carpo, metacarpo, falanges, dermis. Apoya la punta del lapiz sobre la pagina en blanco y empieza a dibujar la mano.
A las nueve y media llama a la puerta de Alice. La diligente Bergstrom ya esta trabajando, un enjambre de dedos que revolotean sobre el teclado del portatil, los ojos fijos en la pantalla, y Ellen se disculpa por interrumpirla. No, no, dice Alice, no pasa nada, y entonces deja de teclear y se vuelve hacia su amiga con una de sus calidas sonrisas en la cara, no, mas que calida, una sonrisa en cierto modo maternal, no del tipo que a Ellen le dirige su madre, quiza, sino la clase de sonrisa con que todas las madres deberian mirar a sus hijos, una sonrisa que no es tanto un saludo como una ofrenda, una bendicion. Ellen piensa: Alice sera una madre estupenda cuando llegue el momento…, una madre superior a las demas, dice para si, y entonces, debido a la yuxtaposicion de esas dos palabras, transforma a Alice en Madre Superiora y la ve de pronto con habito de monja, y en esa momentanea digresion pierde el hilo de sus pensamientos y no tiene tiempo de preguntarle si estaria dispuesta a posar para ella antes de que Alice, a su vez, le haga una pregunta:
?Has visto
Pues claro, contesta Ellen. Todo el mundo ha visto esa pelicula.
?Te gusta?
Mucho. Es una de mis peliculas favoritas de Hollywood.
?Por que te gusta?
No se. Es emocionante. Siempre lloro cuando la veo.
?No te parece un poco simplista?
Naturalmente que es simplista. Es una pelicula de Hollywood, ?no? Todos los productos de Hollywood resultan un poco superficiales, ?no crees?
Bien dicho. Pero esta es un poco menos artificiosa que las demas…, ?es eso lo que querias decir?
Piensa en la escena del padre que ayuda a su hijo a acostarse.
Harold Russell, el soldado que perdio las manos en la guerra.
El chico no puede quitarse los ganchos el solo, ni abotonarse el pijama ni apagar el cigarrillo. Su padre se lo tiene que hacer todo. Si me acuerdo bien, no hay musica en esa escena y apenas hay dialogo, pero es un gran momento de la pelicula. Absolutamente sincero. Increiblemente conmovedor.
?Y despues todos vivieron felices?
Quiza si, quiza no. Dana Andrews le dice a la chica…
Teresa Wright…
Le dice a Teresa Wright que los van a tratar a patadas. Puede que si y puede que no. Y el personaje de Fredric March es un borracho, un verdadero alcoholico, impenitente y delirante, de modo que su vida no va a ser divertida de ahi a unos anos.
?Y que pasa con Harold Russell?
Al final se casa con su novia, pero ?que clase de matrimonio va a ser ese? El es un muchacho sencillo, de buen corazon, pero incapaz de expresarse, demasiado reprimido emocionalmente; no veo que vaya a hacer muy feliz a su mujer.
No sabia que conocieras tan bien la pelicula.
A mi abuela le entusiasmaba. Tenia unos dieciseis anos cuando estallo la guerra y siempre me decia que
Siguen hablando de la pelicula unos minutos mas y entonces se acuerda finalmente de hacer a Alice la pregunta por la que en principio ha llamado a su puerta. Alice esta ocupada ahora, pero con mucho gusto parara una hora despues de comer y entonces posara para ella. Lo que Alice no ha entendido es que a Ellen no le interesa hacerle un retrato, no quiere dibujar su rostro sino su cuerpo entero, y no el cuerpo oculto por la ropa sino el esbozo de un verdadero desnudo, quiza varios bocetos semejantes a los que hizo en las clases de dibujo al natural en sus cursos de pintura. Resulta por tanto un momento embarazoso cuando suben a la habitacion de Ellen despues de comer y la pintora pide a Alice que se quite la ropa. Esta nunca ha hecho de modelo, no esta habituada a que nadie escudrine su cuerpo desnudo, y aunque Ellen y ella se ven ocasionalmente la una a la otra al entrar o salir del bano, eso no tiene nada que ver con la tortura de permanecer inmovil durante sesenta minutos mientras tu mejor amiga te examina de arriba abajo, sobre todo ahora, cuando se siente tan desdichada por el sobrepeso, y aunque Ellen le dice que es preciosa, que no tiene por que preocuparse, solo se trata de un ejercicio pictorico, los artistas estan acostumbrados a mirar los cuerpos de la gente, Alice esta demasiado avergonzada para ceder a la peticion de su amiga, lo siente, lo lamenta mucho, pero no puede pasar por eso y debe decirle que no. A Ellen le duele profundamente la negativa de Alice a hacerle ese sencillo favor, que en realidad es el primer paso para reinventarse a si misma como pintora, lo que equivale a reinventarse a si misma como mujer, como ser humano, y aunque comprende que Alice no tiene intencion de hacerle dano, no puede evitar sentirse herida, y cuando le dice a su amiga que se marche de la habitacion, cierra la puerta, se sienta en la cama y rompe a llorar.
