Parecia aterrorizada. David se irguio en el asiento.

– ?Que ocurre? ?Estas bien?

– No lo se. Creo que si, pero alguien ha intentado quitarme a Natasha y… -un sollozo ahogo el resto de la frase.

– ?Que dices? ?Que ha ocurrido?

– Fue un hombre. Me estaba hablando, pero yo no entendia nada de lo que me decia y entonces, intento agarrar a la nina -dijo y comenzo a llorar-. David, intento quitarmela de los brazos. No lo entiendo. Tienes que sacarme de aqui. No es seguro.

David no supo si se referia al hotel o al pais.

– ?Donde estas ahora?

– En el hotel.

– Quedate ahi. Voy a llamar a la recepcion para asegurarme de que vigilen a todo el que entre o salga. Dame diez minutos para resolver las cosas aqui e ire directamente al hotel. ?Estaras bien?

– Si, creo que si.

Despues de colgar, David llamo a la recepcion del hotel, termino de revisar los informes rapidamente y llamo a Ainsley, una de sus agentes.

– Quiero que me confirmes un par de cosas sobre el mercado negro de ninos -le dijo-. Nunca secuestran a ninos que estan en proceso de adopcion, ?verdad?

– No -respondio Ainsley-. Supongo que no quieren ese tipo de problemas. Normalmente, los bebes que secuestran son demasiado pequenos como para que haya empezado el proceso. ?Por que?

– Alguien a quien conozco esta adoptando a un bebe. Creo que tiene unos cuatro meses. Mi amiga dice que han intentado quitarsela de los brazos.

– No lo habia oido nunca. ?No cabe la posibilidad de que fuera un atraco y su amiga se confundiera?

– Voy a indagarlo. Gracias por la informacion.

– De nada.

David se marcho al hotel. Liz abrio enseguida la puerta de la habitacion.

– Has venido -dijo, mientras se abrazaba a el como si de ello dependiera su vida-.Tenia miedo de que hubieras pensado que estaba loca, o muy nerviosa y me hubiera imaginado cosas.

El la abrazo con fuerza y disfruto del contacto con su cuerpo. Entonces se recordo que aquella no era una visita de placer y se retiro.

– Lo que pienso es que alguien te ataco y que ahora estas asustada -le dijo. Entro en la habitacion y le hizo unas cosquillas a Natasha, que estaba sobre la cama. La nina se rio al verlo y extendio los brazos hacia el. Despues, David se volvio hacia Liz-. Empieza por el principio y cuentame lo que ocurrio. Quiero saber todo lo que puedas recordar.

Mientras hablaba, Liz caminaba por la habitacion, cruzandose y descruzandose de brazos.

– Era un hombre alto, de unos treinta anos. Estaba muy sucio y tenia el pelo largo y los ojos oscuros. No se habia duchado desde hace anos.

Ella le explico el encuentro con todo detalle y le refirio lo que le habia dicho el hombre. David hizo que se lo explicara todo por segunda vez, mientras tomaba notas en el cuaderno que siempre llevaba en el bolsillo. Despues repaso con ella las notas y cuando Liz termino, el hizo que se sentara en la unica butaca que habia en la habitacion. Se agacho ante ella y le tomo la mano.

– Ahora respira profundamente. La nina y tu estais bien.

Ella asintio.

– Estoy empezando a sentirme mejor.

– Eso es un comienzo. He estado investigando un poco antes de venir aqui. En Moscu hay un mercado negro de ninos, pero se dirigen principalmente a ninos mucho mas pequenos que Natasha, de solo unas semanas de edad. Ademas, nunca se han llevado a un nino cuyo proceso de adopcion ya hubiera comenzado.

– Entonces, ?que queria ese hombre? ?Era el padre de Natasha?

