y una pluma de la mesita de noche.

– No era nada. Estoy bien ahora. Gracias por despertarme.

– ?Quieres volver a la cama?

El asintio. Parecia como si no hubiera hecho nada excepto dormir y comer durante el mes y medio pasado, pero no habia ningun final para su hambre o su agotamiento. Entonces otra vez, tenia veintitres anos de hambre e insomnio para compensar.

Se deslizo entre las sabanas, y entonces Wellsie se movio despacio a su lado. Su embarazo no se veia mucho si estaba de pie, pero cuando se sentaba habia una elevacion sutil bajo su camisa floja.

– ?Quieres que ponga una luz en el cuarto de bano?

El sacudio su cabeza. Eso solo le haria sentir como un mariquita, y ahora mismo su ego habia cogido todas las humillaciones que podia manejar.

– Voy a estar justo en mi escritorio del estudio, ?vale?

Cuando se marcho, el se sintio mal por ser de la clase que necesitaba ser tranquilizado, pero ahora que el panico habia desaparecido estaba avergonzado de si mismo. Un hombre no actuaba como el habia hecho. Un hombre hubiera luchado contra el demonio de pelo palido en el sueno y hubiera ganado. E incluso si hubiera estado aterrorizado, un hombre no se hubiera agachado y temblado como un chico de 5 anos cuando desperto.

Entonces otra vez, John no era un hombre. Al menos no aun. Tohr habia dicho que el cambio no sucederia hasta que estuviera mas cercano a los veinticinco, y el no podia esperar durante los proximos dos anos para pasar. Porque aun cuando ahora entendiera por que solo era 5 pies, 6 pulgadas de alto y 112 libras, todavia era resistente. Odiaba mirar su huesudo cuerpo todos los dias en el espejo. Odiaba vestir ropas de muchacho aun cuando pudiera legalmente conducir, votar y beber. Abatido ante el hecho de que nunca habia tenido una ereccion, ni siquiera cuando despertaba de uno de sus suenos eroticos. Y nunca habia besado a una mujer, tampoco.

No, el solo no se sentia del departamento masculino de alrededor. Sobre todo considerando lo que le habia pasado hacia casi un ano. ?Dios, el aniversario de aquel ataque habia pasado, verdad? Con un estremecimiento trato de no pensar en aquella sucia escalera o en el hombre que habia sostenido un cuchillo en su garganta o en aquellos momentos horribles cuando algo irrecuperable habia sido tomado de el: su inocencia violada, ida para siempre.

Forzando a su mente fuera de aquella caida en picado, se dijo que al menos ya no estaba desesperado. Algun dia, pronto, el cambiaria en un hombre.

Picaba pensar en el futuro, retiro las mantas y fue a su armario. Mientras abria las puertas de dos batientes, no estaba todavia acostumbrado a lo que se mostro. Nunca habia poseido tantos pantalones, camisas y jerseis en toda su vida, pero aqui estaban… tan frescos y nuevos, todas las cremalleras funcionaban, no faltaba ningun boton, no estaban deshilachados, ni rotos. Hasta tenia un par de Nike Air Shod.

El saco un sueter y se lo puso, luego empujo sus piernas largas y delgadas en un par de pantalones. En el cuarto de bano se lavo las manos y la cara y peino su pelo negro. Entonces se dirigio a la cocina, andando a traves de cuartos que tenian lineas limpias, modernas, pero que estaban decorados con muebles, telas y arte del Renacimiento italiano. Se paro cuando oyo la voz de Wellsie salir del estudio.

– … una especie de pesadilla. Quiero decir, Tohr, estaba aterrorizado… No, el eludio cuando le pregunte lo que era, y no le presione. Pienso que es hora de que vea a Havers. Si UAH-Hugh. Deberia conocer primero a Wrath. Bien. Te quiero, mi hellren. ?Que? Dios, Tohr, me siento de la misma manera. No se como alguna vez vivimos sin el. El es una bendicion.

John se apoyo contra la pared del pasillo y cerro los ojos. Gracioso, el se sentia de la misma manera sobre ellos.

CAPITULO 4

Horas mas tarde, o al menos parecian horas, cuando Bella se dio cuenta del sonido de la plancha de red deslizandose atras. El olor dulce de los lesser habia ido a la deriva abajo a ella, dominando el acre, humedo olor de tierra.

