que el cristianismo, en el fondo, era una especie de fraude. Tendria que terminar compartimentando mi mente, con la fe en una parte y la verdad en la otra. ?Y que escribiria yo sobre mi Jesus? No tenia ni idea. Pero las perspectivas eran interesantes: pudo ser un progresista, pudo estar casado, tener hijos, ser homosexual o que se yo que mas. Pero, antes de escribir una sola palabra, tenia que completar mi investigacion.

Estos eruditos escepticos parecian tremendamente seguros de si mismos.

Basaban sus libros en ciertas afirmaciones sin molestarse en analizar dichas afirmaciones. ?Como iban a equivocarse? Los eruditos judios exponian sus teorias con mucho esmero. Sin duda, Jesus fue simplemente un judio observante o un judio hasidico que acabo siendo crucificado. Fin de la historia.

Lei, lei y lei. A veces, durante la lectura, me parecia estar andando por el valle de la sombra de la muerte. Pero segui adelante, dispuesta a correr cualquier riesgo. Tenia que saber quien era Jesus; mejor dicho, si alguien lo sabia, yo necesitaba saber que sabia esa persona.

Aunque no puedo leer las lenguas antiguas, si puedo seguir la logica de una argumentacion; ver las notas al pie y las referencias bibliograficas; ir al texto biblico en ingles. Puedo cotejar todas las traducciones que tengo a mi disposicion, y tengo todas aquellas cuya existencia conozco, desde Wycliffe hasta Lamsa, incluidas la New Annotated Oxford Bible y la vieja English King James, que adoro. Tengo la antigua traduccion catolica asi como todas las traducciones literarias que he podido encontrar. Tengo traducciones insolitas que los entendidos no mencionan, como la de Barnstone y Schonfield. He comprado hasta la ultima traduccion por si podia arrojar alguna luz sobre algun pasaje oscuro, por breve que este fuera.

Lo que poco a poco vi con claridad fue que muchos de los argumentos escepticos -argumentos que insistian en que los Evangelios eran por lo general sospechosos, o que fueron escritos demasiado tiempo despues para tratarse de relatos de un testigo fiable- pecaban de incoherentes. No eran elegantes. Todo cuanto hacia referencia a Jesus estaba lleno de especulaciones. Algunos de esos libros no eran mas que suposiciones basadas en suposiciones. De un dato insignificante, o de ninguno en absoluto, se sacaban conclusiones absurdas.

En suma, toda esa historia acerca de un Jesus no divino que llego casualmente a Jerusalen y fue crucificado por no se sabe quien y que nada tuvo que ver con la fundacion del cristianismo y que se habria horrorizado de haberlo sabido -toda esa imagen que flotaba en los circulos progresistas que frecuente como atea durante treinta y cinco anos-, ese argumento no habia sido expuesto. Es mas, descubri aqui algunos de los textos mas malos y mas tendenciosos que he leido nunca.

Apenas encontre una sola teoria esceptica que fuera convincente, y los Evangelios, despedazados por los criticos, perdian toda intensidad al ser reconstruidos segun los diversos teoricos. El Evangelio no era fiable considerado como testimonio historico de «comunidades» posteriores.

No me deje convencer por los alocados supuestos de quienes afirmaban ser hijos de la Ilustracion. Y habia intuido tambien otra cosa. A muchos de estos eruditos, gente que aparentemente habia dedicado su vida al estudio del Nuevo Testamento, les disgustaba Jesucristo. Algunos se compadecian de el tildandolo de fracasado. Otros se mofaban simplemente, y otros mas sentian por Jesus mero desprecio. Eran cosas que estaban entre lineas, que afloraban a la personalidad de los textos.

Nunca habia encontrado tal grado de implicacion emocional en ningun otro campo de estudio, al menos a este nivel. Era desconcertante.

La gente que se dedica a los estudios isabelinos no se propone demostrar que la reina Isabel I era una estupida. No sienten antipatia por ella. No hacen comentarios burlones ni dedican toda su carrera a destrozar la reputacion historica del personaje. Es mas, ni siquiera aplican esta antipatia, este recelo o este desden a otras figuras isabelinas. Y si lo hacen, es, porque la persona en cuestion no es el objeto principal del estudio. Si, por supuesto, de vez en cuando alguno se centra en la figura de un villano, pero por regla general el autor acaba abogando por las buenas cualidades del villano o por su lugar en la historia, o por alguna circunstancia atenuante, que redime al texto en si. Es cierto que quienes estudian las catastrofes de la historia pueden mostrarse muy criticos con los gobernantes de la epoca, pero no es habitual pasarse media vida en compania de figuras historicas por las que se siente desprecio.

En cambio, hay estudiosos del Nuevo Testamento que detestan y desprecian a Jesucristo. Por supuesto, estamos en un campo profesional que goza de entera libertad; nos beneficiamos de la ingente cantidad de estudios biblicos a los que tenemos acceso y al sinfin de aportaciones. No estoy abogando por la censura. Pero quizas estoy abogando por la sensibilidad en nombre de quienes leen estos libros. Quizas estoy abogando por un poco de precaucion en lo que se refiere a este campo en general. Lo que parece terreno firme puede no serlo en absoluto.

Habia otra cuestion que me inquietaba mucho.

Todos estos escepticos insistian en que los Evangelios eran documentos tardios, que las profecias que contienen habian sido escritas tras la caida de Jerusalen. Pero cuanto mas leia sobre este ultimo hecho, menos lo entendia.

La caida de Jerusalen fue espantosa y entrano una tremenda guerra, un desgarrador conflicto que duro anos en Palestina, seguido de nuevas revueltas y persecuciones y leyes punitivas. Mientras leia sobre este hecho historico en las paginas de S. G. E Brandon, y en Josefo, me quede asombrada por los detalles de esta catastrofe en la que el mayor templo de la antiguedad fue destruido para siempre.

Yo nunca habia confrontado estos hechos anteriormente, nunca habia tratado de asimilarlos. Y ahora me parecia imposible que los autores del Evangelio no hubieran incluido la caida del Templo de Jerusalen en su obra, si como los criticos insisten la habian escrito despues.

No tenia, y no tiene, ningun sentido.

Estos autores pertenecian a un culto judeocristiano. Eso era el cristianismo; y la historia medular del judaismo tiene que ver con la redencion, redencion de Egipto y de Babilonia. Y antes de Babilonia hubo una caida de Jerusalen a raiz de la cual los judios fueron llevados a Babilonia. Y tenemos aqui esta horrible guerra. Si hubieran sido testigos, ?no habrian escrito sobre ella los autores cristianos? ?No habrian visto en la caida de Jerusalen un eco de la conquista babilonica? Por supuesto que si. Ellos escribian para judios y gentiles.

Por el modo en que los escepticos descartaban este tema, se entiende que supusieron que los Evangelios eran documentos tardios debido a las profecias que aparecen en ellos. Esto no convence a nadie.

Antes de dejar de lado el asunto de la guerra de los judios y la caida de Jerusalen, quiero hacer una sugerencia. Cuando los estudiosos judios y cristianos empiecen a tomarse en serio esta guerra, cuando empiecen realmente a estudiar lo que sucedio durante los terribles anos del asedio a Jerusalen, la destruccion del Templo y las revueltas que siguieron en Palestina durante todo el Bar Kokhba, cuando se centren en la persecucion que padecieron los cristianos en Palestina por parte de los judios, en la guerra civil en Roma durante la sexta decada de nuestra era -tan bien descrita por Kenneth L. Gentry en su obra Before Jerusalem Fell-, asi como en la persecucion de judios en la Diaspora durante ese periodo, en suma, cuando toda esta epoca oscura sea puesta a la luz del analisis serio, los estudios biblicos cambiaran.

Ahora mismo, los expertos descuidan o ignoran sin mas las realidades de dicho periodo. A algunos les parece un engorro de hace dos mil anos, y no estoy segura de entender por que.

Sin embargo, estoy convencida de que la clave para comprender los Evangelios es que fueron escritos antes de que todo esto sucediera. Por eso fueron preservados a pesar de que se contradecian: venian de una epoca que quedo, para los ultimos cristianos, irremisiblemente perdida.

Mientras perseveraba en mi investigacion, descubri un autor que se diferenciaba mucho de la obra de los escepticos: John A. T. Robinson, y en concreto su libro The priority of John. Leyendo sus descripciones, que tomaban muy en serio las palabras del Evangelio, vi lo que le ocurria a Jesus en el texto de Juan.

Fue un punto de inflexion. Pude acceder al Cuarto Evangelio y ver a Jesus vivo y en movimiento. Y lo que finalmente me quedo claro a partir de los Evangelios fue su peculiar coherencia, la personalidad de sus autores, la impronta inevitable de cada autor individual.

Por supuesto, John A. T. Robinson explicaba mucho mejor de lo que podria hacerlo yo su teoria de unos Evangelios escritos en fecha temprana. Lo hizo brillantemente en 1975, y luego puso a prueba a los eruditos progresistas y sus suposiciones en Redating the New Testamenta pero lo que decia es tan cierto ahora como cuando escribio esas palabras.

Despues de Robinson, hice muchos y grandes descubrimientos, entre ellos Richard Bauckham, quien en The Gospelsfor all Christians refuta con contundencia la idea de que los Evangelios surgieron de comunidades aisladas y demuestra lo que es evidente: que se escribieron para ser divulgados y leidos por todos.

La obra de Martin Hengel echa por tierra todo tipo de hipotesis, y sus logros son enormes. Sigo estudiando

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