peligrosa de las actividades de X. Sabemos que, ademas de la senorita Newland, otras alumnas habian recibido cartas en que les deseaban mala suerte en los examenes para la especialidad; por suerte, la senorita Layton y las demas son de caracter mas fuerte, pero me gustaria que prestaran especial atencion al hecho de que, con unas cuantas excepciones sin importancia, la animosidad iba dirigida contra las profesoras.

Al llegar aqui, intervino la administradora, que llevaba un rato manifestando irritacion.

– No comprendo por que estan haciendo tanto ruido debajo de este edificio. ?Le importa que vaya a ponerle remedio, rectora?

– Lo siento -dijo Wimsey-. Yo soy el responsable. Le he insinuado a Padgett que un registro de la carbonera podria resultar fructifero.

– Entonces, me temo que tendremos que aguantarnos, administradora -sentencio la rectora.

– Esto es un resumen de los acontecimientos tal y como me los presento la senorita Vane cuando, con su consentimiento, rectora, me expuso el caso. Deduje -la mano derecha parecia inquieta y empezo a tamborilear un silencioso tatuaje sobre el tablero de la mesa- que ella y algunas de ustedes se inclinaban a considerar esas atrocidades consecuencia de las represiones que en ocasiones acompanan a la vida celibe y que derivan en una maldad obscena e irracional que se ceba en parte en las condiciones de esa vida y en parte en las personas que disfrutan, han disfrutado o supuestamente han disfrutado de una experiencia mas amplia. No cabe duda de que esa clase de maldad existe, pero a mi me parecio que la historia de este caso ofrecia un perfil psicologico completamente distinto. En este claustro hay una mujer que ha estado casada y otra que esta prometida, y ninguna de ellas, que deberian haber sido las primeras victimas, ha sufrido acoso alguno, que yo sepa. Tambien es muy significativa la actitud dominante de la figura femenina desnuda del primer dibujo, asi como la destruccion del libro de la senorita Barton. Ademas, los prejuicios que muestra X parecen centrarse en lo academico, y tener un motivo mas o menos racional, basado en una afrenta equivalente para ella al asesinato, infligida a una persona del sexo masculino por una academica. A mi entender, el resentimiento iba dirigido fundamentalmente contra la senorita De Vine, y por extension, contra todo el college y posiblemente contra todas las mujeres con estudios. Por consiguiente, pense que deberiamos buscar una mujer casada o con experiencia sexual, de educacion limitada pero familiarizada con lo academico, cuyo pasado estuviera vinculado de alguna manera al de la senorita De Vine y que probablemente hubiera empezado a residir en el college despues del pasado diciembre, si bien esto era una suposicion.

Harriet aparto la mirada de la mano de Peter, que habia dejado de tamborilear y descansaba sobre la mesa, para estimar la reaccion de las oyentes ante sus palabras. La senorita De Vine tenia el ceno fruncido, como si volviendo mentalmente a los anos anteriores considerase sin pasion sus posibilidades de haber cometido un asesinato; el rostro de la senorita Chilperic estaba sonrojado, con expresion atribulada, y la senorita Goodwin parecia disgustada, los ojos de la senorita Hillyard reflejaban una extraordinaria mezcla de triunfo y bochorno; la senorita Barton asentia en silencio, la senorita Allison sonreia, la senorita Shaw parecia ligeramente ofendida, la senorita Edwards miraba a Peter con ojos que decian claramente: «Es usted la clase de persona con la que yo puedo tratar». El grave semblante de la rectora estaba inexpresivo, la decana, de perfil, no daba muestra alguna de sus sentimientos, pero emitio un breve suspiro, como aliviada.

– Y ahora pasemos a las pruebas materiales. En primer lugar, los mensajes impresos. Me parecia inverosimil que hubieran podido confeccionarse en tales cantidades dentro de los muros del colegio sin haber dejado rastros de su procedencia. Mas bien pensaba que todo tenia que proceder del exterior, y tambien en el caso del vestido que se encontro en la muneca; parecia muy extrano que nadie lo hubiera visto jamas, a pesar de que era de varias temporadas anteriores. En tercer lugar, la curiosa circunstancia de que las cartas que llegaban por correo siempre se recibieran un lunes o un jueves, como si domingo y miercoles fueran los unicos dias en los que se pudieran echar al correo, desde una sucursal o un buzon lejos de aqui. Estos tres factores podrian inducir a pensar en alguien que viviera lejos y que viniera a Oxford solamente dos veces a la semana, pero los incidentes nocturnos indicaban claramente que la persona en cuestion vivia entre estos muros y tenia dos dias fijos para salir y algun sitio en el exterior donde podia guardar ropa y preparar las cartas. La persona que mejor cumpliria estas condiciones seria una de las criadas.

La senorita Stevens y la senorita Barton se movieron inquietas.

