Otra pausa, esta mia. Terapeutica.

Se sorbio las narices durante toda ella.

– Lo siento, Denise -le dije-. Me gustaria poder quitarle todo ese dolor.

– Cojalo, metalo en una bolsa de la basura y tirelo por una cloaca -me pidio-. Coja el dolor de todo el mundo.

– ?No seria una gran cosa?

– Eso. -Una risita-. ?Que debo de hacer, doctor? Con Darren.

– ?Ha estado jugando… del modo en que jugaba en mi oficina?

– Eso es lo que deseo decirle -me contesto-, que no quiere. Le doy los coches y le digo lo que tiene que hacer, pero se limita a mirarlos y se echa a aullar.

– Si quisiera traermelo, me encantaria visitarlo -le dije-. O, si es demasiado conducir, podria darle la direccion de alguien mas cercano.

– No, no, todo eso era… No es tan lejos. Ademas, ?que otra cosa tengo que hacer durante todo el dia? Puedo conducir.

– Entonces, no dude en venir -le dije-. Podria verla manana, a primera hora.

– Aja, eso seria maravilloso.

Concertamos una cita.

– Es usted un buen hombre -me dijo-. Realmente sabe como ayudar a una persona.

Esto me dio los bastantes animos como para hacer la segunda llamada.

Las doce menos cinco, la pausa para comer.

– Doctora Small.

– Hola, Ada, soy Alex. ?Comiendo en la oficina?

– Queso fresco y frutas -me dijo-, hay que combatir a la tripita. Escucha, me alegra que me hayas llamado. Trate de hablar con Carmen Seeber, pero su numero ha sido desconectado y no hay informacion de otro nuevo.

– No te llamo por ella -le dije-. Te llamo por mi.

Su pausa terapeutica.

La maldita cosa funcionaba. Le dije:

– Muchas cosas se han estado amontonando. Me preguntaba si considerarias apropiado que fuera a verte para…

– Siempre me alegra verte, Alex -me informo-. ?Tienes tu alguna duda acerca de si es apropiado?

– En absoluto. No, eso no es cierto. Supongo que si lo dudo. Las cosas han cambiado entre nosotros. Resulta dificil salirse del rol del colega, el admitir que uno esta inerme.

– Tu no eres, ni con mucho, inerme, Alex. Solo lo bastante introspectivo como para darte cuenta de que no eres invulnerable.

– ?Introspectivo? -me rei-. Ni mucho menos.

– Me has llamado, ?no? Alex, entiendo lo que me estas diciendo… el alterar los roles puede parecer como dar un paso atras. Pero, desde luego, yo no lo veo asi.

– Te agradezco que me digas eso.

– Lo digo porque es cierto. No obstante, si tienes dudas, te puedo recomendar a otra persona.

– ?Empezar de cero? No, no desearia eso.

– ?Quieres tomarte algun tiempo para pensartelo?

– No, no. Lo mejor que puedo hacer es tirarme de cabeza, antes de que se me ocurra algun otro modo de volver a reconstruir mis defensas.

– De acuerdo, entonces todo esta claro. Dejame mirar mi agenda. -Sonido de paginas pasando-. ?Que tal manana a las seis? La oficina estara tranquila y no te encontraras con nadie que tu me hayas mandado.

– Las seis me va de maravillas, Ada. Te veo entonces.

– Estoy deseandolo, Alex.

– Tambien yo. Adios.

– ?Alex?

– ?Si?

– Lo que estas haciendo esta muy bien.

Jonathan Kellerman

***
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