presencia de algun agente sobrenatural.

«Por consiguiente, el problema del mal ni siquiera existia. Creer en un universo benevolo era tan absurdo como suponer que alguien pudiera ganar siempre en un juego de azar. A fin de salvar la situacion, un grupo de fanaticos proclamo la religion de Alfa el Indiferente: el simbolo de su fe era la curva acampanada de la distribucion normal. Demas esta decir que un ser tan abstracto no podia despertar gran fervor.

«Y ya que hablamos de matematicas, Alfa sufrio un segundo golpe demoledor en el siglo XXI (o tal vez el XXII, no recuerdo bien). Un terricola genial llamado Kurt Godel demostro la existencia de limitaciones absolutamente insuperables del conocimiento; de ahi que la idea de un Ser Omnisciente — una de las definiciones de Alfa — era absurda desde el punto de vista logico. Este descubrimiento dio lugar a un juego de palabras que ha llegado hasta nuestros dias: Godel elimino a Dios. Los estudiantes solian inscribir leyendas en las paredes con las letras G, O y la delta griega; y desde luego no faltaba la leyenda inversa: Dios elimino a Godel.

«Bien, volvamos al tema de Alfa. Hacia mediados del milenio habia dejado de ser objeto de los desvelos humanos. La abrumadora mayoria de los hombres inteligentes aceptaba el fallo lapidario del gran filosofo Lucrecio: todas las religiones eran esencialmente inmorales, porque las supercherias que propagaban eran mas daninas que beneficas.

«Con todo, algunas de las antiguas religiones sobrevivieron hasta el final, aunque, en forma sumamente modificada. Los Mormones de los Ultimos Dias y las Hijas del Profeta construyeron sus propias naves de inseminacion. A veces me pregunto que habra sido de ellas.

«Asi desaparecio Alfa, pero quedaba Omega, el Creador de todo. No es tan facil deshacerse de Omega: el universo requiere alguna explicacion. O tal vez no. Existe un viejo chiste filosofico, que es mucho mas sutil de lo que parece. Pregunta: ?por que existe el universo? Respuesta: ?que seria de el si no existiera? Y con esto terminamos por hoy.

— Gracias, Moses — dijo Mirissa; parecia levemente mareada —. Todo esto lo has repetido muchas veces, ?verdad?

— Por supuesto, muchisimas veces. Quiero que me prometas algo.

— ?Que?

— Que no creeras en nada de lo que digo solo porque lo digo yo. Ningun problema filosofico profundo admite una respuesta definitiva. Omega sigue vivo, y a veces me pregunto si Alfa…

VII — ASI COMO VUELAN LAS CHISPAS

47 — Ascenso

Se llamaba Carina, tenia dieciocho anos y aunque era la primera vez que salia a navegar de noche en el bote de Kumar, no era la primera vez que yacia en sus brazos. En realidad, era la unica que podia reclamar el disputado titulo de novia de Kumar.

El sol se habia puesto dos horas antes, pero la luna interior, mucho mas brillante y cercana que la Luna perdida de la Tierra, estaba en fase llena e iluminaba la playa con su fria luz azulada. Entre las palmeras ardia una pequena fogata, la fiesta estaba en su apogeo y de vez en cuando llegaban al bote algunas notas musicales sobre el suave murmullo del motor, que funcionaba en potencia minima. Kumar habia logrado su principal objetivo y no tenia el menor apuro. Pero era un buen marinero: de tanto en tanto se levantaba, daba instrucciones orales al piloto automatico y echaba un rapido vistazo al horizonte.

Es cierto lo que dijo Kumar, penso Carina, adormecida por el placer. El balanceo suave y regular del bote era muy erotico, sobre todo cuando lo amplificaba el colchon de aire sobre el cual yacian. Se pregunto si despues de semejante experiencia volveria a sentir placer al hacer el amor en tierra firme.

A eso se sumaba que Kumar, a diferencia de otros jovenes de Tarna, era un amante tierno y atento. No era de esos hombres que solo buscan su propio placer: no se sentia satisfecho si su companera no lo compartia. Cuando me penetra, siento que soy la unica chica en su mundo, penso Carina, aunque se muy bien que no es cierto.

