un destacado politico de la zona, ahora ya fallecido, las autoridades decidieron no someterla a un segundo juicio y la pusieron en libertad.

– No lo creo -protesto Collins.

Tynan y la sala de conferencias habian quedado como desenfocados ante sus ojos, y Collins se esforzo por recuperar el dominio de si.

– Si tiene usted alguna duda -prosiguio Tynan friamente-, estos documentos se la disiparan. -Tomo unos papeles de la carpeta y los coloco cuidadosamente frente a Collins.- Es un resumen del caso, basado en los sumarios judiciales y con el correspondiente numero de identificacion. Y unas fotocopias de tres recortes de periodico. Reconocera en ellas a Karen Rowley. Ahora vayamos al meollo de la cuestion… -Collins hizo caso omiso de los papeles que tenia delante y siguio mirando a su adversario en espera de que este le revelara cual era el fondo de todo aquello y Tynan anadio:- El jurado no declaro culpable a su esposa. Pero tampoco la declaro inocente. Se pasaron cuatro dias discutiendo sin conseguir resolver sus diferencias y llegar a un veredicto. Se declararon en desacuerdo. Tal como usted sabe mucho mejor que yo, ello deja el caso sin resolver y arroja una sombra de duda sobre el comportamiento de su esposa. Ese es el punto que me intereso. Les ordene a nuestros agentes que investigaran mas profundamente. Y asi lo hicieron. Reconstruyeron el asesinato, interrogaron nuevamente a los testigos… y, en el transcurso de sus investigaciones, consiguieron dar con una nueva pista, una pista que ha resultado ser muy valiosa. No acierto a comprender como es posible que las autoridades locales la pasaran por alto. Pero es que a veces esa gente es muy descuidada. Como usted sabe, el FBI jamas lo es.

Collins espero sin hacer comentario alguno.

– Hemos descubierto a un nuevo testigo, un testigo que entonces se paso por alto. Se trata de una mujer que afirma haber visto a Karen Rowley… o Karen Grant o Karen Collins, como usted prefiera; un testigo presencial que afirma haber escuchado un altercado en cuyo transcurso Karen le dijo a Rowley que desearia matarle. La testigo decidio alejarse de la casa de los Rowley, pero, al hacerlo, pudo ver fugazmente a Karen empunando un arma, de pie junto al cuerpo de su marido. -Tynan se detuvo.- Y aun hay mas -anadio bajando la voz-. Me molesta tener que decirselo, aunque, de todos modos, saldria a la luz en el caso de que la testigo fuera llamada a declarar antes los tribunales. Es bastante desagradable…

Collins advirtio como una opresion en el pecho, pero siguio guardando silencio.

Tynan prosiguio eligiendo lentamente las palabras.

– Muchos fines de semana, su esposa solia acudir sola a visitar a su padre. O, por lo menos, eso decia ella. Al final, Rowley, su marido, empezo a sospechar. Mando que la siguieran. Y se entero… no se como decirselo… se entero de que Karen participaba activamente en las orgias de un grupo de Houston. Se reunian, se desnudaban y se entregaban a orgias sexuales. Y ella participaba… a veces con varios hombres, a veces con mujeres, relaciones sexuales normales, perversiones… no quiero entrar en detalles, pero…

– ?Eso es una sucia mentira y usted lo sabe! -grito Collins medio levantandose del sillon.

Tynan no se inmuto.

– Ojala lo fuera, pero no lo es. Nuestra testigo oyo a Rowley acusar a Karen de todo eso. -Su mano se acerco a la carpeta. -?Quiere usted leer la declaracion que ha formulado la testigo en privado?

– No, muchas gracias.

– Sea como fuere, al terminar la escena, la testigo oyo un disparo de arma de fuego y pudo ver fugazmente a Karen de pie junto al cuerpo de Rowley. -Tynan estudio brevemente a Collins y, a continuacion, siguio hablando.- Ahora bien, esta testigo no declarara por su libre voluntad. No quiere meterse en lios. Pero, en caso de que se obligara a declarar bajo juramento, lo haria. Ello se traduciria en un segundo juicio. Y esta vez no es probable que el jurado se declarara en desacuerdo. No obstante, tengo el gusto de informarle de que no permiti que mis colaboradores sometieran estas nuevas pruebas a la consideracion del fiscal de distrito de Forth Worth. Me parecio que no seria correcto sin antes consultarselo a usted. Ademas, a pesar de las… las debilidades de su esposa… solo Dios sabe que pudo inducirla a comportarse como lo hizo… yo siento cierta simpatia por la senora Collins. Su marido era un sujeto sin escrupulos. Iba por su dinero, por el dinero de su padre, y la exploto. Es probable que la amenazara con revelar sus extravios sexuales con el fin de sacarle mas dinero. Algunos tal vez opinaron que tuvo motivos mas que sobrados para hacer lo que hizo. Eso pense yo precisamente al ordenar que se detuvieran las pruebas. Finalmente, y tal vez sea esta la consideracion mas importante, preferiria no tener que poner en un aprieto a un miembro de la administracion, a un miembro del equipo del presidente, en unos momentos tan cruciales como los que estamos viviendo. Creo que lo comprendera usted. Creo que todas las personas relacionadas con este asunto va han sufrido bastante y que no es necesario exponerlo todo de nuevo a la luz publica. En determinadas circunstancias, todo ello podria quedar olvidado facilmente.

