– Comisario, soy John Pringle. Estoy en el SOCO y me han pedido que examine un MG incendiado que han traido al deposito esta manana. Brian Cook me ha dicho que le informara de mis conclusiones.
– Si, gracias. Me ha dicho que llamaria.
– Acabo de terminar la inspeccion del vehiculo, senor. Los danos severos causados por el fuego en el interior han provocado que algunos cables se fundieran, asi que el informe que puedo ofrecerle no es tan completo como me gustaria.
– Comprendo.
– Lo que si puedo decirle, senor, es que el incendio no fue causado por alguien que intentara robar el coche ni por un acto de vandalismo.
Hubo un largo silencio.
Grace apreto con mas fuerza el telefono a su oreja y se encorvo sobre la mesa.
– Le escucho. ?Cual fue la causa?
– El vehiculo fue manipulado. Se trata de sabotaje intencionado, no hay ningun genero de dudas. Anadieron un juego extra de inyectores de combustible y los colocaron para que rociaran la gasolina directamente a los pies del conductor cuando se accionara al contacto. Hicieron un empalme desde el motor para que saltaran chispas al suelo cuando se activara. Ademas de eso, aunque es dificil determinarlo con seguridad, porque muchos de los cables se fundieron, me parece que alteraron el cableado del cierre centralizado, para que una vez que las puertas se cerraran no pudieran volver a abrirse.
Grace noto que un escalofrio le recorria la columna vertebral.
– Esto es obra de alguien muy inteligente, alguien que sabia exactamente que estaba haciendo. No pretendia causar danos al coche, comisario. En mi opinion, la intencion era matar al conductor.
Grace estaba sentado en uno de los sofas grandes rojos del salon de la planta baja de la casa de Cleo, con ella acurrucada a su lado, la pecera sin Pez todavia llena de agua sobre la mesa. Tenia un brazo alrededor de ella y sostenia un vaso grande de Glenfiddich con hielo en la mano libre. El cabello de Cleo olia a recien lavado. Tenia la piel caliente y estaba viva, intensa y maravillosamente viva. Y era muy vulnerable.
Estaba asustadisimo por ella.
Y no podia dejar de pensar en que habria ocurrido si ese pobre delincuente, que todavia luchaba por su vida, no hubiera llegado antes que ella a su coche.
Si no hubiera habido una vigilancia policial. Nadie cerca para sacarla.
Pensar en ello le resultaba casi insoportable. Algun psicopata habia planeado matarla y se habia tomado muchas molestias para conseguirlo.
?Quien?
?Por que?
Y si esa persona lo habia intentado una vez y habia fracasado, ?volveria a probarlo?
Su mente regreso al domingo, el dia que alguien habia rajado la capota del MG. ?Era solo una coincidencia o guardaba relacion?
Manana un inspector se sentaria con Cleo y repasaria con ella una lista de todas las personas a las que podia haber disgustado en su trabajo. Habia muchos familiares de victimas que se enfadaban por que tuvieran que hacerles la autopsia a sus seres queridos; siempre vertian su ira contra Cleo en lugar de contra el juez, que en realidad era el responsable de esa decision.
Al principio Cleo recibio la noticia con incredulidad, pero durante la ultima hora, desde que Grace habia llegado a casa, habia comenzado a aceptarlo y ahora el horror estaba apoderandose de ella.
Se inclino, cogio su copa de vino y lo apuro.
– Lo que no entiendo es… -callo a media frase, como si se le hubiera ocurrido algo-. Si alguien iba a sabotear mi coche para que se incendiara, ?no querria que pareciera un accidente? Sabria que los tecnicos forenses lo examinarian de arriba abajo. Lo que hizo esa persona parecia muy obvio.
– Tienes razon. Quienquiera que fuese, asi es, fue muy obvio. Aunque dudo que pudiera haber disfrazado facilmente lo que hizo. Yo no soy mecanico, pero era algo mucho mas elaborado que cruzar un par de cables.
Era despiadado, sadico, penso, pero no lo dijo. Aun no le habia dicho que ahora estaban tratando su coche como la escena de un crimen, el suceso habia sido catalogado como incidente grave y se habia asignado un inspector jefe y un equipo completo de investigacion al caso.
Cleo se volvio y lo miro con ojos preocupados.
– No se me ocurre quien pudo hacer esto, Roy.
– ?Que me dices de tu ex?
– ?Richard?
– Si.
Ella nego con la cabeza.
– No, no iria tan lejos.
– Te acoso durante meses. Hubo un momento en que tuviste que amenazarle con una orden judicial. Dijiste que fue entonces cuando se retiro. Pero hay acosadores que no abandonan.
– No me lo imagino haciendo una cosa asi.
– ?No me dijiste que participaba en carreras de coches?
– Si, hasta que Dios comenzo a ocupar sus fines de semana.
El movil de Grace sono. Dejo el vaso y se desenrollo de Cleo para sacarlo del bolsillo de su chaqueta. Miro la pantalla y vio que era Lloyd.
– Roy Grace -contesto.
– De acuerdo, he hablado con mi cliente -dijo el abogado-. Es adoptado. No sabe nada de sus padres biologicos.
– ?No sabe nada de sus origenes?
– Descubrio que era adoptado despues de que murieran sus padres. Tras la muerte de su madre se puso a revisar papeles y encontro su certificado de nacimiento original. Fue un gran shock… No sabia nada.
– ?Ha intentado encontrar a sus padres biologicos?
– Dice que se lo planteo hace poco, pero que aun no ha hecho nada.
Grace se quedo pensando un momento.
– ?No le habra dicho por casualidad donde esta su certificado de nacimiento?
– Si. Esta en un archivador de su estudio en Dyke Road Avenue. En una carpeta que pone «Personal». ?Quiere contarme algo mas?
– De momento no -contesto Grace-. Pero gracias. Le comunicare lo que averigue.
Colgo y marco inmediatamente el numero del centro de investigaciones de la operacion Camaleon.
Capitulo 107
A pesar de estar desesperadamente cansado, Grace durmio de manera irregular. Se despertaba con el ruido mas minimo y no cogia el sueno hasta asegurarse de que provenia de fuera y no del interior de la casa de Cleo.
Su mente era un embrollo de pensamientos oscuros. Un MG quemado. Un tatuaje. Una mascara antigas. Un cadaver lleno de cangrejos, rodando en la espuma de las olas de la playa de Brighton, el rostro sonriente y alegre de Janet McWhirter en su despacho del DDL
«Investigar primero el entorno mas cercano.»