Tened un buen dia, Dalbach.

Eadulf volvio a ver al hombre pasar por su angulo de vision y abrir la puerta.

– Que tengais suerte y encontreis a vuestro amigo mercante, Gabran -deseo Dalbach, a lo que el otro mascullo un «gracias».

La puerta se cerro. Eadulf espero un rato y luego se puso de rodillas y gateo hasta la pequena abertura. Vio a Gabran alejarse por el sendero y desaparecer bosque adentro. Contuvo un suspiro de alivio y se acerco a la escalera.

– ?Se ha marchado ya? -pregunto Dalbach con un susurro.

– Si, ya se ha ido -respondio Eadulf en voz baja desde arriba-. No se como agradeceros que no me hayais delatado. ?Por que?

– ?Por que? -repitio Dalbach.

Eadulf bajo por la escalera y se coloco a su lado.

– ?Por que me habeis protegido? Si ese tal Gabran es vuestro amigo, ?por que me habeis escondido de el? Ya habeis oido lo que ha dicho de mi: soy un asesino que no se detendra ante nada para escapar. Otro hombre se habria sentido amenazado con mi presencia.

– ?Habeis cometido los delitos que el os atribuye? -pregunto Dalbach sin ambages.

– No, pero…

– ?Habeis huido de la fortaleza de Coba y habeis matado a un hombre, como ha dicho?

– Di un golpe a un arquero, que le hizo perder el conocimiento, pero no he matado a ningun guardia. Aquel hombre pretendia matarme. Gabran en persona vino a decirme que podia marcharme con toda libertad. En cuanto puse el pie fuera de la fortaleza, intento abatirme.

Dalbach quedo en silencio, pensativo durante un momento. Entonces extendio una mano y le toco el brazo.

– Como he dicho antes, la ceguera no priva a un hombre de los demas sentidos. A menudo los agudiza. Os he dicho que confiaba en vos, hermano Eadulf -le dijo con gravedad-. En lo que respecta a Gabran, digamos que «amigo» no es la palabra mas adecuada para definirlo. Es un hombre que viaja por esta region de vez en cuando y pasa a verme alguna que otra vez. Como es mercader, en ocasiones me trae regalos de amigos. Ahora tomad asiento otra vez, hermano Eadulf: terminemos la comida y contadme vuestro plan de regreso a Fearna.

Eadulf volvio a sentarse.

– ?Mi plan? -pregunto, distraido todavia por la aparicion de Gabran.

– Antes de que viniera Gabran, estabamos hablando de vuestro plan para regresar a Fearna y encontraros con vuestra amiga de Cashel -le recordo Dalbach.

– Antes me gustaria saber algo mas de ese hombre. ?Habeis dicho que es mercader?

– Si, comerciante. Tiene su propio barco y navega a sus anchas por el rio.

– Estoy seguro de haberle visto una vez en la abadia de Fearna.

– Seguramente. Comercia regularmente con ellos.

– Pero ?por que se molesto en ir hasta la fortaleza de Coba para decirme que podia marcharme a voluntad. Pense que era uno de los hombres de Coba.

– Quizas el jefe de Cam Eolaing le pago para liberaros y luego abatiros -conjeturo Dalbach.

– Eso es lo que puede haber pasado -asintio Eadulf, que habia dado muchas vueltas al asunto-. Pero ?que necesidad tenia Coba de rescatarme de la abadia si pretendia matarme?

– Gabran ofrece sus servicios a cualquiera que este dispuesto a pagar, de manera que podria haberlo contratado otra persona. Sin embargo, es un misterio que tendreis que resolver. Yo solo puedo deciros que Gabran es muy conocido en toda la ribera.

– Habeis dicho que pasa con frecuencia por aqui.

– Debe de tener parientes en las colinas.

Eadulf mostro interes por aquella suposicion y asi lo expreso.

– A menudo baja de sus visitas en las colinas con muchachas. Me figuro que son familiares que le acompanan hasta el rio para despedirse.

– ?Os lo figurais? ?No os las presenta?