– Sin embargo, la mayoria de las criadas parecian descartadas. Las que no estaban confinadas en su ala por la noche eran mujeres de confianza con muchos anos de servicio aqui. La mayoria ocupaban habitaciones dobles y, por consiguiente, un sitio donde guardar la ropa y preparar las cartas.

– ?Pero…! -empezo a decir la administradora con indignacion.

– Asi es el caso tal y como lo vi el pasado domingo -continuo Wimsey-. E inmediatamente se plantearon serias objeciones. El ala de las criadas quedaba aislada al cerrarse con llave puertas y verjas, pero con el incidente de la biblioteca se puso de manifiesto que el pasaplatos de la despensa se dejaba a veces abierto para comodidad de las alumnas que deseaban provisiones a ultima hora de la noche. La senorita Hudson esperaba encontrarlo abierto esa misma noche. La senorita Vane comprobo que estaba cerrado, pero eso fue despues de que X hubiera salido de la biblioteca, y recordaran que la senorita Vane y la senorita Hudson por un extremo y la senorita Barton por el otro demostraron que X habia quedado atrapada en el edificio del comedor. Lo que se supuso en aquel momento fue que se habia escondido en el comedor.

»Tras ese incidente, se tomaron precauciones para mantener cerrado el pasaplatos de la despensa, y segun tengo entendido, la llave, que antes se dejaba por dentro del pasaplatos, se quito y ahora la lleva Carrie en su llavero, pero se puede hacer una copia de una llave en un dia. En realidad, fue una semana antes de que ocurriese el siguiente incidente nocturno, que nos lleva al siguiente miercoles, cuando alguien pudo hacer facilmente una copia de la llave sustraida a Carrie y ponerla de nuevo en sus sitio. Tengo la certeza de que ese miercoles un ferretero de la ciudad hizo una copia de una llave, aunque no he podido identificar al cliente, pero es un simple detalle de rutina. Hay un factor que predispuso a la senorita Vane a exonerar a todas las criadas: que una mujer de semejante clase social fuera capaz de expresar su resentimiento con la cita latina de La Eneida que se encontro en la muneca.

»Esa objecion tambien me influyo un poco a mi, pero no demasiado. Era el unico mensaje que no estaba en ingles, pero al que podria tener acceso cualquier colegial. Por otra parte, el hecho de que fuera una excepcion entre los demas me convencio de que tenia un significado especial, es decir, no es que X expresara habitualmente sus sentimientos en hexametros. Ese parrafo debia de tener algo especial aparte de su aplicacion general a mujeres desnaturalizadas que les quitan el pan de la boca a los hombres. Neo saevior ulla pestis.

– La primera vez que lo oi, tuve la certeza de que habia un hombre detras de todo esto -intervino la senorita Hillyard.

– Y probablemente no se equivoco -admitio Wimsey-. Yo estoy seguro de que lo escribio un hombre… Bueno, huelga decir lo facil que le resulta a cualquiera andar por el college de noche y gastar bromas a la gente. En una comunidad de doscientas personas, algunas de la cuales apenas se conocen de vista, es mas dificil encontrar a alguien que perderlo, pero la intervencion de Jukes en aquel momento puso en un aprieto a X. La senorita Vane anuncio su decision de investigar la vida familiar de Jukes. A consecuencia de eso, alguien que conocia bien las costumbres de Jukes dio cierta informacion y Jukes acabo en la carcel. La senora Jukes fue acogida por sus familiares, y enviaron a las hijas de Annie a Headington. Y con el fin de que pensaramos que la casa de los Jukes no tenia nada que ver con el asunto, poco despues aparecio un periodico mutilado en la habitacion de la senorita De Vine.

Harriet levanto los ojos.

– Eso lo comprendi… mas adelante, pero lo que ocurrio la semana pasada parece invalidarlo.

– Perdone que se lo diga, pero creo que no abordo el problema con una actitud imparcial, y que no le presto total atencion -replico Peter-. Algo se interpuso entre usted y los hechos.

– La senorita Vane me ha prestado una ayuda tan generosa con mis libros… -murmuro la senorita Lydgate-. Y ademas tiene su propio trabajo. No deberiamos haberle pedido que dedicara tiempo a nuestros problemas.

– Tenia tiempo de sobra, pero he sido tonta -repuso Harriet.

– De todos modos, la senorita Vane hizo lo suficiente para que X la considerase peligrosa -dijo Wimsey-. A principios de este trimestre vemos que X esta mas desesperada y con intenciones aun mas terribles. Con las tardes mas luminosas, resulta mas dificil hacer trastadas por la noche. Tenemos la tentativa de acabar con la vida y la razon de la senorita Newland, y al fallar, hace un esfuerzo para montar un escandalo en la universidad enviando cartas al vicerrector. Sin embargo, la universidad demostro tanta solidez como el college: tras haber

Вы читаете Los secretos de Oxford
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату