que las masas vivian de la limosna.

Fue una maravillosa velada, pero no sali de alli convencida de haber comprendido realmente lo que paso.

La historia de la Iglesia catolica me habia hecho consciente de nuestra herencia cultural, aunque me la explicaron muy pronto y fuera de contexto; y yo queria conocer el contexto, por que las cosas fueron como fueron.

Una vez, siendo una nina de once anos o menos, me encontraba tumbada en la cama de mi madre, tratando de leer uno de sus libros. Encontre una frase que decia que la Reforma protestante dividio culturalmente Europa por la mitad. Me parecio absurdo y le pregunte a ella si eso era verdad. Mi madre dijo que si. Nunca lo he olvidado. Toda mi vida he querido saber que significaba.

En 1993 me sumergi en ese primer periodo, y por supuesto retrocedi todavia mas, a la historia de Sumer y Babilonia y todo Oriente Medio, y de Egipto, que ya habia estudiado en la universidad. Lei textos especializados de arqueologia como si fueran novelas policiacas en busca de pautas, me embelese con la historia de Gilgamesh y con detalles como la herramienta de albanileria que las estatuas de algunos reyes antiguos sostenian en sus manos.

Por esa epoca escribi dos novelas que reflejan bien lo que estaba haciendo.

Pero me sucedio algo que probablemente no esta registrado en ningun libro.

Me tope con un misterio sin solucion, un misterio tan inmenso que renuncie a intentar encontrarle una explicacion porque el misterio en si resultaba imposible de creer. El misterio era la supervivencia de los judios.

Sentada en el suelo de mi despacho, rodeada de libros sobre Sumer, Egipto, Roma, etcetera, y de cierto material esceptico sobre Jesus que habia caido en mis manos, no fui capaz de comprender como estas personas habian resistido como el gran pueblo que eran.

Fue este misterio lo que me acerco de nuevo a Dios; puso en marcha la idea de que, en efecto, Dios podia existir. Y cuando eso ocurrio, crecio en mi el inmenso deseo de volver a la mesa del banquete. En 1998 retorne a la Iglesia catolica.

Pero, incluso entonces, yo no me habia acercado aun a la pregunta de Jesucristo y el cristianismo. Si, lei la Biblia, completamente pasmada ante su variedad, su poesia, sus asombrosos retratos de mujeres, la inclusion de extranos y a menudo sangrientos y violentos detalles. Cuando estaba deprimida, cosa que me sucedia con frecuencia, alguien me leia la Biblia, a menudo traducciones literarias del Nuevo Testamento, esto es, las traducciones de Richmond Lattimore que son maravillosamente literales y hermosas y reveladoras, y que reabren el texto.

En 2002 decidi concentrarme unica y exclusivamente en responder a las preguntas que me habian inquietado toda mi vida. La decision la tome en julio de ese ano. Leia la Biblia constantemente, a veces incluso le leia a mi hermana fragmentos en voz alta, y me sumergi en el Antiguo Testamento, decidiendo que me dedicaria por completo a tratar de entender a Jesus y el proceso del que surgio el cristianismo.

Queria escribir la vida de Jesucristo. Eso lo sabia desde hacia anos. Pero ahora estaba preparada para ello. Preparada para renir con mi carrera. Queria escribir el libro en primera persona. Era lo unico que importaba. Consagre el libro a Cristo.

Me consagraba yo misma, y mi trabajo, a Cristo. No sabia muy bien como iba a hacerlo. Ni siquiera entonces tenia idea de como iba a ser mi personaje de Cristo. Habia asimilado muchas nociones modernas acerca de Jesus, como que se habia hecho demasiada propaganda a su favor, que los Evangelios eran documentos tardios, que en realidad no sabiamos nada sobre el, que el movimiento del cristianismo estuvo marcado por la violencia y las disputas ya desde un principio. Habia comprado muchos libros sobre el tema, y mis estanterias estaban repletas de ellos.

Pero la verdadera investigacion comenzo en julio de 2002. En agosto me fui a mi apartamento en la playa para escribir el libro. Que ingenuidad. No tenia la menor idea de que habia entrado en un campo de investigacion donde nadie esta de acuerdo en nada, se trate del tamano de Nazaret, del nivel economico de la familia de Jesus, de la postura judia de los galileos en general, del motivo por el que Jesus adquirio celebridad, de la razon por la que fue ejecutado, o de por que sus seguidores se dispersaron por todo el mundo.

En cuanto a la magnitud del ambito de trabajo, practicamente no tenia limites. Los estudios sobre el Nuevo Testamento incluian todo tipo de obras, desde libros escepticos que ponian en duda que Jesus tuviera el menor valor para la teologia, hasta libros que refutaban concienzudamente las objeciones de los escepticos con notas al pie que ocupaban media pagina. La bibliografia era interminable. En ocasiones, las disputas ocasionaban rencor.

Y, en cuanto a los materiales de referencia para el siglo I, unos consideraban los Evangelios como fuentes secundarias mientras otros los consideraban primarias; por otra parte, la historia de Josefo y las obras de Filo eran sometidas a un analisis exhaustivo y se debatia sobre su importancia o su validez, e incluso sobre si contenian algo de verdad.

Luego estaba el asunto de los rabinos. ?Podian dar la Mishna, la Tosefta y los Talmuds una imagen precisa del siglo I? ?Mencionaban realmente a Jesus? Y si no, daba lo mismo, porque tampoco mencionaban a Herodes, que construyo el Templo.

Habia material como para perderse irremisiblemente.

Pero permitaseme volver atras. En 1999 mi editora y mentora de muchos anos me habia enviado por correo un ejemplar de Jesus of Nazaret, King of the Jews, de Paula Fredriksen. Yo habia leido buena parte de este libro, donde Fredriksen recreaba estupendamente el entorno judio en el que debio de moverse Jesus de nino en Nazaret, apuntando la posibilidad de que hubiera visitado el Templo de Jerusalen con su familia con motivo de la Pascua judia.

Fredriksen hacia mucho hincapie en que Jesus era judio, y en que habia que tener en cuenta esto a la hora de escribir sobre el o de pensar en el. Esa fue al menos la intencion que yo vi.

Ahora, seis anos despues, he escrito un libro que sin duda se inspira en esa escena escrita por Fredriksen, y no puedo por menos de darle humildemente las gracias y reconocer la influencia que ejercio en mi.

Mis creencias, por descontado, estan en el polo opuesto de las de Fredriksen, como prueba mi novela. Pero fue Fredriksen quien me puso en el buen camino en el sentido de explorar a Jesus en tanto que judio, y fue a partir de ahi que mi investigacion tomo la senda correcta.

Pero volvamos al ano 2002. Mientras yo me ponia a trabajar en serio, un dia recibi una llamada de mi marido. Empezaba a tener los primeros sintomas de un tumor cerebral, del que moriria en menos de cuatro meses.

Llevabamos casados cuarenta y un anos. Tras mi vuelta al catolicismo, el habia aceptado casarse conmigo en la vieja y enorme iglesia de mi infancia, y que un primo mio sacerdote oficiara la ceremonia. Fue una maravillosa concesion viniendo de un ateo militante. Pero mi esposo, por amor, accedio.

Cuarenta y un anos. Y ya no estaba conmigo. ?Debo entender como un regalo el hecho de haber tenido un objetivo claro antes de que se produjera la tragedia, un objetivo que me ayudaria a superarla? Lo ignoro. Pero si se que durante las ultimas semanas, mi marido, cuando estaba consciente, se volvio un santo; expresaba su amor por cuantos le rodeaban, comprendia a personas a las que no habia comprendido nunca; quiso que se hicieran regalos a aquellos que le ayudaban en su enfermedad.

Antes de eso habia conseguido pintar, aun estando medio paralizado, tres cuadros asombrosos. No puedo dejar de mencionarlo. Luego, pasado ese periodo de amor y comprension, cayo lentamente en un estado de coma hasta que fallecio.

Dejo mas de trescientos cuadros, todos hechos en un periodo de quince anos, asi como muchos libros de poesia -la mayoria publicados a lo largo de esos mismos anos- y millares de poemas ineditos. Su galeria conmemorativa sera pronto trasladada de Nueva Orleans a Dallas (Tejas), su ciudad natal.

Mi investigacion continuo durante la ultima fase de su enfermedad. Mis libros me dieron fuerzas. Yo le contaba lo que estaba escribiendo, y a el le parecia maravilloso. Me hacia encendidos elogios.

Desde su muerte, en diciembre de 2002, hasta 2005, he estudiado el periodo del Nuevo Testamento, y ahora continuo estudiandolo. Leo sin cesar, dia y noche.

Mis lecturas abarcaron todo tipo de escritos criticos escepticos, pero he bebido con voracidad y enorme placer en las fuentes de Josefo y Filo.

Dado que empece sumergiendome en la postura critica, la que toma el relevo de los primeros escepticos de la Ilustracion especializados en el Nuevo Testamento, esperaba descubrir que sus argumentos serian muy solidos, y

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