mejor que ella.

Se le borro la sonrisa de la cara, pero tenia que reconocer que eso tambien era cierto.

– Me encanta lo carinosa que es con los ninos pequenos y los perros grandes.

«?Que?» Lo miro recelosa.

– Eso lo he deducido -confeso Harry-. Pero podria ser perfectamente.

Olivia apreto los labios para no reirse.

– Pero por encima de todo la amo -dijo Harry, y aunque tenia los ojos clavados en su padre, Olivia tuvo la sensacion de que la miraba a ella-. La adoro. Y nada me gustaria mas que ser su marido y pasar el resto de mi vida a su lado.

Olivia miro de nuevo hacia su padre. Seguia mirando fijamente a Harry con cara de absoluto asombro.

– ?Papa? -pregunto ella vacilante.

– Esto es sumamente inusual -dijo su padre. Pero no parecia enfadado, solo aturdido.

– Daria mi vida por ella -declaro Harry.

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