Hacia tiempo que se realizaban investigaciones sistematicas del eterno satelite de la Tierra. Pero todavia nadie habia visitado todo el enorme espacio de la salvaje superficie lunar, aunque precisamente la region del crater Tycho era bastante bien conocida, pues ahi estaba ubicada una de las bases lunares, se construia una pista de despegue para las astronaves e instalado un observatorio astronomico. En fin de cuentas, esta region estaba habitada.

Resultaba que durante muchos anos las personas de la Tierra vivieron y trabajaron cerca de instalaciones traidas de otro planeta, en ve cindad con una base construida por otra civilizacion. E incluso no sospecharon que no tenian nada mas que «alargar la mano», y se descubririan los seductores secretos de un mundo extrano.

?Por que estos secretos hasta ahora no habian sido descubiertos? Probablemente por que se encontraban debajo de la superficie lunar, ocultos en la profundidad del crater.

Esto correspondia completamente al «estilo» de aquellos que enviaron sus exploradores hacia la Tierra. Hicieron todo lo posible para que las personas no pudieran hallar a sus mensajeros; y como es natural ocultaron tambien escrupulosamente su base.

Pero, si la situacion de esta base era conocida, solo era cuestion de tiempo y posiblemente de paciencia y tenacidad el encontrarla.

La curiosidad de la opinion publica crecio hasta el extremo. El Instituto de cosmonautica fue virtualmente inundado de innumerables cartas y radiogramas que contenian solo una exigencia: enviar inmediatamente una expedicion especial y encontrar la base.

Los dirigentes del servicio cosmico no estaban dispuestos a demorar el asunto aunque no hubieran existido estas cartas. Era necesario golpear el hierro en caliente. Si los dos satelites se marcharon al ser encontrados, entonces la base tambien podia haber dejado de existir por la misma causa. Hacer conjeturas era inutil. Nadie podia saber el nivel de la tecnica del planeta desconocido.

La preparacion se realizaba a toda marcha.

De una forma completamente inesperada corrio por el mundo otra noticia sensacional.

De nuevo resonaron por toda la Tierra los nombres de dos modestos cientificos, que ya una vez habian obligado a todos a hablar de ellos.

A Sinitsin y Muratov les vino a la cabeza una idea que parecia sencilla, pero que resulto muy valiosa: comprobar a donde conduce la espiral por la que se alejaron de la Tierra los dos satelites exploradores.

Era facil aclarar por que fueron ellos los que plantearon esta cuestion. Los dos trataron de cerca el secreto de los satelites, y naturalmente sus pensamientos todo el tiempo giraban alrededor de este secreto. No podian pensar en otra cosa.

El resultado de los calculos produjo sensacion. Si los satelites no cambiaron su trayectoria, si continuaron alejandose por la misma espiral, ?entonces en su camino se encontraba la Luna!

?Es mas, la linea espiral del vuelo de los dos satelites terminaba en el crater Tycho!

Esto hubiera sido facilmente deducido, pero por algo nadie penso en ello.

Entonces, los satelites no salieron del sistema solar, no se marcharon alla, a su patria desconocida, de donde los enviaron. Sencillamente regresaron a su base, y ahora se encontraban alli.

Era facil descender a la Luna sin ser observados por la pequena colonia de personas que formaba el personal de la estacion cientifica del crater Tycho, ya que los dos cuerpos eran invisibles a simple vista.

Si se encuentra a la base, entonces cae en manos de las personas no solo el «centro dirigente», sino tambien ambos satelites, que se creian perdidos para siempre.

Esto obligaba a apresurarse todavia mas. No se podia perder la propicia ocasion. Los satelites podian en cualquier momento volver a volar alrededor de la Tierra, donde, como ya se habian convencido las personas, «atraparlos» seria mucho mas dificil.

Si era cierta la hipotesis de la aparicion periodica de los satelites alrededor de la Tierra, entonces podrian permanecer en su base mucho tiempo, pero si fueron alli solo para ser cargados de energia, entonces este tiempo podria ser muy corto.

A los cientificos les alegro tener la posibilidad inesperada y atrayente de «atrapar» a los satelites, pero esta misma posiblidad trajo consigo mas dificultades para preparar la expedicion. No se podia dejar en olvido la suerte del robot-explorador que fue una advertencia amenazadora. Los satelites, en el vuelo o en la base, podian «defenderse» de la misma forma de los intentos de acercarse a ellos.

