«Eso no ocurrira mientras yo este aqui», se prometio. El le daria un respiro durante unos meses. Solo tenia que procurar mantener a raya su nivel de dedicacion.

Lo cual era muy dificil. Como en ese momento…

– Apartate un momento, Em -le dijo. Ella necesitaba un respiro, un momento para serenarse. Quiza necesitara hacer lo que Lori estaba haciendo en ese momento: romper a llorar.

Era una forma de desahogarse muy eficaz. ?Incluso a el le iria bien soltar alguna lagrima!

– Sal y llama por radio a la ambulancia aerea -sugirio a Em-. Diles que aceleren porque el caso es urgente - necesitaban un cardiologo y cuidados intensivos-. ?Lo acompanaras en el avion?

– No puedo -fue la respuesta instintiva, pero luego reflexiono. Despues de todo, Jonas estaba alli. ?Habia otro medico para sustituirla!-. Supongo que si que puedo, si tu te haces cargo de mi trabajo… -echo una mirada a su chandal azul palido-. Es una suerte que me haya puesto algo decente para dormir. ?Le pondras la comida a Bernard? Volvere en tren por la manana.

– Ve a hacer el equipaje, Lori -ordeno Jonas-. El hospital le proporcionara a Raymond lo esencial, pero tu necesitaras ropa para cambiarte y el cepillo de dientes. Y, por supuesto, Em, le dare de comer a Bernard. Sera un placer comprobar si es verdad que esta vivo.

Lori miraba a Raymond y a Jonas sin saber que hacer. En ese momento Raymond abrio los ojos. Al ver a

Lori, movio la mano y ella la tomo entre las suyas. Asunto zanjado.

– Tienes que irte -dijo Jonas.

– Pero ?y Robby? -susurro Lori sin dejar de mirar a Ray El bebe…

Jonas suspiro. Un perro. Un bebe. ?Que mas?

– Puedo hacerme cargo -les dijo forzando un tono firme y convincente.

Era mas de lo que habia esperado. Podia arreglarselas con un perro, penso. Pero, ?con un bebe?

Em regreso al mediodia siguiente.

Estaba tan cansada por los acontecimientos del dia anterior, que durmio durante todo el viaje y no se desperto hasta que el tren entro en la estacion de Bay Beach. Cuando bajo, aun se sentia un poco aturdida y confusa.

Se sintio aun mas confundida al ver lo que la esperaba en el anden.

No solo Jonas con Robby en brazos, sino ademas, Sam, Matt y Ruby, los hijos de Anna. Y por si fuera poco, detras de ellos y erguido como no lo habia estado en anos, su querido perro, el peludo Bernard.

Jonas, rodeado por los ninos, parecia un moderno flautista de Hamelin. En el brazo izquierdo sostenia al bebe, que miraba a su alrededor con los ojos bien abiertos, interesado por todo. Ruby, de cuatro anos, se agarraba a la mano derecha como si la vida le fuera en ello. Matt, de seis anos, y Sam, de ocho, estaban desconcertados y se agarraban al pelo del perro de la misma manera que Ruby a la mano de su tio.

?Bernard estaba siendo util?

– Hola -saludo Jonas como si el recibimiento fuera de lo mas normal-. ?Has tenido buen viaje? -sonrio al ver el atuendo de Em: el mismo chandal azul de la noche anterior-. Por lo que veo, todavia vas en pijama.

Em se ruborizo.

– Yo no tengo pijamas. No hacen mas que estorbar. Y si, gracias. He tenido un viaje muy tranquilo, que es justo lo que necesitaba.

Miro a los ninos y luego a Jonas. El habia dejado de sonreir y su expresion era inescrutable. A decir verdad, tenia problemas con sus sentimientos. Em le parecia tan bonita, despeinada y con cara de sueno… Y el dichoso chandal si que parecia un pijama.

«Concentrate en la medicina», se dijo Jonas. «Concentrate en las cosas verdaderamente importantes, las que estan al margen de los sentimientos».

– ?Ray? -era una pregunta medica en una sola palabra.

– Aun esta en cuidados intensivos -el rostro de Em se ensombrecio al pensar en su paciente-. Hice bien en ir con el en el avion. Volvio a sufrir un paro cardiaco durante el vuelo,y ha sufrido algun dano.

