– Encontraron una bolsa deportiva en el coche de Fortier con tres cadenas para el cuello, unos cuchillos de caza, una caja de guantes quirurgicos y un traje de calle.

Yo hacia mi equipaje mientras el hablaba apoyado en los pies de mi cama.

– Su equipo.

– Si. Estoy seguro de que el guante de la rue Berger y el de Gabby coincidiran con la caja que llevaba en su coche.

Lo imagine aquella noche, vestido como Spiderman, las manos enguantadas con los nudillos blancos en la oscuridad.

– Siempre vestia el traje de ciclista y llevaba los guantes puestos cuando salia a actuar. Incluso en Berger. Por ello siempre nos quedabamos con las manos vacias: sin cabellos, sin fibras, sin pruebas.

– Ni rastro de esperma.

– ?Ah, si! ?Tambien llevaba una caja de condones!

– Perfecto.

Fui al armario en busca de mis viejas zapatillas de lona y las meti en la bolsa.

– ?Por que lo hacia?

– Dudo que lleguemos a saberlo. Al parecer su abuela lo obligo a purificarse centenares de veces.

– ?Que quiere decir?

– Era una persona dura y fanatica.

– ?Acerca de que?

– Del sexo y de Dios. Y no necesariamente en tal orden.

– ?Por ejemplo?

– Sometia a Leo a un enema y lo arrastraba a la iglesia cada manana para limpiar su cuerpo y su alma.

– Misa diaria y protocolo de limpieza.

– Una vecina recuerda una ocasion en que el nino jugaba por el suelo con el perro de la casa. La vieja casi sufrio un ataque porque el Schnauzer tuvo una ereccion. Dos dias despues el animal aparecio muerto por ingestion de veneno de ratas.

– ?Se entero Fortier?

– No habla de ello. Solo alude a una ocasion en que tenia siete anos y ella lo descubrio masturbandose. La abuela le ato las munecas a las de ella y lo llevo a rastras durante tres dias. Se pone frenetico cuando se mencionan las manos.

Hice una pausa mientras doblaba un sueter.

– Manos.

– Si.

– Y eso no es todo. Tambien habia un tio, un sacerdote que se habia visto obligado a jubilarse anticipadamente. El hombre andaba por la casa con bata y es probable que abusara del nino. Es otro topico sobre el que no pronuncia palabra. Estamos haciendo averiguaciones.

– ?Donde se encuentra ahora la abuela?

– Fallecio. Poco antes de que el asesinara a Damas.

– ?Como?

– Quien sabe.

Comence a escoger los trajes de bano, pero renuncie y los meti todos en la bolsa.

– ?Que hay de Tanguay?

Ryan sacudio la cabeza y suspiro profundamente.

– Al parecer se trata de otro ciudadano con graves dificultades para enfrentarse al sexo.

Deje de escoger calcetines y lo mire.

– Es como un pastel de frutas, pero probablemente inofensivo.

– ?Que quiere decir? -pregunte.

– Era profesor de biologia. Recogia a los animales accidentados, hervia sus cadaveres y montaba los esqueletos. Preparaba una coleccion para su clase.

– ?Y las garras?

– Las secaba para formar una coleccion de garras de vertebrados.

– ?Mato a Alma?

– Alega haberla encontrado muerta en la calle cerca de UQAM y habersela llevado a su casa, para su coleccion. Acababa de descuartizarla, cuando leyo el articulo de la Gazette. Entonces se asusto, la metio en una bolsa y la abandono en la estacion del autobus. Probablemente nunca sabremos como consiguio salir el animal del laboratorio.

– Tanguay es el cliente de Julie, ?verdad?

– El mismo. Se excita contratando una prostituta para que vista el camison de mama. Y…

Se interrumpio vacilante.

– ?Que?

– ?Esta preparada para esto? Tanguay era tambien el hombre de los maniquies.

– ?No! ?El asaltante de los dormitorios?

– Eso es. Por ello se le pusieron los testiculos por corbata cuando comenzamos a interrogarlo. Creia que lo acusabamos de ello. El pobre imbecil acabo confesandolo por si solo. Al parecer cuando no podia arreglarselas en la calle utilizaba el plan B.

– Irrumpir en una casa y atizar a un pijama relleno.

– Sin duda algo mejor que jugar a bolos.

Aun habia algo que me seguia molestando.

– ?Y las llamadas telefonicas?

– Plan C. Telefonear a una mujer y colgar le estimulaba los genitales. Caracteristica tipica de los voyeurs. Tenia una lista de numeros.

– ?Han podido descubrir como consiguio el mio?

– Probablemente se lo cogio a Gabby: la asediaba a ella.

– ?Y el dibujo que encontre en mi papelera?

– Obra de Tanguay. Es aficionado al arte aborigen. Era una copia de algo que habia visto en un libro. Se lo entrego a Gabby. Queria pedirle que no lo excluyera del proyecto.

Mire a Ryan.

– Muy ironico. Ella creia que tenia un perseguidor y en realidad eran dos.

Senti que se me llenaban los ojos de lagrimas. Se formaba la cicatriz sentimental, pero aun en estado embrionico. Me costaria bastante tiempo poder pensar en ella.

Ryan se levanto y se estiro.

– ?Donde esta Katy? -pregunto cambiando de tema.

– Ha ido a comprar locion solar.

Tire de los cordones de la bolsa y la deje caer en el suelo.

– ?Como lo lleva?

– Al parecer, bien. Me cuida como una enfermera particular.

Me rasque de modo inconsciente los puntos del cuello.

– Pero acaso la preocupe mas de lo que deja entrever. Sabe que existe violencia, pero la que aparece en las noticias televisivas, en el sur de Los Angeles, en Tel Aviv y en Sarajevo. Son cosas que suceden siempre a otras personas. Pete y yo le hemos ocultado intencionadamente mis actividades. Ahora son algo real, intimo y personal. Ha trastornado su mundo, pero lo superara.

– ?Y usted?

– Estoy muy bien, de verdad.

Permanecimos en silencio y nos examinamos mutuamente. Luego el cogio su chaqueta y se la echo en el brazo.

– ?Se van a la playa?

No resultaba muy convincente su afectada indiferencia.

– A todas cuantas podamos encontrar. Lo hemos apodado «La gran busqueda de la arena y el surf». Primero Ogonquit, luego una vuelta por la costa. Cabo Cod, Rehobeth, Cabo May, playas de Virginia. Nuestro unico

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