estar. Se hallaba fuera, en algun lugar del mundo y habia matado a Katie.

Coloco el liston de nuevo en la abertura. Cogio una escoba y barrio el polvo que habia caido al suelo. Volvio a llevar la silla a la cocina. Sentia la necesidad de ser preciso en sus movimientos. Sentia que era importante no perder la calma. Lleno un vaso de zumo de naranja y lo dejo sobre la mesa. Se sento en la silla que cojeaba y se dio la vuelta para vigilar la puerta, desde el centro del piso. Tomo un sorbo de zumo de naranja y se dispuso a esperar a Ray.

– ?Mira esto! -exclamo Sean, mientras sacaba el archivo de huellas dactilares de la caja y lo abria delante de Whitey-. Es la huella mas clara que encontraron en la puerta. Es pequena porque es de un nino.

– La anciana senora Prior oyo a dos ninos jugando en la calle minutos antes de que Katie chocara con el coche -apunto Whitey-. Jugando con palos de hockey, dijo.

– Tambien comento que oyo a Katie decir «hola», pero quiza no fuera Katie. Es muy facil confundir la voz de un nino con la de una mujer. ?No habia pisadas! ?Claro que no! ?Cuanto pesa un nino de esa edad? ?Cuarenta kilos?

– ?Reconoces la voz del nino?

– Se parece mucho a la de Johnny O'Shea.

Whitey asintio con la cabeza y replico:

– Pero el otro nino no dijo nada.

– ?Porque no puede hablar, joder! -exclamo Sean.

– ?Hola Ray! -dijo Brendan cuando los dos chicos entraron en casa.

Ray hizo un gesto de asentimiento. Johnny le saludo con la mano. Se encaminaron hacia el dormitorio.

– Ven un momento, Ray.

Ray miro a Johnny.

– Solo sera un momento, Ray. Quiero preguntarte una cosa.

Ray se dio la vuelta, y Johnny O'Shea, dejando caer al suelo la bolsa de gimnasia que llevaba, se sento en el borde de la cama de la senora Harris. Ray recorrio el corto pasillo, entro en la cocina y gesticulo con las manos como queriendo decir: «?Que pasa?».

Brendan engancho una silla con el pie, la saco de debajo de la mesa, e hizo un gesto de asentimiento.

Ray inclino la cabeza ligeramente hacia arriba, como si oliera algo en el aire, algo que le desagradara. Se quedo mirando la silla y despues se volvio hacia Brendan.

– ?Que he hecho? -le pregunto por senas.

– Dimelo tu -sugirio Brendan.

– No he hecho nada.

– Entonces, sientate.

– No quiero.

– ?Por que no?

Ray se encogio de hombros.

– ?A quien odias, Ray? -pregunto Brendan.

Ray le miro como si pensara que estaba loco.

– ?Venga, dimelo! -insistio Brendan-. ?A quien odias?

– A nadie -respondio Ray con un signo breve.

Brendan asintio con la cabeza, y le pregunto:

– Esta bien. ?A quien amas?

Ray le lanzo aquella mirada de nuevo. Brendan se inclino hacia delante, con las manos en las rodillas, y repitio:

– ?A quien amas?

Ray bajo los ojos, y luego levanto la vista y miro a Brendan. Alzo la mano y senalo a su hermano.

– ?Me quieres?

Ray, nervioso, asintio.

– ?Y a mama?

Ray nego con la cabeza.

– ?No quieres a mama?

– Ni la odio ni la quiero -respondio Ray por medio de senas.

– Entonces, ?soy la unica persona a la que quieres?

Ray hizo un gesto de asentimiento con su diminuto rostro y fruncio el entrecejo. Sus manos volaron al exclamar:

– ?Si! ?Puedo irme ya?

– No -respondio Brendan-. Sientate.