– ?Hola!, esposa. -Los arneses alrededor de su torso la apretaron cuando el la saco.

Una mirada a sus palidos ojos marrones y ella supo que ahora no era el momento de empujar cualquier limite. El estaba nervioso, su sonrisa le mostraba demasiado excitado. Y desequilibrarle no era bueno con el.

Justo cuando sus pies golpearon el suelo, el tiro de las guarniciones y entonces ella cayo contra el.

– Dije ?hola!, esposa.

– ?Hola!, David.

El cerro los ojos. Le gustaba cuando ella decia su nombre.

– Tengo algo para ti.

Dejo las correas sobre ella y la condujo a la mesa de acero inoxidable en el centro del cuarto. Cuando la esposo a la cosa, ella sabia que debia estar oscuro fuera todavia. El se relajaba sobre refrenarla durante el dia, cuando ella no podia correr.

El lesser salio por la puerta y la dejo abierta de par en par. Ruidos de arrastre y grunidos le siguieron y entonces volvio arrastrando a un vampiro civil grogui. La cabeza del macho colgaba de sus hombros como si estuviera sobre un gozne flojo, y lo arrastraba por los dedos de los pies. Estaba vestido en lo que habia sido unos agradables pantalones negros y un sueter de cashmere, pero ahora las ropas estaban rasgadas y mojadas de sangre.

Con un gemido ahogado en su garganta, Bella retrocedio hasta donde se lo permitio sus ataduras. No podia mirar la tortura, no podia.

El lesser forzo al macho a colocarse sobre la mesa y lo extendio sobre ella. Las cadenas fueron aseguradas con eficiencia alrededor de sus munecas y tobillos, y los eslabones fueron asegurados con clips metalicos. En cuanto los ojos brumosos del civil se clavaron en la estanteria con las herramientas, le invadio el panico. Tiro de las bandas de acero, haciendolas repiquetear contra la mesa de metal.

Bella se encontro con los ojos azules del vampiro. Estaba aterrorizado, y queria tranquilizarle, pero sabia que no era inteligente. El lesser miraba su reaccion, esperando.

Y luego saco un cuchillo.

El vampiro sobre la mesa gritaba mientras el asesino se inclinaba sobre el. Pero todo lo que David hizo fue dar un tiron al sueter del macho y cortarlo, exponiendo su pecho y garganta.

Aunque Bella trataba de luchar contra ello, la sed de sangre le revolvia el estomago. Habia pasado mucho tiempo desde la ultima vez que se habia alimentado, quizas meses, y toda la tension bajo la que habia estado significaba que su cuerpo necesitaba lo que solo beber del sexo opuesto podia darle.

El lesser la cogio del brazo y tiro de ella, las esposas se deslizaron por el carril de la mesa con ella.

– Me figure que debias de estar sedienta por ahora. -El asesino extendio la mano y froto su boca con su pulgar-. Asi que consegui esto para ti, para que te alimentes

Sus ojos se abrieron.

– Asi es. El es solamente para ti. Un regalo. Es fresco, joven. Mejor que los dos que tengo en los agujeros ahora. Y podemos mantenerlo mientras te sirva. -El lesser aparto su labio superior de sus dientes-. Maldicion… mira esos colmillos alargandose. Hambrientos, ?verdad, esposa?

Su mano la sujeto fuertemente por la nuca y la beso, lamiendola con la lengua. De algun modo ella contuvo su reflejo de morderlo hasta que el levanto su cabeza.

– Siempre me he preguntado a que se parece -dijo el, los ojos vagando por su cara-. ?Me va a excitar? No estoy seguro de si quiero o no. Creo que me gustas pura. Pero tienes que hacer esto, ?correcto? O moriras.

Empujo su cabeza abajo hacia la garganta del macho. Cuando ella se resistio, el lesser se rio suavemente y hablo en su oido.

– Esta es mi muchacha. Si hubieras ido de buen grado, pienso que le habria golpeado por celos. -El le acaricio el pelo con su mano libre-. Ahora bebe.

Bella miro a los ojos del vampiro. Oh, Dios

El macho habia dejado de luchar y la miraba, sus ojos a punto de salirsele de sus orbitas. Aunque estaba

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