– Se quedan en el bosque cuando viene a verme, pero yo oigo las voces a distancia. Hace una parada aqui para tomar un refrigerio… siempre tengo aguamiel a mano.

– ?Nunca vienen con el a la cabana?

– Nunca -confirmo Dalbach-. Bueno, ?que pensais hacer con respecto a vuestro viaje? A juzgar por la visita de Gabran, sugeriria que no os demorarais. Estoy seguro de que, si en vez de Gabran, hubiera sido mi primo de Fearna, no habriais pasado desapercibido.

– Quiza sea una imprudencia permanecer aqui mas de lo necesario -asintio Eadulf.

– En tal caso, debeis llevaros ropa y un sombrero para pasar inadvertido.

– Sois muy amable, Dalbach.

– No es amabilidad; bien que los sabios nos ensenan a tratar con buena voluntad la miseria del projimo. Yo obtengo satisfaccion de aportar mi grano de arena a favor de la justicia -sentencio y se levanto-. Acompanadme y os mostrare donde guardo ropa de sobra y asi podais elegir las prendas que deseeis para el viaje. ?Ya habeis pensado en como llegareis a Fearna?

– ?En como llegare?

– En la ruta que tomareis para llegar a la ciudad. Me consta que el obispo y brehon Forbassach es un hombre listo. Quiza deduzca que intentareis poneros en contacto con vuestra amiga, sor Fidelma, y que monte la guardia en el camino de Cam Eolaing por si lo tomais. Lo mejor sera que os encamineis hacia el norte, a traves de las montanas, y que accedais a Fearna por el camino del norte. Nunca se les ocurrira que vayais a llegar desde esa direccion.

Eadulf considero la sugerencia y dijo al fin:

– Es una buena idea.

– Sera una noche fria, asi que procurad no quedaros en las montanas. En la iglesia de la Santisima Brigida hay un santuario no muy grande; esta sobre la ladera sur de la Montana Gualda. Tened presente el lugar. El padre superior, el hermano Martan, es muy bondadoso. Mencionad que yo os envio y os proporcionara una cama caliente y comida.

– Lo tendre presente. Habeis sido un buen amigo para un alma sin amigos, Dalbach.

– Como dice el lema, justitia omnibus. Justicia para todos o justicia para nadie - respondio Dalbach.

* * *

La esplendida y rasa manana de otono que se habia levantado, pese a la cruda helada, se habia convertido en un tipico dia triste y gris. El viento del sudoeste habia transportado nubes de tormenta blancas y argentadas que anunciaban precipitaciones. Las primeras nubes eran elevadas y tenues como la cola de una yegua, y se habian desarrollado hasta formar una capa lechosa que en doce horas o menos traeria lluvia, como bien sabia Fidelma.

En compania de Dego y Enda, habia cabalgado por la orilla del rio rumbo a Cam Eolaing. En un par de ocasiones, se habian detenido para saludar a marineros que pasaban y para preguntarles acerca de Gabran. Al parecer, nadie habia visto su barco, el Cag, rio abajo, por lo que cabia deducir que estaba amarrado en Cam Eolaing.

Cam Eolaing era una curiosa confluencia de rios y arroyos en un valle. Alli donde buena parte de las aguas concurrian, se ensanchaban formando casi un lago en el que habia una serie de islas, que no estaban habitadas porque eran bajas y pantanosas. Al norte y al sur, las colinas protegian el valle. En la orilla norte, situada estrategicamente en la colina, una fortaleza dominaba el valle. Fidelma supuso que era la de Coba, donde habia dado asilo a Eadulf el dia anterior.

Mas alla del lago, descendia otra franja de agua procedente del este, cuyo nacimiento quedaba oculto entre las escarpadas elevaciones. Cam Eolaing dominaba por el oeste el acceso a la campina montanosa. A los pies de la fortaleza, diseminadas por la ribera, habia varias cabanas, sobre todo hacia el norte.

Fidelma sugirio que hicieran un alto en el camino para que Dego fuera a preguntar sobre Gabran y su barco a

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