diferencias en cuanto a la oferta de servicios, trabajo y diversion. Ademas, a Visby solo se podia llegar en barco o en avion. Se preguntaba quienes eran esas dos mil personas adineradas que vivian dentro de la zona amurallada y podian permitirse pagar esos precios exorbitantes, al menos para un isleno medio. Los propios residentes, con salarios normales, no podian ni sonar con vivir en el centro, a no ser que hubiesen heredado una vivienda.

Johan habia estado destinado en Gotland desde el 1 de mayo y hasta ahora no le habian faltado ideas para sus reportajes. El desempleo era un gran problema en la isla. A lo largo de los ultimos anos varias empresas grandes habian reducido sus plantillas o habian echado definitivamente el cierre. Algunas habian trasladado su produccion fuera de Gotland. El ultimo golpe duro fue la decision del Gobierno de desmantelar la P18, la antigua base militar, medida que formaba parte de la gran ola de recortes en defensa que asolaba el pais.

Pero ahora, Pia y el llevaban varios dias sin que se les ocurriera ningun tema para un reportaje y Johan sentia claramente la presion de Grenfors desde Estocolmo.

Cuando sono el telefono, lo cogio sin mucho entusiasmo.

Era su colega, la fotografa, y por el tono de voz parecia impaciente. Se dio cuenta de que mientras hablaba iba conduciendo.

– Oye, han encontrado un caballo degollado en un prado.

Pia tenia por costumbre saltarse las frases de saludo, que a ella le parecian innecesarias, sobre todo si tenia prisa y algo importante que decir.

– ?Cuando?

– Esta manana. Lo encontraron dos ninas en un prado cerca de Petesviken, ?sabes donde esta?

– Ni idea.

– Esta al sur de Gotland, en la costa oeste, a unos sesenta kilometros de Visby.

– ?Como te has enterado?

– Tengo una amiga que vive alli. Me ha llamado.

– ?Quien es el dueno del caballo?

– Una familia de granjeros normal y corriente.

Sera mejor que salgamos enseguida. ?Cuanto tardas en llegar aqui?

– Estoy delante de la oficina.

Johan colgo el telefono y marco inmediatamente el numero directo del comisario Knutas. No obtuvo respuesta y en la centralita le comunicaron que la Brigada de Homicidios estaria ocupada toda la manana.

Aquello parecia una locura, un caballo degollado, pero era precisamente lo que necesitaba. Cogio deprisa y corriendo un bloc y un boligrafo, y cerro la puerta de la redaccion. Decidio esperar antes de llamar a Grenfors, disfrutaba cuando dejaba en ascuas al jefe.

Estaba sentado en la cocina y pensaba que era increible como podia cambiar el aspecto de una habitacion dependiendo de quienes se encontrasen en ella y de lo que acontecia alli. La tristeza que irradiaban antes las paredes y el sentimiento de culpa y verguenza que caian desde el techo encima de su cabeza habian desaparecido. Antes los muros se estrechaban amenazadores cuando estaba sentado en su sitio de siempre. La comida que habia en la mesa no le proporcionaba ninguna alegria, ningun placer, sino que se agrandaba en la boca hasta el punto de que le costaba tragarla. Un plato de angustia oculto bajo la salsa de la carne.

Ahora era diferente, podia hacer lo que quisiera. Se habia preparado un desayuno consistente, el esfuerzo realizado por la manana exigia un desayuno en condiciones.

En el plato, delante de el, habia tres gruesas rebanadas de pan blanco tostadas, con rodajas de salchichas de Falun y huevos nadando en la grasa. Lo aderezo todo con un buen chorreton de ketchup, sal y pimienta. El gato maullaba ansioso y se frotaba contra sus piernas. Le tiro una rodaja de salchicha.

El reloj que habia en la pared marcaba las diez menos cuarto. A traves del polvoriento cristal de la ventana contemplo como brillaba el sol fuera en el patio. Comio con apetito y bebio leche fria. Cuando termino aparto el plato y eructo sonoramente. Se recosto en el respaldo de la silla y cogio un pellizco de rape.

Estaba cansado, le dolian los brazos. Aquello habia sido mas complicado de lo que habia calculado. Por un momento casi creyo que no iba a ser capaz de hacerlo. Pero al final lo habia conseguido. El trabajo posterior le habia llevado su tiempo, pero ya estaba listo.

Se levanto y recogio el plato, retiro escrupulosamente los restos de comida bajo el grifo y lo frego.