Ray se quedo mirando la silla, con la cara enrojecida y airada. Levanto la mirada y contemplo a Brendan. Alargo la mano, hizo un gesto con el dedo del medio, y se dio la vuelta con la intencion de salir de la cocina. Brendan ni siquiera se dio cuenta de que se habia movido hasta que tuvo a Ray cogido por los pelos y poniendolo en pie. Lo arrastro hacia atras como si tirase del cordon de un cortacesped oxidado; luego abrio la mano, y Ray se solto y salio disparado sobre la mesa de la cocina. Se golpeo contra la pared y se desplomo en la mesa, haciendola caer al suelo con el.

– ?Me quieres? -pregunto Brendan, sin mirar a su hermano-. Me quieres tanto que mataste a mi novia, ?verdad?

Sus palabras hicieron que O'Shea reaccionara, tal y como Brendan habia esperado que haria. Johnny agarro su bolsa de gimnasia y volo disparado hacia la puerta; sin embargo, Brendan tuvo tiempo de atraparlo. Cogio al pequeno gilipollas por el cuello y lo lanzo contra la puerta de un golpe.

– Mi hermano nunca hace nada sin ti, O'Shea. Nunca.

Echo el puno hacia atras, y Johnny grito:

– ?No, Bren! ?No lo hagas!

Brendan le pego tal punetazo en la cara que oyo como se le rompia la nariz. Luego le golpeo de nuevo. Cuando Johnny cayo al suelo, se acurruco y empezo a escupir sangre sobre la madera. Brendan le grito:

– ?Ahora vuelvo a por ti! ?Vuelvo y te mato a palos, cabronazo de mierda!

Brendan entro de nuevo en la cocina, a Ray le temblaban los pies y las zapatillas le resbalaban sobre los platos rotos. Brendan le abofeteo el rostro con tanta fuerza que Ray se cayo encima del fregadero. Brendan asio a su hermano por la camisa; Ray le miraba fijamente mientras las lagrimas le brotaban de los ojos repletos de odio, y la sangre le empapaba la boca; lo tiro al suelo, le extendio los brazos y se arrodillo sobre ellos.

– ?Habla! -le ordeno Brendan-. ?Se que puedes hacerlo! ?Habla, jodido monstruo, o te juro por Dios, Ray, que te matare! ?Habla!-

Brendan lanzo un grito y le golpeo las orejas con el puno-. ?Habla! ?Di su nombre! ?Dilo! ?Di «Katie», Ray! ?Di su nombre!

Los ojos de Ray se volvieron oscuros y sombrios, y la sangre que escupio le cayo en su propio rostro.

– ?Habla! -le ordeno Brendan-. Si no lo haces, te matare.

Cogio a su hermano por el pelo de las sienes y le levanto la cabeza del suelo, y la sacudio de un lado a otro hasta que Ray le miro; Brendan le sostuvo la cabeza inmovil, y observo con atencion sus pupilas grises, y en ellas vio tanto amor y tanto odio que le entraron ganas de arrancarsela de cuajo y lanzarla por la ventana.

– ?Habla! -repitio, pero esa vez solo consiguio emitir un susurro ronco y entrecortado-. ?Habla!

Oyo como alguien tosia en voz alta, y al mirar atras vio a Johnny O'Shea en pie, escupiendo sangre por la boca y con la pistola del padre de Ray en la mano.

Sean y Whitey subian por las escaleras cuando oyeron el estrepito: los gritos procedentes del piso y el inconfundible sonido de los cuerpos al luchar. Oyeron a un hombre gritar: «Voy a matarte, desgraciado», y Sean sostenia su Glock cuando asio el pomo de la puerta.

– ?Espera! -le insto Whitey, pero Sean ya habia girado el pomo, y cuando entro en el piso se encontro con que alguien le apuntaba el pecho a veinte centimetros de distancia.

– ?Detente! ?No aprietes ese gatillo, chico!

Sean observo el rostro ensangrentado de Johnny O'Shea y lo que vio en el le dio un susto de muerte. No

Вы читаете Rio Mistico
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату