Al llegar a las afueras de la ciudad noto que se sentia hambriento y penso brevemente en la conveniencia de buscar un sitio donde comer algo pero despues llego a la conclusion de que su estomago podia esperar.

A una manzana de distancia de la rampa de acceso a la carretera, se detuvo junto a la cuneta con el pulgar levantado en la esperanza de que alguien le recogiera y le llevara a Los Angeles.

A aquellas horas pasaban muy pocos vehiculos y los pocos que pasaban, tras aminorar la marcha y percatarse de su aspecto, de su largo cabello enmaranado, de su barba y su estropeada chaqueta y pantalones vaqueros, decidian no detenerse.

Al cabo de mas de una hora, un viejo Volvo conducido por un obeso universitario barbudo -hola, hermano, hola, hermano-le recogio y reanudo a toda prisa su viaje a Los Angeles.

El muchacho del volante no es que fuera precisamente muy hablador.

Tenia una 'cassette' instalada bajo el tablero de instrumentos y estaba escuchando una cinta de larga duracion de exitos de jazz.

Canturreaba y se movia y, de vez en cuando, apartaba una mano del volante y se golpeaba la rodilla siguiendo el compas.

Al llegar a la ciudad, le pregunto a Malone que a donde iba y Malone le contesto que a Santa Monica.

El muchacho dijo que el iba a Westwood y que Santa Monica casi le pillaba de paso.

A las dos menos cuarto de la madrugada, Malone descendio del vehiculo a una distancia de dos manzanas de su casa.

Caminando solo por la desierta calle en direccion a su hogar, dejo finalmente de preguntarse por que le habria Sharon perdonado la vida.

Dejo de preguntarselo porque, al final, habia conseguido dar con la respuesta. En su calidad de aficionado al cine sabia, como sabia Sharon Fields, que si esta deseaba desempenar el papel de heroina y transformar aquel oscuro episodio de su vida en una romantica historia verosimil que le hiciera soportable la vida, en aquella historia tenia que haber un heroe e incluso un anti-heroe.

Lo comprendio. Al fin y a la postre, habia resultado que ambos se parecian mucho.

Mientras se acercaba a su lugar de destino, comprendio que le quedaba por resolver otra cosa, una cosa que tenia que afrontar y reconocer.

Su experimento de alquimia no habia dado resultado. El polvo de oro de la fantasia no podia convertirse en el ladrillo de oro que exigia la realidad.

La materia de los suenos era demasiado fragil y se evaporaba y desvanecia. En resumen, que habia una frase, una cita que no deberia olvidar cuando, dentro de uno o dos dias, volviera a escribir en el Cuaderno de Notas de Adam Malone.

Se metio la mano en el bolsillo de los pantalones y suspiro aliviado.

El cuaderno de notas estaba intacto. Ah, si, la cita que tendria que anotar.

'En la vida hay dos tragedias -habia dicho George Bernard Shaw-.

Una es no ver cumplido el deseo del propio corazon.

Y la otra verlo cumplido'.

Llego a su apartamento. Le resulto agradable. Entro y se dirigio a su habitacion sabiendo que ella debia estar experimentando en aquellos instantes los mismos sentimientos que el experimentaba: sentimientos de gratitud por haber dejado a sus espaldas el doloroso, horrible y violento mundo de la realidad y haber regresado al euforico y pacifico mundo de mentirijillas, al mejor de los mundos posibles en el que sucede cualquier cosa que quieras que suceda.

“Cuaderno de notas de Adam Malone-5 de julio”: He dormido toda la manana.

Me he cortado el cabello con las tijeras. Despues me he afeitado el bigote y la barba. Vuelvo a ser el de antes.

Me he pasado una tranquila y provechosa tarde poniendome al dia en la lectura de los periodicos atrasados.

Mientras echaba un vistazo a los ultimos numeros de varias revistas cinematograficas, me ha llamado la atencion un reportaje fotografico publicado por una de ellas. Era un reportaje dedicado a un dia de la vida de una joven actriz en ascenso, una muchacha pecosa, un hermoso simbolo sexual de veintidos anos llamado Joan Dever.

No podia quitarle los ojos de encima. Es extrana, exquisita, volatil y obsesionante. En uno de los pies de fotografia se afirmaba que la senorita Dever sera la heredera de Sharon Fields en el trono de Diosa de la Sexualidad Universal.

Debo confesar que estoy de acuerdo. Me fascina enormemente esta Joan Dever.

He decidido recortar este reportaje fotografico. Y me dedicare a coleccionar otras fotografias y reportajes. Creo que merece la pena no perderla de vista.

Claro, que no dispongo de mucho sitio en el archivador. De todos modos, creo que tengo demasiadas cosas de Sharon Fields.

Puedo librarme de buena parte de ellas en cuyo caso me quedaria sitio suficiente para Joan Dever.

En este momento en que escribo, se me acaba de ocurrir una idea pensando en Joan. La idea es ?Merecera la pena que resucite para ella el 'Fan Club'? Me siento una vez mas rebosante de emocion y determinacion.

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