su sacrificio.
– Hay una parte de mi -confeso Dave- que nunca salio de aquel coche, Jimmy. Tal y como tu dijiste. Otra persona regreso al barrio vestida con la ropa de Dave, pero no era el Dave verdadero. Dave todavia seguia en el sotano.
Jimmy hizo un gesto de asentimiento, y cuando alzo -la cabeza, Dave se dio cuenta de que tenia los ojos humedos y vidriosos, llenos de compasion, quiza incluso de amor.
– Entonces, ?fue por ese sueno? -pregunto Jimmy en un susurro.
– Si -respondio Dave, y sintio la frialdad de su mentira que se esparcia por todo su estomago, volviendose tan intensa que penso que tal vez estuviera hambriento, pues hacia tan solo unos minutos que acababa de vaciar sus tripas en el rio Mystic.
No obstante, era un frio diferente, distinto a cualquiera que hubiera sentido antes. Un frio helado. Tan frio que era casi caliente. No, era caliente. Era una sensacion abrasadora que le bajaba por la ingle, le subia por el pecho y le cortaba la respiracion.
Por el rabillo del ojo, vio como Val Savage daba un salto y gritaba:
– Si, eso mismo es de lo que yo estoy hablando.
Le miro a los ojos. Jimmy, que movia los labios con demasiada rapidez y lentitud a la vez, dijo:
– Si enterramos nuestros pecados aqui, Dave, los purificaremos. Dave se sento y observo como la sangre le brotaba y le goteaba por encima de los pantalones. Era su propia sangre, y cuando se llevo la mano al abdomen, se percato de que tenia una raja que iba de un extremo a otro.
– Me has mentido -protesto.
Jimmy, agachandose junto a el, le pregunto:
– ?Como dices?
– Que me has mentido.
– ?Ves como se le mueven los labios? -exclamo Val-. ?Esta moviendo los labios!
– ?Ya lo veo, Val!
Dave sintio como la certeza le invadia, y era la certeza mas desagradable a la que jamas se habia tenido que enfrentar. Era mezquina e indiferente. Era cruel, y consistia solo en saber que se estaba muriendo.
«No hay vuelta atras. No puedo hacer trampas y escaparme de esta. No puedo suplicar que me perdonen ni esconderme tras mis secretos. No hay ninguna esperanza de que me indulten por compasion. Compasion, ?de quien? A nadie le importa. A nadie le importa. Pero a mi si, a mi me importa y mucho. Y no es justo. Soy incapaz de atravesar ese tunel completamente solo. Por favor, no lo permitas. Por favor, despiertame. Quiero despertarme. Quiero sentirte, Celeste. Quiero que me estreches entre tus brazos. Todavia no estoy preparado.»
Se esforzo por ver con claridad, al tiempo que Val le entregaba algo a Jimmy y este lo ponia en la frente de Dave. Estaba frio. Era un circulo de frescor y de amabilidad que le aliviaba de su ardiente sensacion.
«?Espera! ?No, no, Jimmy! Ya se lo que es. Atisbo el gatillo. ?No, no, no, no! ?Mirame! ?Fijate en mi! ?No lo hagas, por favor! Si me llevas al hospital, me curaran y no morire. ?Te lo suplico, Jimmy, no aprietes el gatillo! ?Te he mentido, por favor, no lo hagas! ?Aun no estoy preparado para que me metan una bala en el cerebro! Nadie lo esta. ?Por favor, no lo hagas!»
Jimmy dejo de apuntarle con la pistola.
– Gracias -dijo Dave-. Gracias, gracias.
Dave se echo hacia atras y vio como los rayos de luz brillaban sobre el puente, atravesando la negrura de la noche, resplandecientes. «Gracias, Jimmy. De ahora en adelante me voy a portar bien. Me has ensenado algo. De verdad que lo has hecho. Te dire lo que me has ensenado tan pronto como recupere el aliento. Sere un buen padre. Sere un buen marido. Lo prometo. Juro que…»
– ?Bien, ya esta! -exclamo Val.