De pronto se sintio muy cansado, tenia que acostarse. Abrio la puerta al gato y este desaparecio sin hacer ruido. Luego subio la desvencijada escalera que conducia al piso de arriba y entro en la habitacion que estaba al fondo. Nunca habia sido reparada tras el incendio. Las manchas de hollin seguian en las paredes e incluso los restos carbonizados de la cama quemada estaban amontonados en un rincon. Le parecio que aun podia percibir un ligero olor al humo del fuego. Quiza fueran figuraciones suyas. En el suelo habia un viejo colchon en el cual se acosto. Se sentia bien en aquel cuarto, lo invadio un sosiego que no solia encontrar en otros sitios, y se durmio placidamente.

Knutas no dejaba nunca de sorprenderse de la rapidez con la que se extendia una noticia. Lo habian llamado periodistas, tanto de la radio local como de la television y de los periodicos, y querian saber lo que habia ocurrido. En Gotland, un caballo degollado era una noticia importante. Sabia por experiencia que nada conmovia tanto a la gente como el maltrato a los animales.

No habia acabado de pensarlo cuando ya tenia al otro lado del hilo telefonico a la organizacion Amigos de los Animales, y seguro que llamarian tambien otras asociaciones defensoras de los derechos de los animales. El portavoz de la policia, Lars Norrby, estaba de vacaciones, asi que Knutas tenia que ocuparse el solo de los periodistas. Redacto una nota de prensa escueta y ordeno a la centralita que no le pasaran llamadas en las proximas horas.

De vuelta en la comisaria despues de la excursion matutina a Petesviken, se compro un bocadillo en el expendedor automatico de la cafeteria; ya podia olvidarse del almuerzo. Knutas habia convocado a sus colaboradores mas proximos para una reunion a la una. Gracias a que ahora contaban con dos tecnicos en la Brigada de Homicidios, Sohlman, tras examinar el lugar del crimen, podria regresar a tiempo para participar en la reunion.

Se juntaron en una sala amplia y luminosa con una gran mesa en el centro. Hacia poco que habian renovado las dependencias policiales y el nuevo mobiliario era sencillo, de estilo escandinavo. Knutas se sentia mejor con los viejos muebles de pino raidos. De todos modos, las vistas eran las mismas, a traves de las ventanas panoramicas se podia contemplar el aparcamiento del supermercado Coop Forum, la muralla y el mar.

– Se ha cometido una autentica atrocidad -comenzo Knutas, y conto a sus companeros la escena que habian contemplado en Petesviken-. Hemos acordonado el prado y la zona colindante -prosiguio-. Un camino rural atraviesa el prado y alli estamos buscando las posibles huellas de algun vehiculo. Si el autor o los autores de esto se han llevado la cabeza del caballo, es de suponer que han utilizado un coche. En estos momentos nuestros hombres estan interrogando a los vecinos y a la gente que vive en los alrededores, asi que ya veremos lo que averiguamos a lo largo del dia.

– ?Como han matado al caballo? -pregunto Karin.

– Eso podra explicarlo mejor Erik -respondio Knutas volviendose hacia el tecnico.

– Vamos a ver unas imagenes del caballo. Preparate, Karin -advirtio Sohlman-, pueden resultar bastante desagradables.

Se dirigio precisamente a ella, no porque fuera la mas sensible ante la presencia de sangre, sino porque le gustaban mucho los animales.

El tecnico empezo a proyectar las imagenes del maltrecho cuerpo del caballo.

– Como podeis ver, le han cercenado el cuello, o mejor dicho, se lo han cortado con un cuchillo o con un hacha. El veterinario, Ake Tornsjo, ya ha examinado al caballo y va a realizar un reconocimiento mas a fondo, pero nos ha explicado como cree que han sucedido los hechos. Segun el, el autor del crimen, si es que es obra de una persona, seguramente dejo primero inconsciente al caballo golpeandolo con fuerza en la frente, probablemente con un martillo, un mazo o un hacha. Luego, cuando el caballo se cayo desplomado, sirviendose de un cuchillo grande, tipo machete, le corto el cuello, y eso es lo que ha matado al caballo, o sea, la perdida de sangre. Para separar la cabeza de las vertebras, las ha destrozado. Hemos encontrado restos de huesos machacados y me atreveria a aventurar que se uso un hacha. Las marcas halladas en el suelo apuntan a que el caballo permanecio un tiempo con vida despues del primer golpe. Estuvo aqui tendido y pataleando en su agonia,

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