Mas que un interrogatorio, era una version electronica y a prueba de trampas del antiguo juego de «preguntas y respuestas». En teoria una serie de respuestas por si o por no permitia obtener rapidamente cualquier dato; cuando un ser humano experto colaboraba con una maquina experta generalmente se necesitaban menos de veinte preguntas.
Una hora despues, Owen Fletcher se levanto de la silla. Estaba mareado, no recordaba ninguna de las preguntas ni respuestas. Sin embargo, estaba practicamente seguro de que no se habia delatado.
Para su sorpresa, el doctor Steiner le dijo:
— Listo, Owen. No habra mas interrogatorios. El profesor se enorgullecia porque jamas habia lastimado a nadie, pero todo buen inquisidor debia tener algo de torturador, siquiera psicologico. Si ademas de eso gozaba de reputacion de infalible, tenia la mitad de la batalla ganada.
Aguardo a que Fletcher recuperara el equilibrio. Cuando se retiraba de la sala para volver a la celda de detencion, lo llamo:
— Oiga, Owen. Ese plan de destruir el hielo estaba condenado a fracasar.
En realidad no era cierto, pero eso ya no tenia la menor importancia. La mirada atonita del teniente Fletcher le confirmo que su enorme pericia habia triunfado una vez mas.
Ahora podia volver a la cama hasta llegar a Sagan 2. Pero antes aprovecharia esta oportunidad imprevista para pasar un rato agradable.
Al dia siguiente iria a pasear por Thalassa y tal vez a darse un bano en una de sus hermosas playas. Pero ahora queria gozar de la compania de un viejo y querido amigo.
Con sumo cuidado extrajo el libro del paquete cerrado al vacio. El ejemplar uno era raro sino unico. Lo abrio al azar: se lo conocia practicamente de memoria.
Empezo a leer, y a cincuenta anos luz de las ruinas de la Tierra, la bruma cayo una vez mas sobre la calle Baker.
— Ya lo hemos verificado — dijo el capitan Bey —. Los unicos que estaban metidos en el asunto eran los cuatro sabras. Por suerte no hay necesidad de interrogar a nadie mas.
— No comprendo como pensaban salirse con la suya — dijo el capitan Malina. Se sentia deprimido.
— No creo que lo hubiesen logrado, pero afortunadamente no sera necesario comprobarlo. Ademas, no estaban resueltos.
«El Plan A consistia en danar el escudo. El teniente Fletcher, como ustedes saben, formaba parte del equipo de armadores. Estaba elaborando un plan para alterar la ultima etapa del programa. Si un bloque de hielo hacia impacto en el escudo a un par de metros por segundo… ?comprenden?
«Podria parecer una accidente, aunque existia el riesgo de que la investigacion posterior demostrara lo contrario. Ademas, el escudo danado se puede reparar. Fletcher esperaba que la demora le daria tiempo para atraer mas gente a su causa. Tal vez tenia razon: un ano mas en Thalassa…
«El Plan B consistia en sabotear los sistemas de oxigenacion, para obligarnos a evacuar la nave. Las contras son las mismas que en el caso anterior.
«El Plan C era el mas drastico, porque hubiera significado el fin de la mision. Afortunadamente, ninguno de los sabras trabajaba en la seccion Propulsion; les hubiera resultado muy dificil llegar al mecanismo de empuje.
Todos quedaron estupefactos, sobre todo el comandante Rocklyn.
— No tan dificil, senor, para alguien que estuviera decidido a todo. El gran problema consistia en encontrar la manera de inutilizar el empuje por completo, sin danar la nave. No creo que tuvieran los conocimientos tecnicos indispensables.
— En eso estaban — dijo el capitan gravemente —. Lamentablemente, tendremos que alterar los dispositivos de seguridad. Manana al mediodia habra una reunion para discutir ese problema. De asistencia obligatoria para todos los oficiales superiores.
Fue entonces que la jefa medica Newton formulo la pregunta que estaba en las mentes de todos:
— ?Habra consejo de guerra, capitan?
— No es necesario; la culpa esta demostrada. De acuerdo al Reglamento solo falta dictar sentencia. Todos esperaron. Y esperaron…
«Gracias, damas y caballeros — dijo el capitan, y los oficiales salieron en silencio.
Quedo a solas en su oficina. Estaba furioso, se sentia traicionado. Pero al menos el asunto habia concluido: el Magallanes habia capeado el temporal artificial.
Los otros tres sabras eran, tal vez, tipos inofensivos. El problema era que hacer con Owen Fletcher.
Penso en el mortifero juguete guardado en su caja fuerte. El era el capitan: seria facil simular un accidente…
Rechazo la idea de inmediato; era incapaz de semejante cosa. De todas maneras ya habia tomado su decision, y confiaba en que satisfaria a todos.
Alguien habia dicho que para cada problema existia una solucion sencilla, atractiva y… erronea. Pero estaba seguro de que su solucion era sencilla, atractiva y totalmente justa.
Los sabras quieren quedarse en Thalassa: sea. Seran ciudadanos valiosos: tal vez los tipos agresivos y energicos que la sociedad necesitaba.
Que extrano, como se repetia la historia: al igual que Magallanes, dejaria a varios hombres y seguiria viaje.
Pero tardaria trescientos anos en enterarse si los habia premiado o castigado.
VI–LOS BOSQUES DEL MAR
44 — Espia
En el laboratorio oceanografico de Isla Norte no se mostraron demasiado entusiastas.
— Tardaremos una semana mas en reparar el Calypso — dijo el director —. Por suerte pudimos salvar el trineo. Es el unico que tenemos, no queremos correr el riesgo de perderlo.
Conozco esa actitud, penso la oficial cientifica Varley. En la Tierra durante los ultimos dias, algunos directores de laboratorios protegian sus hermosos equipos del uso para evitar que se ensuciaran.
— No creo que exista riesgo de eso, salvo que Krakan, padre e hijo, vuelva a las andadas. Y los geologos aseguran que eso no volvera a ocurrir en los proximos cincuenta anos.
— No estoy tan seguro. Pero digame con franqueza, ?por que le parece tan importante?
Que estrechez de miras, penso Varley. Ya se que es un fisico oceanografico, pero podria demostrar algo de interes en la biologia marina. Aunque tal vez soy injusta; el solo quiere sondearme…
— Tenemos cierto interes sentimental en el tema, desde la muerte — que afortunadamente solo fue temporaria — del doctor Lorenson. Aparte de eso los escorpios nos fascinan. Todo cuanto podamos descubrir sobre la inteligencia no humana sera de importancia capital. Y en este caso, mas para ustedes que para nosotros, ya que son sus vecinos.
— Comprendo. Por suerte nuestros habitat son completamente distintos.
(Si pero, ?hasta cuando? se pregunto la oficial cientifica. Si Moses Kaldor tiene razon…)
— Expliqueme para que sirve el balon espia. Que nombre extrano.
— Lo inventaron hace miles de anos, y al principio lo usaban para tareas de seguridad e inteligencia, aunque despues se descubrieron otras explicaciones. Algunos eran poco mas grandes que la cabeza de un alfiler; este tiene el tamano de un balon de futbol.
Varley desplego los croquis sobre la mesa del director.
«Este fue disenado para uso submarino. Me sorprende que no lo conozcan, viene del ano 2045. Encontramos las referencias en la Memoria Tecnica y las introdujimos en el Duplicador. El primero no funciono, no