La primera vez que se acostaron, ella le aseguro que no era virgen. El la tomo al pie de la letra, pero cuando llego el momento de la penetracion, ella lo retiro de un empujon y le dijo que no lo hiciera. El chichi estaba vedado, le advirtio, absolutamente prohibido al miembro masculino. Lengua y dedos eran bienvenidos, pero el miembro no, bajo ninguna circunstancia, en ningun momento, nunca. El no comprendia nada de lo que estaba diciendo. Se habia puesto un condon, ?no? Llevaban proteccion y no habia necesidad de preocuparse por nada. Ah, repuso ella, pero en eso se equivocaba. Teresa y su marido siempre habian tenido mucha confianza en los preservativos y fijate en como les ha ido. Nada asustaba tanto a Pilar como la idea de quedarse embarazada, y nunca comprometeria su futuro por confiar en una de esas dudosas gomas. Antes se cortaria las venas o se tiraria de un puente que quedarse embarazada. ?Lo comprendia? Si, lo entendia, pero ?que solucion habia? El culinchi, contesto ella. Angela se lo habia explicado y el tuvo que admitir que desde el punto de vista biologico y medico era la unica forma segura de control de natalidad que habia en el mundo.

Ya lleva seis meses aviniendose a sus deseos, limitando toda penetracion al culinchi y metiendole unicamente la lengua y los dedos en el chichi. Tales son las anomalias y extravagancias de su vida amorosa, que no por ello es menos rica, una esplendida asociacion erotica que no da muestras de ir a menos en un futuro proximo. Al final, es esa complicidad sexual lo que le ata a ella y lo mantiene en la absurda tierra de nadie de las ruinosas casas vacias. Su piel lo tiene hechizado. Es cautivo de su boca joven y ardiente. Esta a gusto dentro de su cuerpo, y si alguna vez encuentra valor para marcharse, sabe que lo lamentara durante el resto de sus dias.

2

Apenas le ha contado nada de su vida. Ni siquiera el primer dia en el parque, cuando ella comprendio que era de otro sitio al oirle hablar, le dijo que ese otro sitio era la ciudad de Nueva York, el West Village de Manhattan para ser mas exactos, sino que le contesto vagamente que se habia criado en el norte. Mas adelante, cuando ella empezo a preparar la selectividad y el le enseno calculo matematico, Pilar comprendio enseguida que no era simplemente un trabajador itinerante dedicado a la limpieza de casas vacias, sino una persona muy cultivada con una mente tan agil y un amor por la literatura tan amplio y bien fundamentado que a su lado los profesores de ingles del instituto John F. Kennedy parecian impostores. ?Donde habia estudiado?, le pregunto un dia. El se encogio de hombros, sin querer mencionar Stuyvesant ni los tres anos que habia cursado en Brown. Cuando ella insistio, el bajo la vista y murmuro algo sobre una pequena universidad estatal de Nueva Inglaterra. A la semana siguiente, cuando le dio una novela de Renzo Michaelson, que en realidad era su padrino, Pilar observo que la habia publicado una editorial llamada Heller Books y le pregunto si existia alguna relacion. No, contesto, pura coincidencia, Heller es un apellido bastante corriente. Eso indujo a Pilar a hacerle otra pregunta, sencilla y enteramente logica, sobre como era la familia Heller a la que el pertenecia. ?Quienes eran sus padres y donde vivian? No tengo, respondio el. ?Porque han muerto? Asi es. Igual que yo, dijo ella, mientras los ojos se le llenaban subitamente de lagrimas. Si, confirmo el, igual que tu. ?Tienes algun hermano? No. Soy hijo unico.

Al mentirle de esa manera se evitaba el malestar de tener que hablar de cosas que habia procurado eludir durante anos. No quiere que sepa que a los seis meses de nacer el su madre abandono a su padre y se divorcio de el para casarse con otro. No quiere que sepa que no ha visto ni dirigido la palabra a su padre, Morris Heller, fundador y editor de Heller Books, desde el verano en que termino el tercer ano en Brown. Y por encima de todo no quiere que sepa nada de su madrastra, Willa Parks, que se caso con su padre veinte meses despues del divorcio, y nada, nada en absoluto de su hermanastro muerto, Bobby. Esas cosas no conciernen a Pilar. Son asuntos particulares suyos, y hasta que encuentre una salida del limbo que lo envuelve desde hace siete anos, a nadie dara explicaciones.

Ni siquiera ahora esta seguro de si lo hizo o no a proposito. No hay duda de que empujo a Bobby, de que estaban discutiendo y arremetio con furia contra el, pero no sabe si el empellon fue antes o despues de que oyera el coche que venia en su direccion, o lo que es lo mismo, ignora si la muerte de Bobby fue un accidente o si en el fondo tenia intencion de matarlo. Toda la historia de su vida depende de lo que ocurrio aquel dia en las Berkshires, y aun sigue sin conocer la verdad, todavia no esta seguro de si es o no culpable de un crimen.