MILES HELLER
Lo considera una sentencia a seis meses de carcel sin permisos por buena conducta. Las vacaciones de Navidad y Pascua daran a Pilar un derecho de visita provisional, pero el estara confinado en su celda los seis meses enteros. Ni sonar con fugarse. Nada de excavar tuneles en plena noche, nada de enfrentamientos con los guardianes ni de abrirse paso a traves de punzantes alambradas, nada de freneticas carreras por el bosque perseguido por perros. Si es capaz de cumplir su condena sin meterse en lios ni venirse abajo, el veintidos de mayo ira en un autocar de vuelta a Florida y el veintitres estara con Pilar para celebrar su cumpleanos. Hasta entonces, aguantara como pueda.
«Venirse abajo.» Esa ha sido la expresion que no ha dejado de utilizar a lo largo de todo el viaje, en las siete conversaciones que ha mantenido con ella durante las treinta y cuatro horas que lleva en la carretera. «No debes venirte abajo.» Cuando no estaba llorando o echando pestes de la maniatica zorra de su hermana, parecia entender lo que el trataba de decirle. Se oia a si mismo profiriendo lugares comunes que solo dos dias antes le habrian parecido inimaginables en sus labios, y sin embargo creia en parte lo que estaba diciendo. Tenian que ser fuertes. Aquello era una prueba y su amor solo saldria fortalecido de ella. Y luego estaban los consejos de orden practico, las advertencias de que se aplicara en el instituto, recordara comer lo suficiente, acostarse temprano todos los dias, cambiar el aceite del coche a intervalos regulares, leer los libros que le ha dejado. ?Era un hombre dirigiendose a su futura esposa o un padre hablando con su hija? Un poco de ambas cosas, quiza. Miles hablando con Pilar. Miles haciendo lo posible por que la chica no se derrumbara, para que el no se desmoronase.
Entra en el Hospital de Objetos Rotos a las tres de la tarde del lunes. Eso era lo convenido. Si llegaba despues de las seis, tenia que ir directamente a la casa de Sunset Park. Si aparecia durante el horario de trabajo, debia encontrarse con Bing en su tienda de la Quinta Avenida, en Brooklyn. Una campanilla tintinea cuando abre y cierra la puerta, y al entrar se sorprende de la pequenez del local, sin duda el hospital mas pequeno del mundo, piensa, un santuario sombrio, abarrotado de cosas, con antiguas maquinas de escribir en exposicion, un indio de estanco erguido en un rincon a la izquierda, aeromodelos de biplanos y Piper Cubs colgando del techo, y las paredes cubiertas de letreros y carteles con publicidad de productos desaparecidos hace decenios de la escena norteamericana: chicle Black Jack, fijador O'Dell, Geritol, pastillas Carter para el higado, cigarrillos Old Gold. Al sonido de la campanilla, Bing sale de la trastienda por detras del mostrador, con aspecto mas velludo y voluminoso de lo que recuerda, un colosal palurdo que se precipita sonriente a su encuentro con los brazos abiertos. Bing es todo sonrisas y carcajadas, abrazos de oso y besos en la mejilla, y Miles, con la guardia baja ante la besuqueante bienvenida, estalla en carcajadas a su vez mientras se libera del aplastante abrazo de su amigo.
Bing cierra temprano el Hospital y como sospecha que Miles tiene hambre