cocinero italiano dando el visto bueno a la pasta.

– Igualmente, senora. Usted tambien se ha venido muy linda.

– ?Que tomas?

– Otro como el tuyo.

– ?Pedimos algo para acompanar?

– Livianito. Estoy cuidandome. Te robo de lo que pidas.

– Mucha dieta, mucha pinta. ?En que andas?

– ?Yo? ?Por que?

– Porque hacia anos que no te veia cuidarte.

– Ya era hora, ?no?

– ?Por supuesto! Me parece genial, pero a tu amiga, ?no vas a contarle?

Diana sonrio con picardia. Se ajusto un aro.

– Gaby te manda carinos.

Mercedes fruncio la boca para manifestar que entendia aquella evasiva.

– ?Como la encontraste?

– Un poco mas gordita, enigmatica.

– ?Y eso?

– Fue un regreso a lo loco, como todo lo de ella. No me preocupe demasiado, al principio. Vos sabes que es una atolondrada. Hablamos bastante y me conto cosas que…

Mercedes se puso en actitud de escucha, como quien esta a punto de asistir a la mayor de las revelaciones, pero Diana, en lugar de sentir hospitalidad en la atencion de la otra, previo la cuota de morbo que hay en toda inquietud por una historia ajena.

– Nada importante, pero me gustaria verla mas contenta.

– ?Se queda? -insistio Mercedes.

– Dice que hace un tramite y se vuelve. Aunque, vos la conoces, en un tris cambia de idea.

– ?Y la beca?

– Ah, eso marcha bien. Ha hecho buenos contactos. Parece que hay una posibilidad de que viaje a Estados Unidos. La quieren en una Universidad de Arizona. Logico. Es joven, inteligente…

– Soltera, sin hijos -completo Mercedes con la suspicacia de quien entiende mas alla de las palabras. Observo el efecto que esta apreciacion produjo en su amiga.

Diana se refugio en la contemplacion de la pareja que se prodigaba arrumacos en el rincon oscuro. El le torneaba el pelo y le decia algo que ella respondia con un pie por debajo de la mesa. Sonreian, bobalicones, y el mundo se pulverizaba afuera. Mercedes los miro y ambas compartieron por unos segundos la deleitosa indiscrecion de meterse en un mundo al que no habian sido convidadas.

– Lindo.

– ?Pff! Por lo que les va a durar -dijo Mercedes con todo el desprecio que rescato de su sensibilidad lastimada-. No tengo que decirte como funciona esto, ?no? Al principio, puras mieles. Pero despues llega un momento en que… -volvio a mirarlos; esta vez, con pena- esa luz se apaga.

– Parece que si -contesto Diana, aunque hubiera querido decir otra cosa-. ?Como va Lucio?

– Divino. Divino inutil, al santo boton.

– ?Mercedes! ?No hables asi!

Mercedes sintio el llamado de atencion y torcio la conversacion de la mejor forma posible, que es hablando de otros.

– Bueno, pero me contabas de Gabriela.

– ?Sabes que pensaba? Le vendria bien conocer a un hombre. ?Ojo! No hablo de relaciones formales, pero un tipo cama afuera, que la haga sentir bien… -mientras hablaba, Diana volaba hasta su amante cibernetico.

Mercedes aprovecho la distraccion para estudiarla y confirmar sus sospechas. De pronto, abrio desmesuradamente los ojos y casi grito:

– ?Bruno! ?Te acordas de Bruno?

Diana puso cara de no entender, pero Mercedes ya se deshacia en explicaciones como si hubiera estado tramando aquello por anos.

– Es un amoroso, buena gente. No es un dios que digamos, no, pero… -midio las palabras- tampoco esta mal.

– Lo conozco de nombre, nada mas. Pero, sos una chiflada.

– Y, ?por que no?

– Porque esas cosas no se fuerzan.

– Pero si no vamos a meterle a tu hermana en la cama. Lo unico que vamos a hacer es presentarlos. Pensa. ?Cuantas probabilidades hay de que se conozcan? Cero. O sea, nosotras les torcemos un poco el destino, los cruzamos, ?se entiende? Y despues, si enganchan o no, Dios dira.

Ahora Diana estaba seria y seguia con atencion a su amiga.

– Pero Bruno es casado, ?no?

– Era, nena, era. Divorciandose y con un bajon de novela.

– No, Mercedes, ni lo suenes. Gaby no necesita ser pano de lagrimas.

– ?De que hablas? La depre es porque los tramites del divorcio estan enloqueciendolo, nada mas. Por otra parte, haberse librado de la mujer fue lo mejor que hizo. El drama no viene por ahi. Hace tiempo que anda a los tumbos; ha salido con varias, pero no cuaja. Lo se porque Lucio es muy amigo. El dice que lo que pasa es que Bruno es un tipo fino y esta harto de que lo quieran cazar. Gaby me parece ideal. Sobre todo, si tiene planes de volver a Lima.

– ?Y que ganariamos con presentarlos, si despues se van a separar?

– ?Ay, Diana! ?Por favor! Con ese criterio nadie deberia conocerse. Que la pasen bien por un tiempo. Da igual si es un mes o diez anos. Ningun amor es eterno -la miro con estudiado recelo-. Decime, ?cuanto darias por unos dias de felicidad?

De: Granuja

Para: Diana

Enviado: miercoles 16 de julio de 2003, 16:32

Asunto: un poema

Diana querida, no soy bueno para escribir poesia, pero hoy estuve hojeando un libro y encontre algo que me hizo pensar en vos. Es de Idea Vilarino, a ver si te gusta:

“Donde el sueno cumplido

y donde el loco amor

que todos

o que algunos

siempre

tras la serena mascara

pedimos de rodillas”

Ojala no te haya parecido cursi de mi parte. A mi me encanto. Mas tarde te escribo, linda. Haceme una sonrisita, dale.

G.

De: Diana

Para: Granuja

Enviado: miercoles, 16 de julio de 2003, 16:55

Asunto: No se…

…si alguien me mando un poema alguna vez. No me acuerdo y eso me pone triste. Porque alguien tendria

Вы читаете Desde las cenizas
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×