– No es probable. Ella ha estado en el orfanato desde que tenia un par de dias. Si su padre hubiera querido reclamarla, solo habria tenido que ir alli y llevarsela. Supongo que ese tipo seria un delincuente de poca monta que se imagino que podria llevarse a la nina y pedir un rescate por ella. Me has dicho que lo primero que te pregunto fue si eras americana. La mayoria de la gente supone que los turistas norteamericanos son ricos.

Liz apreto los labios.

– Quiza.

El no la culpaba por resistirse a creer su version. En el fondo, tenia el presentimiento de que estaba ocurriendo algo mas, pero no sabia que. Habia miles de bebes abandonados en Moscu. ?Por que habian elegido a aquella nina?

David miro su reloj.

– Voy a ir al orfanato a hablar con la gente de alli.

– Maggie se queda hasta las cinco -le dijo Liz-. Tenia una reunion antes, asi que todavia estara alli.

– Bien. Hablare con ella tambien. Quiza haya alguna informacion interesante en el expediente de Natasha. ?Estaras bien?

– Si. Estoy bien.

Sin embargo, era evidente que estaba muy asustada.

– Volvere cuando haya terminado.

– No -respondio Liz y le solto la mano-. Si averiguas algo muy importante, quiero saberlo, pero de otro modo yo me las arreglare -le dijo y sonrio debilmente-. Cabe la posibilidad de que reaccionara desproporcionadamente ante lo que ocurrio, ?no? Creo que tu version de la americana rica tiene sentido. Los otros padres estan en este piso tambien, asi que me siento segura en la habitacion.

El se incorporo y la miro.

– ?Estas segura? No me importa volver.

– Ya has hecho demasiado por mi, David. No quiero que pienses que soy una inutil.

– No lo eres.

– Entonces, deja que te lo demuestre -le pidio ella y le beso la mejilla-. Gracias por tu ayuda.

El la miro a los ojos, intentando convencerse de que Liz estaria bien sola.

Ella lo empujo suavemente hacia la puerta.

– Vete. Haz tu trabajo de espia. Nos veremos manana.

David asintio.

– Llamame si empiezas a preocuparte. Tienes el numero de mi apartamento -se dio la vuelta para marcharse-. Estaremos en contacto -anadio.

Sophia se detuvo a la salida del edificio de su apartamento. Eran casi las cinco de la tarde, e incluso su callejon estaba lleno de gente y de coches. En aquella epoca del ano, todavia quedaban varias horas para que anocheciera y los residentes aprovechaban aquella ventaja para hacer recados y visitar a los amigos.

Sophia no queria salir de su casa, pero no le quedaba mas remedio. El dia anterior se habia quedado sin comida. Aunque habia aguantado todo lo que habia podido, finalmente el hambre la habia empujado a salir.

El la estaria buscando. Ella lo sabia. Lo que no sabia era como mantenerse a salvo. No tenia adonde ir, ni nadie a quien acudir.

Habia recibido el primer mensaje casi una semana antes, diciendole que habia llegado el momento. La pareja americana rica habia entregado el dinero y querian el bebe que habian elegido. Vladimir Kosanisky le habia dicho que le entregara a Natasha hacia dos dias y ella no lo habia hecho.

Kosanisky no sabia que ella habia dejado a Natasha en el orfanato cinco dias despues de su nacimiento. Sophia no queria deshacerse de su bebe, pero no sabia como podria conseguir que estuviera segura. Cuando Kosanisky habia insistido en que le diera fotografias de la nina, Sophia habia obedecido. Habia tenido la esperanza de que Natasha fuera adoptada y de que estuviera fuera del pais antes de que su jefe la reclamara. Pero aquello no habia ocurrido.

Sophia se habia quedado muy asombrada al enterarse de que en el mercado negro de ninos, los bebes eran mucho mas pequenos que los que se adoptaban legalmente. Afortunadamente, la primera pareja que se habia interesado en Natasha no habia podido reunir el dinero que les habia pedido Kosanisky. Entonces el se habia

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