En las fabricas de maquinas ciberneticas se construian y creaban, a marchas forzadas, robots especiales que pudieran resistir los ataques de antisubstancia. Confeccionaban trajes defensivos para las personas. Se esforzaron por disminuir todo lo posible la instalacion voluminosa para crear los campos magneticos en torbellino. Esta defensa agrupada se consideraba la mas segura. Toda la Tierra participaba en los preparativos de la expedicion que prometia ser la mas notable en la historia de la humanidad. ?Se trataba del primer contacto con otro raciocinio!

— ?Entonces, estas firmemente decidido a no participar? — pregunto Sinitsin.

— No veo que beneficio puedo yo aportar a la expedicion — contesto Muratov.

— El mismo que yo, por ejemplo, y como los demas. ?Es que en la «Titov» hiciste algo de particular?

— Por eso, precisamente.

— Tu y yo estamos estrechamente relacionados con este secreto — intento Sinitsin convencer a su amigo —. Hemos encontrado los satelites, hemos calculado sus orbitas, y por fin hemos descubierto el enigma de su marcha. Por todo esto es natural que precisamente nosotros debamos participar hasta el final.

— No me convencen tus palabras. Una cosa son los calculos, esta es mi esfera, y completamente otra, las busquedas. Para esto no son necesarios matematicos sino cientificos…

— E ingenieros.

— Si, pero de otra especialidad.

— ?Es decir, quieres que yo me dirija a la Luna sin ti? Esto es mas peligroso que la expedicion en la «Titov». — Sinitsin puso en juego la ultima carta —. Alla podemos encontrar a tus «amos». ?No tienes interes en verlos?

— Los vere, lo mismo que las demas personas, ya que los traereis a la Tierra. Claro esta, si ellos quieren — anadio Muratov. Se sento en el sillon, clavando una mirada pensativa en el techo —. Sabes Serguei, no se por que he dejado de creer que puedan estar en la Luna. ?Que pueden hacer alli? ?Sin aire, sin agua, encerrados en las entranas de las montanas lunares! ?Y asi anos y anos!

— ?Entonces, por que tan tesoneramente has defendido esta hipotesis?

— ?No se por que? ?Yo mismo no lo se! Me parecio… Y todavia ahora me parece — se le escapo —. No puede comprender de ninguna forma que la informacion que han recogido los satelites, haya sido transmitida a un sistema planetario vecino. ?A una distancia tan gigantesca! ?Para que? ?A quien puede ser necesario? ?Y si se encuentran en la Luna, llevando asi decenas de anos? Esto es todavia mas incomprensible. Me parece que toda nuestra teoria es inestable, nebulosa, carente de sentido. Aqui se encierra algo raro y no la recogida de informacion sobre nuestra Tierra. Hay algo que incluso no sospechamos, algo maligno, aunque, te parezca un anacronismo. ?Si, maligno!

?Recuerdas la historia de los anos sesenta del siglo pasado? Entonces lanzaron al cielo satelites-espias… Figurate, que todos nos equivocamos, que los satelites no recogian ninguna informacion, que no estaban destinados para objetivos cientificos. Entonces sera mucho mas facil comprender la causa del enmascaramiento minucioso de estos satelites.

?Es cierto o no?

— Esta bien, supongamos esto — contesto Sinitsin —. Pero, entonces, sera de todo punto inconcebible su rotacion alrededor de la Tierra durante un siglo e incluso mas.

— ?Que significa un siglo? Esto para nosotros, para las personas, un siglo es toda una vida. Pero desde el punto de vista de la historia de la humanidad esto no es tanto.

Vosotros, astronomos, no conoceis ni un solo sistema planetario en las estrellas proximas al Sol, en el que pueda surgir una vida racional. ?No es asi? ?Exactamente! Entonces, los amos de los satelites viven muy lejos. Es posible que el camino de ellos hacia nosotros dure muchos anos, mientras que en su planeta pasan siglos. Hay para reflexionar.

Volaron hacia nosotros hace un siglo y dejaron «algo» cerca de la Tierra. Probablemente este «algo» debia esperar su segundo vuelo. ?Para que? Esto no lo sabemos.

— Estas en contradiccion — dijo Sinitsin —. Unas veces afirmas su presencia cerca de la Tierra. Otras

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