Collins estaba asqueado. Y no solo por la informacion acerca de Karen y por la amenaza que pesaba contra esta, sino tambien por el descarado chantaje a que Tynan le estaba sometiendo. La repugnancia que experimentaba hacia aquel hombre le estaba quemando por dentro. Hasta entonces, jamas se hubiera considerado capaz de matar a un ser humano. En aquellos momentos, sin embargo, hubiera deseado apretarle a Tynan el cuello con sus propias manos. Pero se impuso la cordura.

Collins permanecio sentado en silencio, temblando solo por dentro. Al final, consiguio hablar.

– ?Dice usted que estaria dispuesto a olvidar en determinadas circunstancias?

– Exactamente.

– ?Y cuales serian esas circunstancias? ?Que desea usted de mi?

– Solo su colaboracion, Chris -repuso Tynan amablemente-. Muy poca cosa, en realidad. Digamos que lo que desearia de usted es su promesa de que permanecera en el equipo con el presidente y conmigo y seguira apoyando la Enmienda XXXV hasta el final. Lo que no desearia de usted seria un comportamiento destructivo, como, por ejemplo, su dimision en estos momentos o una declaracion publica en la que se manifestara en contra de la enmienda. Este es el precio. Muy razonable, creo.

– Comprendo -dijo Collins observando como Tynan cerraba la carpeta y se la volvia a guardar en la cartera de documentos-. ?No va usted a permitirme que vea el resto de las pruebas?

– Las guardare yo, para mas seguridad. Le he dicho lo suficiente. Tiene usted a su esposa. Ella le podra contar lo que yo no le haya dicho.

– No, me refiero al nombre de la testigo que ustedes han descubierto. Quisiera saber eso, por lo menos.

– Creo que no es posible, Chris -dijo Tynan sonriendo-. Si quiere ver a la testigo, tendra que ser en una sala de justicia. -Cerro la cartera.- Me parece que ya le he dicho todo lo que tenia que decirle. Dispone usted de suficientes datos. De usted dependera lo que ocurra a partir de ahora.

– Vernon, es usted el peor hijo de puta que jamas me he echado a la cara.

Tynan siguio sonriendo.

– No creo que mis padres se mostraran de acuerdo. Si tengo algun defecto -dijo muy serio- es el de amar demasiado a mi pais. Si usted tiene algun defecto, es el de amar un poco menos a su pais. Y es por mi pais por lo que le pido que adopte ahora una decision.

Collins le dirigio una mirada de odio. Al final, desistio de seguir luchando, se dio por vencido, y se hundio en su asiento.

– De acuerdo -dijo con voz cansada-, usted gana. Repitamelo de nuevo… ?que desea exactamente que haga?

Habia sido la primera vez desde que se habia casado que no habia deseado regresar a casa junto a su esposa.

Tras la marcha de Tynan, no habia logrado seguir trabajando, pero habia permanecido deliberadamente hasta muy tarde en el Departamento de Justicia porque deseaba estar solo y pensar. Se habia estado debatiendo entre sentimientos contradictorios. Se habia escandalizado al conocer los antecedentes de Karen. Estaba decepcionado porque esta le habia ocultado los detalles de su reciente pasado. No sabia si era culpable o inocente de la muerte de su marido (un jurado habia deliberado durante cuatro dias enteros y no habia conseguido establecer su inocencia). Temia que resultara perjudicada ahora que Tynan estaba dispuesto a abrir de nuevo el caso.

Habia tratado de rechazar la imagen que Tynan le habia ofrecido de la secreta vida sexual de Karen. Las orgias de personas desnudas. La promiscuidad. La cadena de perversiones.

Collins no lo creia. Ni una sola palabra. Pero las imagenes persistian y no lograba apartarlas de su mente.

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