La creacion del campo imaginario en el que se suspende el juicio moral fue una hazana de enorme alcance: solo en el pueden alcanzar su plenitud los personajes novelescos, o sea individuos concebidos no en funcion de una verdad preexistente, como ejemplos del bien o del mal, o como representaciones de leyes objetivas enfrentadas, sino como seres autonomos que se basan en su propia moral, en sus propias leyes. La sociedad occidental ha adquirido la costumbre de presentarse como la sociedad de los derechos del hombre; pero, antes de que un hombre pudiera tener derechos, tuvo que constituirse en individuo, considerarse como tal y ser considerado como tal; esto no habria podido producirse sin una larga practica de las artes europeas y de la novela en particular, que ensena al lector a sentir curiosidad por el otro y a intentar comprender las verdades que difieren de las suyas. En este sentido, Cioran esta en lo cierto cuando designa a la sociedad europea como la «sociedad de la novela» y cuando habla de los europeos como «hijos de la novela».
Profanacion
La desdivinizacion del mundo (
Explorar historica y psicologicamente los mitos, los textos sagrados, quiere decir: volverlos profanos, profanarlos. Profano viene del latin:
La tetralogia de Thomas Mann,
La novela de Mann fue recibida con unanime respeto; prueba de que la profanacion ya no era considerada una ofensa, sino parte de las costumbres. En los Tiempos Modernos, la increencia dejaba de ser sospechosa y provocadora, y, por su lado, la creencia perdia su certeza misionera o intolerante de antes. El impacto del estalinismo desempeno un papel decisivo en esta evolucion: al intentar borrar toda la memoria cristiana, dejo a las claras, brutalmente, que todos nosotros, creyentes o no creyentes, blasfemos o devotos, pertenecemos a la misma cultura arraigada en el pasado cristiano sin el cual no seriamos sino sombras sin sustancia, seres razonantes sin vocabulario, apatridas espirituales.
Fui educado como un ateo y me complaci en ello hasta el dia en que, en los anos mas negros del comunismo, vi como se vejaba a unos cristianos. De pronto, el ateismo provocador y festivo de mi primera juventud se esfumo como una necedad juvenil. Comprendia a mis amigos creyentes y, arrastrado por la solidaridad y la emocion, les acompanaba a veces a misa. Aun asi, no llegaba a la conviccion de que existe un Dios en cuanto ser que dirige nuestros destinos. De todos modos, ?que podia saber yo? Y ellos, ?que podian saber ellos? ?Estarian seguros de estar seguros? Me habia sentado en una iglesia con la extrana y dichosa sensacion de que mi no creencia y su creencia estaban curiosamente cercanas.
El pozo del pasado
?Que es un individuo? ?En que consiste su identidad? Todas las novelas buscan una respuesta a estas preguntas. En efecto, ?mediante que se define un yo? ?Por lo que hace un personaje, por sus actos? Pero la accion escapa a su autor, se vuelve casi siempre contra el. ?Por su vida interior, pues, por los pensamientos, por los sentimientos ocultos? Pero ?es capaz un hombre de comprenderse a si mismo? ?Pueden sus pensamientos ocultos servir de clave para su identidad? ?O es que el hombre se define por su vision del mundo, por sus ideas, por su
A esta busqueda sin fin Thomas Mann aporto su muy importante contribucion: pensamos actuar, pensamos pensar, pero es otro u otros los que piensan y actuan en nosotros: costumbres inmemoriales, arquetipos que, convertidos en mitos, transmitidos de una generacion a otra, poseen una inmensa fuerza de seduccion y nos teledirigen desde (como dice Mann) «el pozo del pasado».
Escribe Mann: «?Esta el “yo” del hombre estrechamente circunscrito y hermeticamente encerrado en sus limites camales y efimeros? ?No pertenecen acaso varios de los elementos que lo componen al universo exterior y anterior a el? […] La distincion entre el espiritu en general y el espiritu individual no se imponia antano a las almas con la misma fuerza que hoy…». Y anade: «Nos encontrariamos ante un fenomeno que estariamos tentados de calificar de imitacion o continuacion, una concepcion de la vida segun la cual el papel de cada uno consiste en resucitar determinadas formas, determinados esquemas miticos establecidos por los antepasados, y en permitir su reencarnacion».
El conflicto entre Jacob y su hermano Esau no es sino una nueva version de la antigua rivalidad entre Abel y su hermano Cain, entre el preferido por Dios y el otro, el negligente, el celoso. Este conflicto, este «esquema mitico establecido por los antepasados», encuentra su nuevo avatar en el destino del hijo de Jacob, Jose, que pertenece el tambien a la raza de los privilegiados. Movido por el inmemorial sentimiento de culpabilidad de los privilegiados, Jacob envia a Jose a reconciliarse con sus hermanos celosos (funesta iniciativa: estos lo tiraran a un pozo).
Incluso el sufrimiento, que es una reaccion aparentemente incontrolable, no es sino una «imitacion y continuacion»: cuando la novela nos informa acerca del comportamiento y de las palabras de Jacob deplorando la muerte de Jose, Mann comenta: «No era ese su modo habitual de hablar. […] Noe habia adoptado ya sobre el asunto del diluvio un lenguaje analogo o cercano, y Jacob se apropio de el. […] Su desesperacion se expresaba mediante formulas mas o menos reconocidas […] aunque no por ello haya que poner en absoluto en duda su espontaneidad». Observacion importante: la imitacion no quiere decir falta de autenticidad, ya que el individuo no puede dejar de imitar lo que ya tuvo lugar; por sincero que sea, no es sino una reencarnacion; por muy verdadero que sea, no es sino una resultante de las sugerencias y las exhortaciones que emanan del pozo del pasado.