Mas tarde, aquella misma semana, Julie paso por casa de su madre. Eran casi las nueve, pero no habia podido salir antes de trabajar. Aun asi, su madre le habia dicho que se pasara a cualquier hora antes de las diez, de modo que Julie le habia tomado la palabra.

Aparco en el camino de entrada y camino hasta la puerta trasera. Llamo y entro.

– Soy yo -dijo antes de dejarse llevar por el olor a chocolate caliente-. ?Que es eso?

Su madre levanto la cabeza del molde que tenia delante y sonrio.

– Llegas en el momento justo. Los brownies estan lo suficientemente frios para servir. Se que quieres uno.

– Me muero de hambre -dijo Julie.

– ?No has cenado? -pregunto su madre, mirando el reloj que habia sobre los fogones.

– No. Queria, pero he estado ocupada. Luego he venido directa aqui. Tomare algo cuando llegue a casa.

– Julia Marie Nelson, sabes lo que te conviene. Estas embarazada. No puedes ir por ahi saltandote las comidas.

– Mama, ya se que necesito comer regularmente. Lo llevo bien. Pero esta noche se me ha pasado. Lo hare bien.

– De acuerdo. Olvidate del brownie. Te preparare algo de cenar primero. Tengo lasana -dijo su madre, abriendo la puerta del frigorifico.

– ?Tuya o de Willow?

– De Willow. De verduras.

– Me gustaria algo con carne. ?Tienes otra cosa?

– Queda asado del domingo. ?Te apetece sandwich y ensalada?

– Genial.

Mientras su madre sacaba ingredientes del frigorifico, Julie saco un plato, una servilleta y un cuchillo.

– Sientate -dijo su madre-. Te llevare el sandwich.

– Mama, estoy embarazada, no me estoy muriendo.

– Lo se, pero a veces me gusta malcriar a mis hijas.

Como le dolian los pies y la espalda, Julie decidio no insistir y se sento en un taburete junto a la encimera. Una version en miniatura de la moderna cocina de Ryan.

Ryan. Solo con pensar en el, sonreia. No lo habia visto desde el domingo, cuando habian hecho el amor en el desvan. Ese inesperado acontecimiento habia sido seguido por una velada en casa de ella que se habia alargado hasta el amanecer. Cuando Ryan se marcho, Julie tuvo que contener las ganas de decirle que debian repetir aquello. No porque no quisiera, sino porque estaba confusa.

Su vida habia cambiado completamente. No sabia lo que estaba ocurriendo con el ni lo que ella queria que ocurriese.

– ?Has ido al medico? -pregunto su madre.

– Tengo la primera cita la semana que viene. Ire a la misma ginecologa a la que siempre he ido. Me gusta y he oido que se porta genial durante todo el embarazo.

– ?Ryan va a ir contigo?

Una pregunta interesante.

– No se. No se lo he preguntado.

– Deberias -le dijo su madre-. Parece un joven agradable -Naomi se detuvo-. Dime que no acabo de decir eso. ?Joven agradable? Sueno como mi madre. jPeor! Sueno como su madre.

Julie se rio.

– No pasa nada. No le dire a nadie que chocheas.

– Si yo chocheo, ?entonces tu abuela que es?

Julie vacilo un instante.

– No es la persona mas simpatica del planeta.

Naomi termino con el sandwich. Abrio un envase de plastico y volco una ensalada ya preparada en un cuenco.

– ?Que quieres decir? Pense que te caia bien tu abuela.

– No la conozco -dijo Julie-. Da un poco de miedo. Al principio pense que todo eso de casarse con su sobrino era encantador, pero, cuando realmente analice sus palabras, me di cuenta de que daba un poco de miedo. No puede controlarnos con dinero.

– No creo que estuviera intentando hacerlo. Era su manera de conectar dos familias. Si te hubiera pedido sin mas que conocieras a Todd, ?habrias aceptado?

– Probablemente. Solo para ser amable.

Por supuesto, sin el millon de dolares en juego, Todd no se habria acobardado y Ryan nunca habria entrado en escena. De modo que ella habria salido con Todd, habria sido agradable y la cosa habria acabado de forma muy distinta. ?Cuanto tiempo habria pasado hasta que hubiera conocido a Ryan?

Se quedo sorprendida por el panico que sintio. Como si no conocer a Ryan hubiera sido algo horrible.

No queria pensar en eso, de modo que saco un tema mas seguro.

– La abuela nos invito a Ryan y a mi hace poco -dijo-. Queria saber como habia acabado teniendo una cita con el en vez de con Todd y si tenia intencion de salir con el en el futuro.

– Siempre le ha encantado entrometerse -dijo su madre con un suspiro.

– Aparentemente. No se lo que le ha pasado en su vida, y estoy segura de que es una persona adorable, pero me cuesta aceptar lo que te hizo. Tenias diecisiete anos, mama. Te dio la espalda.

– No es su culpa -dijo Naomi, colocando la comida frente a ella-. Decepcione a mis padres.

– Decepcionarlos, si. Pero no te convertiste en asesina ni nada. Eres su unica hija. Entiendo que tuvierais una pelea, que no os hablarais durante un tiempo, ?pero veintiseis anos? Eso es excesivo.

– Fraser era un hombre dificil -murmuro Naomi.

– Me parece un tirano. Pero hay una cosa que no entiendo. Por lo que he visto, Ruth es una mujer muy fuerte. Si eso es cierto, podria haberse enfrentado a el e insistido en ver a su hija -Julie le acaricio el brazo a su madre-. Hiciste un trabajo increible con nosotras. No lamento nada de nuestra infancia. Pero me pone histerica que tuvieras que trabajar tan duro y sufrir tanto y que ellos estuvieran a tan solo unos kilometros de distancia y nos ignorasen.

– Yo no habria aceptado nada de ellos.

– No estoy hablando de dinero. Te hubiera venido bien alguien con quien hablar o que hiciera de canguro para que tu pudieras entretenerte.

– Adoro a mis hijas y estoy muy contenta con mi vida -dijo su madre con una sonrisa.

– Me alegro. Pero no comprendo a tu madre. No se si es una victima o el diablo.

– No es el diablo.

– Quiza. Pero tiene que aceptar la responsabilidad de sus acciones, o de la falta de acciones. Todos lo hacemos.

– ?Incluso yo? -pregunto su madre.

– ?Que quieres decir? ?Por marcharte con papa? Mama, tenias diecisiete anos. Se te permitia ser impulsiva.

– No me refiero tanto a eso como a lo que ha ocurrido desde entonces. Se que no apruebas mi conducta.

Julie dejo su sandwich. De pronto no tenia tanta hambre.

– Mama, te quiero y solo deseo que seas feliz. Mi deber no es aprobar ni desaprobar. Has tomado tus decisiones.

– Las cuales no comprendes.

– No. Es mi padre y lo quiero. Pero no puedo perdonarlo. No tiene derecho a aparecer y a desaparecer de nuestras vidas a su antojo. La familia es algo mas que eso. Se trata de aceptar las responsabilidades.

– El nos quiere.

– Tiene una manera curiosa de demostrarlo -murmuro Julie- No puedo soportar cuando aparece y tu eres feliz. Se lo que viene despues. Se queda el tiempo suficiente para que volvamos a creer en el, pero luego se va. Te rompe el corazon una y otra vez y tu se lo permites.

– Es un buen hombre y un buen padre.

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