– ?Estaba trabajando a dias alternos todo aquel tiempo?
– Todo el tiempo.
– Tenemos que dar una vuelta por la estacion y hablar sobre ese Kolobov con los comerciantes -dijo Nastia pensativa-. Se puso muy nervioso cuando le pregunte sobre si habia visto a Vica en la estacion. Uno ira a la estacion de Savelovo, el otro, a hablar con Olga Kolobova. Rapidito.
– ?Pero cuando va a terminar esto! -gimoteo lastimeramente Kolobova, una rubia llenita monisima, de enormes ojazos grises, busto exuberante y piernas torneadas.
Para crear la ilusion de una cintura delgada y caderas esbeltas, vestia un pantalon tejano demasiado cenido y un jersey demasiado holgado. Ni siquiera la presencia de los representantes de la Policia Criminal la llevo a molestarse en sacarse de la boca la goma de mascar, por lo que su hablar, ya de por si lento, frenado por vocales larguisimas, parecia al mismo tiempo infantil y remilgado.
– Ya no se cuantas veces me han interrogado.
– No la estoy interrogando. Estamos hablando, nada mas. Digame, Olga, ?por que ha dejado de trabajar y se ha quedado en casa?
– Vasia asi lo quiso. No necesita una mujer sino una chacha. Pero por mi parte prefiero estar en casa que encalar paredes.
– ?Y no se aburre?
– Nooo, no me aburro. Todo lo contrario, me encanta. Nunca antes habia tenido casa propia, al principio todo lo que veia era el orfanato, el internado, luego, la residencia. Ahora en cambio estoy todo el dia limpiando, fregando suelos, pasando la bayeta, sacando brillo a la banera. Tambien cocino encantada.
– ?Para que se esfuerza tanto si su marido trabaja las veinticuatro horas y cuando libra tampoco para en casa?
– Me esfuerzo para mi. Disfruto como una loca. No lo entendera.
– Y guisar, ?para quien guisa? ?Tambien para si?
– Tambien. Se acabo la bazofia del orfanato. Ademas, a Vasili le gusta traer gente a casa y nunca avisa, ni que lo hiciera aposta. Si no hay comida en casa, bronca al canto. Asi que siempre estoy preparada para el combate.
– ?Nunca ocurre que traiga invitados y usted no este en casa?
– Ocurre a menudo. Nadie me ha cosido a este piso, y como mi legitimo no acostumbra a decir cuando volvera ni con quien…
– ?Y que sucede entonces? ?Otra bronca?
– Nooo. -La bolita del chicle peregrino de un lado a otro asomando brevemente entre los dientes pequenos y desiguales-. Para el lo que cuenta es que la casa este limpia y la nevera, a rebosar; es perfectamente capaz de calentar la comida el solito. Cuando hay invitados, no me necesita para nada. Para el soy algo asi como un mueble.
– ?Y no lo toma a mal?
– ?Por que iba a tomarmelo a mal si no me he casado por amor? Vaska queria una chacha y yo, un piso propio, con una cocina propia, con un bano propio. Cuando vivia en la residencia de la constructora no podia ni sonar con tener un dia un chamizo propio.
– ?Estaba su marido aqui a finales de octubre o se habia ido de viaje?
– No, seguro que no. No ha faltado un solo dia al trabajo.
– ?Como puede saberlo?
– Suelo pasar por la estacion, para comprobarlo.
– ?Como dice?
Resultaba asombrosa la franqueza de esa gatita blanca, suave y amanerada. Costaba comprender si se trataba de un cinismo indisimulado, que se negaba en redondo a disfrazarse con los ropajes del decoro, o si era la sinceridad de una mujer sumida en la desesperacion, que ya no podia ni queria mentir ni a si misma ni a los demas.