Jimmy observo el cuerpo de Dave, el corte que le atravesaba el abdomen, el agujero de bala que le habia perforado la frente. Se desprendio de los zapatos de una patada y se quito la chaqueta. A continuacion, se saco el sueter de cuello alto y los pantalones color caqui que se habian manchado de la sangre de Dave. Se despojo del chandal de naiIon que llevaba debajo y lo lanzo a la pila que habia junto al cuerpo de Dave. Oyo como Val colocaba los bloques de hormigon y una cadena en el bote de Huey, y luego Val regreso con una gran bolsa de basura verde. Debajo del chandal, Jimmy llevaba una camiseta y pantalones vaqueros; Val saco un par de zapatos de la bolsa de basura y se los lanzo. Jimmy se los puso y comprobo que no hubiera ningun rastro de sangre en la camiseta y en los vaqueros. No habia ni una sola mancha. Ni siquiera el chandal se habia manchado.
Se arrodillo junto a Val y metio su ropa dentro de la bolsa de basura. Despues llevo la navaja y la pistola hasta uno de los extremos del muelle y los tiro uno tras otro al centro del rio Mystic. Podria haberlos colocado dentro de la bolsa junto con la ropa, y lanzarlos mas tarde desde el bote con el cuerpo de Dave, pero, por el motivo que fuera, necesitaba hacerlo en aquel momento, y experimentar el movimiento del brazo en el aire y como las armas daban vueltas en espiral, se arqueaban, caian en picado, y se hundian con un suave chapoteo.
Se arrodillo junto al agua. Ya hacia un buen rato que los vomitos de Dave se habian alejado rio abajo, y Jimmy sumergio las manos en el rio, grasiento y contaminado como estaba, para lavarse los restos de la sangre de Dave. A veces, en suenos, hacia lo mismo (lavarse en el Mystic) cuando la cabeza de Ray Harris salia de nuevo a la superficie y le miraba fijamente.
Ray Harris siempre decia lo mismo: «Es imposible correr mas que un tren». y Jimmy, confundido, le replicaba: «Tienes razon, Ray».
Ray, sonriente, se hundia de nuevo, y anadia: «Y tu, mucho menos».
Trece anos de aquellos suenos, trece anos viendo la cabeza de Ray flotando en el agua, y Jimmy aun no sabia que queria decir con eso.
27. ?A QUIEN AMAS?
Cuando Brendan llego a casa, su madre ya se habia marchado a jugar al bingo y le habia dejado una nota que rezaba: «Hay pollo en la nevera. Me alegro de que estes bien. No te acostumbres».
Brendan miro en su habitacion y en la de Ray, pero este tambien habia salido. Cogio una silla de la cocina, la coloco delante de la despensa y se subio encima; la silla se torcio un poco a la izquierda, pues a una de las patas le faltaba un tornillo. Observo la abertura del techo y vio marcas de dedos entre el polvo, y el aire que tenia justo delante de los ojos empezo a llenarse de diminutas motas de color oscuro. Apreto la trampilla con la mano derecha y la levanto un poco. Bajo la mano, se la limpio en los pantalones, e inspiro aire varias veces.
Habia ciertas cosas de las que uno no deseaba conocer la respuesta. Brendan, al hacerse adulto, no habia mostrado ningun interes en intimar con su padre, porque no queria mirarle a la cara y darse cuenta de la facilidad con la que podria dejarle. Tampoco le habia hecho ninguna pregunta a Katie sobre sus antiguos novios, ni siquiera acerca de Bobby O'Donnell, porque no queria imaginarsela tumbada sobre otra persona, besandola del mismo modo que le besaba a el.
Brendan sabia en que consistia la verdad. En la mayoria de los casos, se trataba simplemente de decidir si uno queria saberla o disfrutar de la comodidad de la ignorancia y las mentiras. A menudo se subestimaba la mentira y la ignorancia. Casi toda la gente que Brendan conocia era incapaz de llegar al final del dia sin una sarta de mentiras y una buena dosis de ignorancia.
Sin embargo, tenia que enfrentarse con aquella verdad, pues la habia asumido en la celda de la prision; le habia atravesado como una bala y se le habia instalado en el estomago. Y no conseguia librarse de ella; por tanto, ya no podia esconderse de ella ni convencerse de que no existia. Las mentiras habian dejado de formar parte de la ecuacion.
– ?Mierda! -exclamo Brendan, mientras empujaba a un lado el tablon del techo y lo devolvia a la oscuridad.
Solo toco polvo, astillas de madera, y mas polvo. Ni rastro de la pistola. Siguio tanteando el lugar un minuto mas, a pesar de que sabia que la pistola habia desaparecido. Era la pistola de su padre, y no estaba donde debia