sabia. Lo sabria siempre. No hacia falta que el se empecinara en darle la espalda a su herencia

Entro en su casa y se saco el telefono movil del bolsillo. Entonces, apreto un numero. Ya se ocuparia mas tarde del intento de envenenamiento de Pam. Primero tenia un asunto muy importante del que ocuparse.

– Hola, mama, soy; yo. Necesito tu ayuda y tambien la de Alexis y Vivian. No tenemos mucho tiempo. ?Puedes llamarlas para que esten en tu casa dentro de media hora? Tengo que llamar a Jil1 y a otras personas. Si, te lo explicare cuando llegue alli. Por cierto, ?conoces a alguien en la redaccion del periodico?

Capitulo 21

Riley se habia pasado un domingo bastante tranquilo. Gracie le habia llamado para decir que no se sentia bien y que queria descansar. Aunque habia querido ir a su casa para verla, queria que se mejorara pronto, por lo que habia decidido dejarla tranquila.

Por la tarde, se habia marchado a Santa Barbara para buscar un anillo de compromiso. Habia querido encontrar el adecuado para Gracie. Algo hermoso y especial.

Lo encontro en la cuarta joyeria a la que fue y, en aquellas momentos, estaba encima de su comoda hasta despues de las elecciones, cuando le pediria de verdad que se casara con el.

Siempre habia creido, que no se casaria. Habia dado por sentado que pasaria solo el resto de su vida. Dos meses antes, si alguien le hubiera dicho que se iba a enamorar de Gracie Landon, le habria dado un punetazo. Sin embargo, ella habia entrado en su mundo y lo habia cambiado todo.

El lunes por la manana se desperto y salio a recoger el periodico. El arresto del alcalde ocupaba la portada. Mientras leia el articulo, Riley sonrio. El podria haber perdido las elecciones pero al menos Yardley se iba a pasar una buena temporada en la carcel. Habia un articulo aparte en el que Pam confesaba haber tratado de desprestigiar a Gracie poniendole las cajas de masa en el maletero del coche. Seguramente, los buenos ciudadanos de Los Lobos se asegurarian de que Pam no volviera a vivir alli

Mientras se tomaba el cafe, penso que se marcharian todos. El echaria de menos la ciudad. Por fin, habia vuelto a sentirse como en casa alli. Sin embargo, sin el banco, no habia nada que lo atara a Los Lobos. No podia poner una plataforma de petroleo en el centro de la plaza del pueblo.

Estudio la foto del alcalde mientras la llevaban a la oficina del sheriff. Sin duda, aquella noticia le costaria algunos votos. Si Riley hubiera aceptado la proposicion de Gracie y se hubiera casado con ella, habria ganado sin duda las elecciones. Se trataba de mucho dinero, pero ella era mucho mas importante. Jamas habia estado enamorado antes y se juro que lo haria bien.

Cuando dio la vuelta a la segunda paginas estuvo a punto de atragantarse con el cafe. En lo alto de la pagina, un titular proclamaba.

?Necesito ayuda para ganar a mi hombre!

Riley lanzo una maldicion. ?Que habia hecho Gracie? Examino rapidamente el texto. Era una carta dirigida a la ciudad.

Queridos habitantes de Los Lobos:

Soy yo, Gracie. Se que la mayoria de vosotros me recordais por los articulos en el periodico, tanto hace catorce anos como mas recientemente, en los que se hablaba de mi amor por Riley Whitefield. Todos pudisteis seguir la historia de mi amor no correspondido y sentisteis mi dolor cuando esta termino con la boda de Riley con otra mujer.

Lo que ocurre ahora es que sigo enamorada de Riley y quiero casarme con el. ?Sabeis la mejor parte? El tambien me ama, pero tiene la alocada nocion de que no me puede pedir que me case con el hasta despues de las elecciones.

Riley es un hombre fantastico. Sera estupendo para esta ciudad y sinceramente, quiero que se quede aqui… en Los Lobos. Sin embargo, para que eso pueda ocurrir, necesito vuestra ayuda. Necesito que voteis por Riley en las elecciones de manana. Siempre os habeis sentido orgullosos de que era capaz de amarlo con todo mi corazon. Eso no ha cambiado. Esta vez lo unico diferente es que me gustaria que vosotros formaseis parte de esta historia de amor. Voy a dar el mayor paso de mi vida y no puedo hacerlo sin vosotros. Si os apasiono alguna vez la historia de Riley y mia; os pido que voteis por el manana.

Gracias. Gracie.

Riley leyo la carta das veces. Entonces, dejo su cafe en la encimera y tomo el telefono. Por supuesto, Gracie no respondio.

Cinco minutos mas tarde estaba vestido y saliendo de la casa. Mientras se dirigia a la de Gracie, vio cientos de poster y carteles por todas partes. En ellos decia: Gracie os pide el voto para Riley.

Llego a su casa en un tiempo record, pero ella no estaba alli. Se dirigio a la casa de su madre, pero tampoco tuvo suerte. Entonces, se marcho al banco. ?Seria posible que hubiera sida capaz de hacer algo asi y marcharse de la ciudad?

Mientras se dirigia al banco, vio un enorme cartel que colgaba del viejo edificio. En el, Gracie tambien pedia el voto para el. En la entrada, le estaban esperando todos sus empleados, junto con Zeke, la madre y las hermanas de Gracie y la propia Gracie.

Ella se le acerco al coche y se quedo esperandolo en la acera.

– ?Que te parece? -pregunto ella, algo nerviosa.

– Que estas loca.

– ?En un sentido de la palabra bueno o malo?

– ?Es que hay una diferencia?

– Claro. He estado loca antes, cuando te acose. Me gustaria pensar que he cambiado.

– No cambies por mi -dijo el, tomandole las manos entre las suyas-. Me gusta todo loque haces. ?Por que has hecho esto? -le pregunto, senalando el cartel.

– Porque quiero que seas alcalde. No se trata del dinero. Se que puedes hacer un buen trabajo y que podriamos ser felices aqui. Se que me amas, Riley. No tienes nada que demostrarme. Siempre has sido un hombre mucho mejor de lo que tu te crees.

Riley la estrecho entre sus brazos y la abrazo. Experimento una serie de sentimientos que jamas habia sentido antes.

– Te amo. Quiero que lo sepas.

– Lo se.

Riley la miro y sonrio,

– Te he comprado un anillo.

Riley la beso y escucho vitores a su espalda.

– Creo que he perdido mi autoridad con mis empleados.

– No lo creo. Se esforzaran mas porque te aprecian.

Riley volvio a besarla y aspiro su aroma.

– Casate conmigo, Gracie. Casate conmigo y deja que cuide de ti. Dejame amarte y demostrartelo cada dia.

Gracie lo miro a los ojos y sonrio.

– Solo si me dejas que te corresponda.

– Siempre… Ya no hay mujeres de usar y tirar para mi. Me he enamorado de Gracie.

Epilogo

Celebraron una cena en el restaurante mexicano de Bill porque estaban en Los Lobos y no habia otro lugar

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