asignar a alguien mas al caso? ?Donde se ha visto que una sola persona lleve un asesinato!

Nastia medito su respuesta al juez para no dejar en mal lugar a su superior, el Bunuelo. En efecto, no iba a contarle a Olshanski que Gordeyev tenia en su poder cierta informacion de que uno de los detectives era un indeseable y por esta razon no habia querido encomendar el caso a nadie mas que a ella, Nastia, ya que podian estar en juego los intereses de la mafia. Pero por fortuna, Konstantin Mijailovich no deseaba aclarar las intenciones del jefe del Departamento de la Lucha Contra los Crimenes Violentos Graves. Habia expresado su indignacion y dio el asunto por zanjado. Sobre todo porque ya era hora de acudir al mencionado careo.

Mirando al suelo para no hundirse en algun charco hasta los tobillos, Nastia Kamenskaya caminaba lentamente mientras se dirigia desde la parada de autobus hacia su casa. Ultimamente se cansaba mucho, ya que, acostumbrada como estaba a trabajar sentada en su despacho, de repente tenia que desempenar las tareas normales de un funcionario de la policia criminal: recorrer Moscu de punta a punta en busca de direcciones y personas, hablarles y a menudo convencerles para que le prestaran atencion y, cuando tocaba hacerles preguntas, implorar y suplicar para que respondieran. Que remedio, casi a nadie le gustaba hablar con la policia.

El resultado de todos estos esfuerzos de Nastia fue deplorable: se hubiese dicho que despues del 22 de octubre a Yeriomina se la habia tragado la tierra. No la habia visto ninguno de los habituales amiguetes con los que solia reunirse para charlar o para emborracharse. Se trataba de un circulo reducido pero, excluyendo ese nucleo fijo, existia un numero amplio de gente que tomaba parte en las juergas de forma esporadica, de tarde en tarde. Todos ellos fueron identificados e interrogados, y todos, como un solo hombre, contestaron con rotundidad que despues del 22 de octubre no habian visto a Vica Yeriomina ni se habian comunicado con ella por telefono. En su mayoria eran interlocutores dificiles: en vez de hablar de su amiga tragicamente fallecida, se empenaban en convencer a Nastia de que el consumo del alcohol era un asunto personal y no tenia por que interesar a la policia.

Sin embargo, esas charlas le proporcionaron un dato importante: cuanto mas achispada estaba Vica, mayor necesidad sentia de contarselo a alguien por telefono. En el curso de una juerga -que podia prolongarse dos o tres dias- llamaba a Boris Kartashov mas o menos cada dos horas, para comunicarle con lengua de trapo que se encontraba bien, y que todos los tios eran unos estupidos y unos hijos de puta y no tenian derecho a decirle que vida debia llevar y cuanto y con quien podia beber. Ademas de Boris, solia llamar a su amiga Lola, la misma con la que habia estado en el orfanato. Y no solo esto, sino que en un par de ocasiones se las ingenio para telefonear a la empresa y prometer que al dia siguiente estaria en su lugar de trabajo. Ya que tanto el jefe de Yeriomina como su amiga Lola y Boris Kartashov aseguraban que, desde el momento de su inexplicable desaparicion, Vica no les habia llamado, era logico sacar la conclusion de que, cuando menos, durante aquellos dias la chica no estaba borracha. Con una reserva: siempre que los tres dijeran la verdad. Pero si esos tres, tan diferentes, que vivian lejos uno del otro y a los que apenas nada unia, le mentian, entonces era que tenian un motivo de mucho peso para hacerlo. Y Nastia queria comprender por donde habia que empezar. ?Por buscar ese misterioso motivo si es que existia, o por seguir intentando descubrir algun rastro que Yeriomina pudo haber dejado?

En el caso del asesinato colaboraba con Nastia, Andrei Chernyshov, funcionario de la Direccion Provincial del Interior. Andrei era un joven simpatico, inteligente, habilidoso y, lo mas importante, titular de un coche propio, gracias a lo cual conseguia hacer en un dia el triple de trabajo que hacia Nastia. Le apasionaban los perros y trataba a su pastor aleman, no ya como oro en pano, sino como a un nino prodigio; vivia con el miedo permanente de que una alimentacion y unos cuidados mal administrados afectasen a las facultades mentales del can. No obstante, habia que reconocerlo, el pastor aleman, que respondia al extrano nombre de Kiril, estaba magnificamente ensenado, obedecia todas las ordenes a la primera y para entender a su dueno no solo le bastaba con medias palabras, sino tambien con medias miradas y medios suspiros, capacidad de la que Andrei presumia terriblemente. Nastia sabia que no exageraba cuando hablaba de las virtudes de Kiril. Hacia un ano y medio, en el curso de la operacion de aprehension del sicario Gall, fue justamente ese perro, al obedecer las imperceptibles ordenes de su dueno, quien le proporciono a Nastia la posibilidad de alejarse del lugar peligroso sin despertar sospechas en el criminal y sin estorbar a los companeros, que habian preparado una emboscada. Kiril fingio que estaba a punto de pegarle una dentellada en el cuello y Nastia, a su vez, fingio estar muy asustada, pero al final, tras darse un golpe en la cabeza, destrozarse una rodilla y romperse un tacon, consiguio apartarse de la linea de fuego.

