Cendal flotante de leve bruma,rizada cinta de blanca espuma,rumor sonorode arpa de oro,beso del aura, onda de luz,eso eres tu.?Tu, sombra aerea, que cuantas vecesvoy a tocarte te desvaneces.Como la llama, como el sonido,como la niebla, como el gemidodel lago azul!En mar sin playas onda sonante,en el vacio cometa errante,largo lamentodel ronco viento,ansia perpetua de algo mejor,eso soy yo.?Yo, que a tus ojos en mi agonialos ojos vuelvo de noche y dia;yo, que incansable corro y dementetras una sombra, tras la hija ardientede una vision!
XVI
Si al mecer las azules campanillasde tu balconcrees que suspirando pasa el vientomurmurador,sabe que oculto entre las verdes hojassuspiro yo.Si al resonar confuso a tus espaldasvago rumor,crees que por tu nombre te ha llamadolejana voz,sabe que entre las sombras que te cercante llamo yo.Si se turba medroso en la alta nochetu corazon,al sentir en tus labios un alientoabrasador,sabe que, aunque invisible, al lado tuyo respiro yo.
XVII
Hoy la tierra y los cielos me sonrien,hoy llega al fondo de mi alma el sol,hoy la he visto…, la he visto y me ha mirado…?hoy creo en Dios!
XVIII
Fatigada del baile,encendido el color, breve el aliento,apoyada en mi brazodel salon se detuvo en un extremo.Entre la leve gasaque levantaba el palpitante seno,una flor se meciaen compasado y dulce movimiento.Como en cuna de nacarque empuja el mar y que acaricia el cefiro,tal vez alli dormiaal soplo de sus labios entreabiertos.?Oh! ?quien asi, pensaba,dejar pudiera deslizarse el tiempo!?Oh! si las flores duermen,?que dulcisimo sueno!