—Todavia no —respondio Brun.

—?Se ha buscado?

—Oh, si. En todas las trayectorias posibles.

—Supongo que se les habra ocurrido que un desertor podria intentar simular su propio asesinato o suicidio, para librarse de ser perseguido.

—Podria haber pensado eso —dijo Brun—, pero vi el suelo de la bodega de carga. Nadie podria perder tanta sangre y vivir. Debia de haber tres o cuatro litros como minimo.

Miles se encogio de hombros.

—El primer paso en una preparacion crionica de emergencia es quitarle la sangre al paciente y sustituirla por criofluido. Eso puede dejar facilmente varios litros de sangre en el suelo, y la victima…, bueno, vivir potencialmente.

Habia tenido una experiencia personal del proceso, o eso le habian dicho Elli Quinn y Bel Thorne despues, en aquella mision de la Flota de los Dendarii Libres que salio desastrosamente mal. Cierto, no recordaba esa parte, a pesar de la vivida descripcion de Bel.

Brun alzo las cejas.

—No habia pensado en eso.

—Se me acaba de ocurrir —dijo Miles, como pidiendo disculpas. «Podria ensenarte las cicatrices.»

Brun fruncio el ceno, y luego nego con la cabeza.

—No creo que hubiera habido tiempo antes de que los miembros de seguridad de la Estacion llegaran al lugar.

—?Aunque hubiera una criocamara portatil preparada?

Brun abrio la boca y luego la volvio a cerrar. Finalmente, dijo:

—Es un planteamiento complicado, senor.

—No insisto —dijo Miles tranquilamente. Considero el otro extremo del proceso de criorresurreccion—. Pero me gustaria senalar que hay otras explicaciones para varios litros de sangre fresca de una persona, ademas del cadaver de la victima. Como un laboratorio de resurreccion o un sintetizador hospitalario. El producto sin duda apareceria en un estudio de ADN. Ni siquiera se podria considerar un falso positivo, exactamente. Pero un laboratorio de bioforenses detectaria la diferencia. Los rastros de biofluido tambien serian obvios, si a alguien se le ocurriera buscarlos. Odio las pruebas circunstanciales —anadio con tristeza—. ?Quien hizo la comprobacion de la sangre?

Brun se agito, incomodo.

—Los cuadrumanos. Les entregamos el escaner del ADN de Solian en cuanto desaparecio. Pero el oficial de relaciones de seguridad de la Rudra ya habia llegado entonces: estaba alli en la bodega, observando a sus tecnicos. Me informo en cuanto el analizador aviso de que la sangre encajaba. Por eso me acerque a verlo con mis propios ojos.

—?Recogio otra muestra para hacer una segunda comprobacion?

—Yo… creo que si. Puedo preguntarle al cirujano de la flota si recibio una muestra antes de que, hum, los acontecimientos nos desbordaran.

El almirante Vorpatril parecia desagradablemente sorprendido.

—Pense que el pobre Solian habia sido asesinado. Por algun… —guardo silencio.

—No me parece que esa hipotesis pueda descartarse todavia —lo consolo Miles—. En cualquier caso, usted lo penso sinceramente en ese momento. Que su cirujano examine las muestras mas concienzudamente, por favor, y que me informe.

—?Y a Seguridad de la Estacion Graf tambien?

—Ah… mejor que no.

Aunque los resultados fueran negativos, la investigacion solo serviria para levantar mas sospechas de los cuadrumanos respecto a los de Barrayar. Y si eran positivos… Miles queria pensarselo primero.

—En cualquier caso, ?que paso luego?

—El hecho de que Solian fuera el encargado de seguridad de la Flota hace que su asesinato… su aparente asesinato, resulte especialmente siniestro —admitio Vorpatril—. ?Intentaba regresar a la nave con algun tipo de advertencia? No podiamos saberlo. Asi que cancele todos los permisos, pase a estado de alerta, y ordene que todas las naves se alejaran de los puntos de atraque.

—Sin ninguna explicacion del porque —intervino Molino.

Vorpatril se lo quedo mirando.

—Durante una alerta, un comandante no se para a explicar sus ordenes. Espera que sean obedecidas al instante. Ademas, por la manera en que ustedes se habian estado comportando, quejandose por los retrasos, no me parecio que tuviera necesidad de repetirme. —Un musculo dio un tiron en su mejilla; inspiro, y regreso a su narracion—. En este punto, sufrimos una especie de ruptura de comunicaciones.

«Aqui viene la pantalla de humo, por fin.»

—Teniamos entendido que una patrulla de seguridad compuesta por dos hombres y enviada a reemplazar a un oficial que se retrasaba en presentarse…

—?El alferez Corbeau?

—Si. Corbeau. Teniamos entendido, en ese momento, que la patrulla y el alferez fueron atacados, desarmados y detenidos por los cuadris. La verdadera historia, tal como se vio mas tarde, fue mas compleja, pero eso fue lo que tuve que dilucidar mientras trataba de sacar a nuestro personal de la Estacion Graf y prepararme para cualquier contingencia hasta la evacuacion inmediata del espacio local.

Miles se inclino hacia delante.

—?Creyo que eran unos cuadris cualesquiera los que atraparon a sus hombres o entendio que eran de Seguridad de la Estacion?

A Vorpatril no llegaron a rechinarle los dientes, pero casi. A pesar de todo, respondio:

—Si, sabiamos que eran de seguridad.

—?Le pidio consejo a su oficial juridico?

—No.

—?Ofrecio voluntariamente su consejo el alferez Deslaurier?

—No, milord —consiguio susurrar Deslaurier.

—Ya veo. Continue.

—Le ordene al capitan Brun que enviara una patrulla de asalto en represalia; tres hombres para controlar una situacion que considere letalmente peligrosa para el personal de Barrayar.

—Armados con algo mas que aturdidores, tengo entendido.

—No podia pedir a mis hombres que se enfrentaran a tantos solo con aturdidores, milord —dijo Brun—. ?Hay un millon de mutantes de esos ahi fuera!

Miles enarco las cejas.

—?En la Estacion Graf? Crei que la poblacion residente estaba en torno a los cincuenta mil. Civiles.

Brun hizo un gesto impaciente.

—Un millon contra doce, cincuenta mil contra doce… No importa, necesitaban armas de disuasion. Mi patrulla de rescate necesitaba entrar y salir lo mas rapidamente posible tras tratar con la minima resistencia o los minimos argumentos posibles. Los aturdidores son inutiles como armas de intimidacion.

—Un argumento con el que estoy familiarizado. —Miles se echo hacia atras y se froto los labios—. Adelante.

—Mi patrulla llego al lugar donde nuestros hombres estaban siendo retenidos…

—El Puesto de Seguridad Numero Tres de la Estacion Graf, ?no es asi? —interrumpio Miles.

—?Si?

—Digame… En todo el tiempo que la flota lleva aqui, ?ninguno de sus hombres de permiso ha tenido ningun encontronazo con los de seguridad de la Estacion? ?Ningun borracho, ningun desorden, ninguna violacion de seguridad, nada?

Brun, con cara de que le estuvieran sacando las palabras de la boca con tenazas dentales, dijo:

—Tres hombres fueron arrestados por los agentes de seguridad de la Estacion la semana pasada por hacer carreras de sillas flotantes de manera peligrosa mientras estaban borrachos.

—?Y que les sucedio? ?Como resolvio el asunto el consejero legal de su flota?

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