– Pero no se lo digan a el, ?vale? Me matara si se entera. Lo que ocurre es que, cuando nos casamos, no me empadrono, de manera que, si un dia decide divorciarse, ire derechita a la residencia otra vez. El ano pasado se emperro con una, tuvo un amor que no era de este mundo, y yo las pase canutas pensando que de un dia para otro iba a dejarme para casarse con aquella individua. Me metia cada trola, decia que le mandaban a otra ciudad a recoger mercancia cuando en realidad estaba con la otra; y quien sabe si de verdad no hicieron algun viaje juntos. A partir de entonces le controlo todo el tiempo: si esta trabajando o si se ha largado otra vez a ver a su querindanga. Ya se que me la pega, que remedio. Pues alla el, siempre que no sea nada serio, siempre que no me eche. Asi es mi vida ahora: el se va a las ocho a trabajar, y dos horas mas tarde voy detras, le echo un vistazo, compruebo que esta en su quiosco y regreso a casa. Luego, al anochecer, doy otra vuelta por alli. De manera que se lo digo con absoluta seguridad, en los ultimos dos meses no ha faltado ni un solo dia al trabajo. Una vez ocurrio que le dieron una paliza, e incluso entonces nada mas guardo la cama un dia, aprovechando que era su dia libre, y al siguiente fue al quiosco a rastras, a despachar, aunque tenia el careto lleno de magulladuras. Se puede entender, pues no es el dueno, va a comision de lo que vende. Un dia de baja y la paga se resiente.
– ?Y como fue cuando lo de aquella mujer? Me ha dicho que falto varios dias, que no iba a trabajar.
– Bueno, la individua aquella estaba forrada, supongo que le pasaria algun dinerito. Ademas, Vaska es un codicioso, se dejaria ahorcar por un centavo; por eso, cuando me entere de que habia dejado de ir a trabajar, me puse en guardia. Me di cuenta en seguida de que no se trataba de una pelandusca cualquiera, de esas que Vaska cambia a diario, sino que era algo diferente. A sus furcias no les da ni la hora.
– Una pregunta mas. ?Como es posible que se haya despedido de la constructora pero conserve su permiso de residencia en Moscu? Debian darla de baja inmediatamente, ?no?
– Nooo, formo parte de la cuota de orfanatos. No pueden darme de baja sin mi consentimiento, aunque no trabaje ya en la empresa.
– Esta bien, volvamos a su marido. Por cierto, ?no le ha contado por que le dieron aquella paliza?
– ?Cuando me ha contado ese algo…? Y, aunque me lo contase, mentiria. Por eso nunca le pregunto nada, no me meto en sus asuntos.
– Digame, ?nunca le ha mencionado que hubiera visto a Vica en la estacion Savelovsky?
– No, nunca.
– ?Le pregunto alguna vez donde trabajaba?
– Un dia se lo dije yo misma, dije que era secretaria de una empresa privada. No me pidio detalles. A decir verdad, le tenia ojeriza a Vica.
– ?Por que?
– Bueno, creia que era mala influencia para mi.
– ?En que sentido?
– En el sentido de las borracheras y en general… Creo que estaba mosca porque Vica ganaba mas que el. Sobre mi si que puede mandar porque no tengo ni blanca y dependo de el para todo. Por eso temia que siguiese el ejemplo de Vica. Porque si empezara a ganar dinero, podria comprar o cuando menos alquilar un piso, ?Donde va a encontrar entonces a otra boba como yo? Ninguna tia en su sano juicio aguantaria esta clase de vida, crealo.
– ?Ha intentado alguna vez hacer lo mismo que Vica? ?O su marido se preocupaba sin motivo?
– Claro que se preocupaba sin motivo. Es tonto y… cree el ladron que todos son de su condicion, ?entiende? Pero yo se lo que hago. Nunca podria ser como Vica, no tengo su fisico. Y para dedicarme a la prostitucion comun y corriente ya soy demasiado vieja. Aparte de que no es para mi. Lo mio es llevar la casa, criar hijos, no deseo ni necesito nada mas. Vaska, el cabron, no quiere tener hijos.
– ?Por que?
– ?Para que iba a quererlos? Ese no se busca complicaciones. Ademas, si tuvieramos un pequeno, ya no le seria tan facil despacharme y mandarme a la residencia, conoce las leyes, teme perder su poder sobre mi.
?Que es lo que retiene a una persona al lado de otra? ?Que las obliga a estar juntas?