– ?Problemas neurologicos? -«?habian acudido a el con suficiente presteza?», se pregunto Jonas. Ray habia dejado de respirar durante cinco minutos, lo suficiente para que le faltara oxigeno al cerebro. Lo suficiente para que hubiera algun dano serio.

Em estaba negando con la cabeza.

– Hay alguna cicatriz en el corazon, pero no se ve ningun dano cerebral -la expresion de Em se suavizo al decirlo-. Ha podido hablar con Lori y sabe lo que ha ocurrido. Pero supongo que tendran que hacerle un bypass como minimo. Yo se lo habia advertido desde que comence a ejercer aqui. Sus niveles de colesterol eran demasiado altos. Venia periodicamente a hacerse un chequeo. Como si, los chequeos fueran suficientes en si mismos.

– Y ahora casi lo pierde todo.

Era cierto, y la idea hizo que Em se estremeciera. Sentia una necesidad irresistible de compartir su sentimiento con Jonas. Ella, que solia ser tan reservada, pensaba que Jonas era un hombre en quien se podia confiar. ?Un amigo? O algo mas…

– Ray… Ray le pidio a Lori que se casara con el -le dijo, mirando a Jonas con los ninos y el perro. Era una escena que daria que pensar a cualquier mujer. Y tampoco sabia que pensar de lo que Jonas despertaba en ella. «Concentrate en Ray y Lori», penso-. Le habia propuesto matrimonio media hora antes de sufrir el colapso, pero Lori lo rechazo. Le dijo que primero estaban los ninos. El le habia llevado un anillo de compromiso. Lo llevaba en el bolsillo cuando tuvo el ataque y ahora Lori esta sentada a su lado en la unidad coronaria, luciendolo en el dedo como si su vida dependiera de eso.

– A veces hay que estar a punto de perder algo para darse cuenta de su valor -dijo Jonas muy serio, y Em lo miro fijamente. Algo fallaba en el tono de su voz. El tambien estaba tenso.

– ?Y Anna?

– A Anna la estan operando ahora.

– ?Oh, Jonas! ?Deberiamos estar alli con ella!

– No puedo estar en dos lugares a la vez -dijo, mirando a los ninos y sonriendo-. ?verdad, chicos? -los ninos le sonrieron-. Al irse Lori, Anna decidio posponer la operacion, pero cuando le di mi palabra de que tu y yo cuidariamos a los ninos, acepto seguir adelante.

Hizo una pausa para que Em asimilara la noticia.

– ?Nosotros? -pregunto Em con tacto.

Los peligrosos ojos de Jonas chisporrotearon.

– Tenemos una casa grande… -contesto el poniendo cara de pez, y Em tuvo que sonreir.

– ?Una casa grande? -repitio ella como si no entendiera nada. Pero entendia demasiado bien el lio que se le echaba encima.

Jonas ponia cara de inocencia y virtud.

– Es una casa verdaderamente grande -dijo con firmeza- Demasiado grande para nosotros dos y Bernard.

– ?Como lograste que Bernard se pusiera de pie?

– Lo hicieron los ninos a base de insistir. Ha resoplado mucho, pero cada vez que se sentaba, los ninos lo obligaban a ponerse de pie. Asi que ya lo sabes, lo que Bernard necesita es que le hagan caso -su expresion se ensombrecio-. Estaba seguro de que querrias cuidar de Robby. ?Como no iba a ofrecerme a cuidar de todos?

Todos. Bernard, Sam, Matt y Ruby. Casi nada. Em miro al bebe que Jonas sostenia en brazos y se le encogio el corazon. Estaba cansada y confundida. Habian pasado tantas cosas que necesitaba tiempo para reflexionar.

Pero Jonas le estaba ofreciendo a Robby para que lo tomara en brazos. Era tan pequeno, habia sufrido tantas heridas y ella lo queria tanto…

No le importaba hacerse cargo de los hijos de Anna, y no tenia mas remedio que aceptar que Jonas se quedara en su casa, pero el, pequeno Robby era otra cuestion.

Robby era… Robby era simplemente lobby.

Esa habia sido la razon por la que se lo habia llevado del hospital. El pequeno se estaba encarinando con ella y ella con el. Y ahi estaba Jonas diciendo que se habia hecho responsable de el.

?Y tambien de los hijos de su hermana!

– ?Has consultado con el director del orfanato? -pregunto ella. Supongo que la administracion tendra alguna

Вы читаете El hijo de la doctora
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×