Corria el verano de 1996, apenas un mes despues de que su padre le regalara El gran Gatsby y otros cinco libros por su decimosexto cumpleanos. Bobby tenia dieciocho y medio y acababa de terminar el bachillerato, tras aprobar de puro milagro gracias en buena medida a los esfuerzos de su hermanastro, que le habia redactado tres trabajos por el modico precio de dos dolares la pagina, setenta y seis dolares en total. Sus padres habian alquilado una casa en las afueras de Great Barrington para el mes de agosto y los dos chicos iban a pasar el fin de semana con ellos. El era muy joven para conducir;

Bobby tenia carne y por tanto a el le correspondia la tarea de comprobar el aceite y llenar el deposito antes de salir, cosa que, huelga decir, no llego a hacer. A unos veinticinco kilometros de la casa, cuando transitaban por una carretera comarcal llena de curvas y cuestas, el coche se quedo sin gasolina. No se habria enfadado tanto si Bobby hubiera dado alguna muestra de arrepentimiento, si el estupido holgazan se hubiera tomado la molestia de disculparse por su error, pero, como era de esperar, a Bobby la situacion le parecio divertida y su primera reaccion fue soltar una carcajada.

Los telefonos moviles ya existian por entonces, pero ellos no tenian, lo que significaba que debian apearse del coche y echar a andar. Era un dia de calor sofocante, humedo y bochornoso, con escuadrones de tabanos y mosquitos pululando en torno a sus cabezas, y el estaba de un humor de perros, fastidiado por la estupida despreocupacion de Bobby, por el bochorno y los insectos, por tener que caminar por aquella angosta y horrible carretera, y al cabo de poco la emprendio contra su hermanastro, insultandolo, intentando provocar una pelea. Bobby, sin embargo, prosiguio con su actitud indolente, negandose a responder a sus insultos. No te hagas mala sangre por nada, le dijo, la vida esta llena de giros inesperados, puede que les pasara algo interesante solo por estar en aquella carretera, a lo mejor, por pura casualidad, se encontraban con dos chicas atractivas al doblar la siguiente curva, dos chicas guapas enteramente desnudas que se los llevaban al bosque y hacian el amor con ellos durante dieciseis horas seguidas. En circunstancias normales, solia reirse siempre que Bobby se ponia a hablar asi, cayendo de buena gana bajo el hechizo de la disparatada chachara de su hermanastro, pero no habia nada normal en lo que ocurria precisamente en aquellos momentos y no estaba de humor para reirse. Era todo tan estupido, que le entraban ganas de darle a Bobby un punetazo en la cara.

Siempre que piensa en aquel dia, se imagina lo diferente que habrian sido las cosas de haber ido al lado derecho de Bobby en vez de al izquierdo. El empujon lo habria lanzado fuera de la carretera en vez de al centro y alli se habria acabado la historia, porque no habria habido ninguna, todo el asunto habria quedado en menos que nada, un breve arrebato que se habria olvidado en un abrir y cerrar de ojos. Pero alli estaban, por ninguna razon especial situados en aquel riguroso tandem de izquierda-derecha, el por fuera, Bobby por dentro, caminando por la cuneta de la carretera en direccion contraria al trafico, aunque no habia ninguno, ni un solo coche, camion ni motocicleta paso durante diez minutos, y tras haber estado hostigando sin parar a Bobby durante esos diez minutos, la chusca indiferencia de su hermanastro hacia su apurada situacion se torno en irritacion, luego en beligerancia y, a los tres kilometros de haber iniciado la marcha, se estaban gritando el uno al otro a pleno pulmon.

?Cuantas veces se habian peleado en el pasado? En innumerables ocasiones, mas de las que puede recordar, pero no habia nada fuera de lo comun en eso, piensa ahora, pues los hermanos siempre se pelean, y aunque Bobby no fuera de su propia sangre, siempre habia estado con el desde que tenia conciencia de las cosas. Cuando su padre se caso con la madre de Bobby y empezaron a vivir juntos los cuatro bajo el mismo techo el tenia dos anos, lo que necesariamente situa esa epoca fuera del alcance de su memoria, convirtiendola en una etapa ya del todo borrada de su mente, y por tanto seria legitimo decir que Bobby siempre habia sido su hermano, aunque no fuera estrictamente asi. Se habian producido, pues, las habituales peleas y conflictos, y como el era dos anos y medio menor, habia recibido en sus carnes la mayor parte del castigo. Un vago recuerdo de su padre interviniendo para quitarle de encima a un vociferante Bobby un dia de lluvia en algun sitio del campo, de su madrastra reganando a Bobby por jugar con excesiva brusquedad, de el dando patadas en las espinillas a su hermano cuando le arrebato un juguete. Pero no todo habian sido rencillas y peleas: hubo

Вы читаете Sunset Park
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×