Carina se daba cuenta de que se alejaban de la aldea, pero no le importaba. Queria prolongar el momento hasta la eternidad; aunque el bote se dirigiera a toda velocidad hacia alta mar, sabiendo que no volveria a encontrar tierra firme hasta dar la vuelta al mundo. Kumar era muy habil, en mas de un sentido. La confianza que le inspiraba aumentaba la sensacion de placer; en sus brazos se desvanecian los problemas, no existia el miedo. Desaparecia el futuro y solo quedaba el presente intemporal.

Pero el tiempo pasaba, y la luna interior se acercaba al cenit. En el epilogo de la pasion, mientras sus labios aun exploraban el territorio del amor, se detuvo el motor y el bote quedo a la deriva.

— Llegamos — dijo Kumar con cierta emocion.

?Adonde habremos llegado? se pregunto Carina con displicencia, al separarse los cuerpos. Tenia la sensacion de que habian pasado varias horas desde la ultima vez que vio la costa… ni siquiera sabia si estaba a la vista.

Se paro lentamente, tratando de contrarrestar el suave balanceo del bote… y contemplo boquiabierta el paisaje encantado de lo que hasta poco antes habia sido el triste pantano mal llamado Bahia Manglares.

Desde luego, no desconocia la alta tecnologia; la planta de fusion y del duplicador principal de Isla Norte eran mucho mas impresionantes. Pero la vista de ese laberinto de conductos y depositos y gruas y mecanismos de manipulacion, esa combinacion dinamica de astillero con fabrica quimica que funcionaba en silencio y con total eficiencia a la luz de las estrellas, sin un ser humano que lo manejara le provoco una pequena conmocion visual y psicologica.

Se sobresalto al escuchar, en medio del silencio de la noche, el ruido del anda al caer al agua.

— Ven, quiero mostrarte algo — dijo con una sonrisa maliciosa.

— ?No hay peligro?

— Por supuesto que no; vengo muy a menudo.

Y nunca vienes solo, penso Carina. Pero no tuvo tiempo de responder porque el ya bajaba del bote.

El agua les llegaba apenas a la cintura y retenia el calor del sol hasta el punto de resultar desagradable. Carina y Kumar salieron del agua, tomados de la mano, y la fresca brisa nocturna les refresco la piel. Caminando entre las olas de la orilla, parecian Adan y Eva en el momento de tomar posesion de un Eden mecanico.

— No te preocupes — dijo Kumar —. Conozco el lugar, el doctor Lorenson me ha explicado todo. Pero he descubierto algo que ni el conoce.

Recorrian un camino bordeado por canos cubiertos de una gruesa capa de material aislante, alzados a un metro del suelo. Por primera vez Carina escucho un ruido que pudo identificar: un ruido sordo de bombas que enviaban liquido refrigerante al laberinto de canerias y permutadores termicos que los rodeaban.

Llegaron al tanque donde habia aparecido el primer escorpio. No habia mucha agua a la vista, ya que la cubria una marana de algas. En Thalassa no existian los reptiles, pero al ver los tallos gruesos y flexibles, Carina penso en un nido de viboras.

Pasaron una serie de alcantarillas y pequenas compuertas, todas cerradas, hasta llegar a un gran campo abierto, alejado de la planta principal. Al salir del complejo central, Kumar sonrio y saludo con la mano al lente de una camara. (jamas se descubrio por que se encontraba desconectada en ese momento crucial.)

— Son los tanques de congelamiento. Seiscientas toneladas en cada uno. Noventa y cinco por ciento de agua, cinco por ciento de algas. ?De que te ries?

— No me rio, pero me parece muy… extrano — dijo Carina sin dejar de sonreir —. Pensaba que se llevan una parte del bosque marino a las estrellas. ?Quien lo diria! Pero no es por eso que me trajiste aqui.

— Asi es — susurro Kumar —. Mira…

Al principio no vio nada. De pronto su mente capto el significado de la imagen en el borde de su campo visual, y entonces comprendio.

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