Nastia y Andrei Chernyshov tenian un notable parecido fisico, como si fueran hermanos: los dos eran altos, delgados, rubios, de facciones finas y ojos grises. Pero Andrei era guapo, cosa que dificilmente alguien iba a decir nunca de Nastia. No era ni guapa ni fea sino simplemente no llamaba la atencion, tenia una cara corriente y ojos sin brillo. Su aspecto no la hacia sufrir ni lo mas minimo, puesto que sabia que una aplicacion habil del maquillaje y una ropa elegante podian volverla absolutamente irresistible, y a veces echaba mano de ellos. Pero fuera de esas ocasiones, Nastia era un ratoncito gris y no experimentaba la menor necesidad de gustar y despertar admiracion. No le interesaba.

Por supuesto que, al trabajar juntos, Chernyshov y Nastia conseguian hacer muchisimo, pero les cundia poco… El caso estaba en punto muerto. El Departamento de la Lucha Contra los Delitos Economicos no disponia de informacion sobre si la empresa donde habia trabajado la victima estaba mezclada en negocios sospechosos de cualquier indole. Y cuando Nastia expreso sus dudas respecto a que en el momento actual hubiera empresas privadas que no recurriesen a manejos turbios, le contestaron:

– Trapicheos los hay en todas partes a punta pala, seguramente tampoco estos son unos angelitos. Pero estan limpios en lo que se refiere al dinero, lo hemos comprobado.

Resulto que Gordeyev se le habia adelantado para pedirles tal comprobacion. Sin embargo, Nastia decidio visitar la empresa personalmente.

Para su asombro, el director general no intento rehuir el encuentro, sino que recibio a Kamenskaya, como quien dice, al primer requerimiento y no tuvo inconveniente en volver a contestar a todas las preguntas.

– ?A que se debia su tolerancia con una secretaria alcoholica e indisciplinada? -le pregunto Nastia.

– Ya se lo conte a su companero -respondio el director general encogiendose de hombros-. Desde luego, no es algo de lo que podamos alardear pero no veo motivo para ocultarlo, sobre todo ahora que a Vica ya nada puede perjudicarle. Las obligaciones de Vica consistian en estar sentada en la antesala, atender al telefono y servir te, cafe y licores, principalmente cuando venian a verme socios extranjeros. ?Me explico?

– No -respondio Nastia secamente.

– Me sorprende. Bueno, se lo dire claramente. A veces, para convencer al socio hay que emborracharlo y colarle una moza de buen ver, con la idea de ablandarlo. ?A que viene esta mirada? ?Es la primera vez que lo oye? No disimule, Anastasia Pavlovna, usted no ha nacido ayer. Todos lo hacen. Y esta es la unica razon por la que necesitaba a Vica. Era increiblemente guapa, no dejaba indiferente a ningun hombre fuesen cuales fuesen sus preferencias. Si venia a cuento, le permitia pasar unos dias con el visitante que me interesaba, acompanaba a los extranjeros cuando les apetecia ir a Piter (1) o ver el Anillo de Oro (2) o adonde quisieran. Vica nunca rechistaba, hacia todo lo que se le pedia, sin importarle como era el hombre en cuestion. Por eso le perdonaba sus borracheras y su absentismo. Por cierto, aunque alcoholica, era muy cumplidora. Parece mentira, pero si le avisaba de que, pongamos por caso, el miercoles iban a celebrarse unas negociaciones importantes e iba a necesitarla, aunque estuviera de juerga maratoniana, por mucho que hubiera bebido, el miercoles se presentaba en el despacho con todas sus galas. Ni una sola vez, ?me oye?, ni una sola me dejo colgado. Comprendera que es perfectamente normal que le perdonase muchas cosas.

(1) Nombre coloquial de San Petersburgo. (N. del t.)

(2) Nombre por el que se conoce un grupo de poblaciones de los alrededores de Moscu donde se conserva un gran numero de las iglesias de los siglos XIII-XV representativas de la llamada Escuela Moscovita de la arquitectura rusa. (N. del t.)

– Dicho de otra forma, le asigno a Yeriomina el puesto de prostituta -resumio Nastia en voz baja.

– ?Exacto! -exploto el director-. Si prefiere llamarlo asi, entonces, ?exacto! ?Es un crimen acaso? Tenia el empleo de secretaria, cobraba su sueldo pero le gustaba acostarse con los clientes, lo hacia voluntariamente y, tome buena nota de esto, gratis. Visto desde fuera, es lo que parece, ?esto y nada mas! He cometido una tonteria al contarselo.

– ?Quiere decir que se desdice? -quiso precisar Nastia.

– Dios mio, no, por supuesto que no. Le he contado la verdad pero solo para ayudarla a encontrar al asesino

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