— ?Cierra el pico! — le chillo Andrei —. Izya, deja de ensenar los dientes. ?Estoy hablando en serio! ?Kensi, vete al diablo! Muchachos, considero que debemos beber… ya lo hemos hecho, pero fue como al tuntun, y esto hay que hacerlo con seriedad, con fundamento; bebamos por nuestro Experimento, por nuestra noble causa y, en especial…
— ?Por el camarada Stalin, inspirador de todas nuestras victorias! — solto Izya en un alarido.
— No… — Andrei perdio el hilo —. Escuchad… — balbuceo —. ?Por que me interrumpes? Claro que tambien por Stalin… Vaya, se me ha ido del todo… ?Queria que bebieramos por la amistad, imbecil!
— ?No importa, Andrei! — repuso el tio Yura —. Es un buen brindis, hay que beber por el Experimento y tambien por la amistad. Caballeros, tomad los vasos, bebamos por la amistad y por que todo vaya bien.
— ?Pues yo bebo por Stalin! — dijo Selma, terca —. Y por Mao Zedong. ?Me oyes, Mao Zedong? Bebo por ti — le grito a Van.
El conserje se estremecio, y con una sonrisa lastimera agarro un vaso y bebio.
— ?Zedong? — pregunto Fritz, amenazante —. ?Y quien es ese?
Andrei dejo vacio el vaso de un trago y, algo aturdido, se puso a pinchar la comida con el tenedor. Todas las voces le llegaban como de la habitacion vecina. Stalin… Si, claro. Alguna relacion debia existir…
«?Y por que no se me ocurrio antes? Es un fenomeno de dimensiones cosmicas. Debe de haber alguna relacion, alguna interconexion. Digamos, por ejemplo: elegir entre el exito del Experimento y la salud del camarada Stalin… Que debo hacer yo personalmente, como ciudadano, como combatiente… Es verdad que Katzman dice que Stalin ha muerto, pero eso no es lo esencial. Supongamos que esta vivo. Y supongamos que se me plantea esa disyuntiva: el Experimento o la causa de Stalin… Tonterias, no puede plantearse de esa manera. Proseguir la causa de Stalin bajo su direccion, o llevarlo a cabo en condiciones del todo diferentes, peculiares y no previstas por ninguna teoria, asi habria que plantear la cuestion…»
— ?Y de donde has sacado que los Preceptores son continuadores de la causa de Stalin? — de repente le llego la voz de Izya, y Andrei se dio cuenta de que llevaba un rato hablando en voz alta.
— ?Y que otra causa pueden defender? — se asombro —. Solo existe una causa sobre la tierra a la que valga la pena entregarse: ?la construccion del comunismo! Esa es la causa de Stalin.
— De acuerdo con los Fundamentos3, estas suspendido — respondio Izya —. La causa de Stalin es la construccion del comunismo en un pais, la lucha consecuente contra el imperialismo y la expansion del campo socialista a todos los confines del mundo. No veo de que manera puedes llevar a cabo todo eso aqui.
— ?Que aburrimiento! — gimio Selma —. ?Quiero musica! ?Quiero bailar!
— ?Eres un dogmatico! — grito Andrei, que ya no era capaz de ver ni de oir nada —. ?Solo sabes rezar y recitar el Talmud! Y, en general, eres metafisico. No ves otra cosa que no sea la forma. ?Tiene alguna importancia la forma que adopte el Experimento? Su contenido solo puede ser uno, y el resultado final sera el establecimiento de la dictadura del proletariado, en coalicion con los granjeros trabajadores…
— ?Y con la intelectualidad trabajadora! — intervino Izya.
— Con esos intelectuales… Buena mierda, los intelectuales.
— Si, es verdad — dijo Izya —. Eso es de otra epoca.
— ?En general, la intelectualidad es impotente! — proclamo Andrei con ferocidad —. Es un estrato de lacayos. Sirven al que esta en el poder.
— ?Panda de miserables! — estallo Fritz —. ?Miserables, charlatanes, siempre creando el desorden y la desorganizacion!
— ?Exactamente! — Andrei hubiera preferido que la ayuda le llegara del tio Yura, por ejemplo, pero en el apoyo de Fritz habia algunas facetas utiles —. Tenemos, por ejemplo, a Geiger: en general, es un enemigo de clase, pero su posicion coincide plenamente con la nuestra. Entonces resulta que, desde el punto de vista de cualquier clase, la intelectualidad es una mierda. — Hizo rechinar los dientes —. Los odio. Aborrezco a esos cuatroojos impotentes, a esos miserables gorrones. No tienen fuerza interior, ni fe, ni moral…
— ?Cuando oigo la palabra «cultura», echo mano a mi pistola! — cito Fritz con voz metalica.
— ?Oh, no! — dijo Andrei —. Aqui seguimos caminos divergentes. ?De eso nada! La cultura es un grandioso patrimonio del pueblo liberado. Dialecticamente, en ese sentido hay que…
Junto a ellos sonaba muy alto el gramofono. Otto, trastabillando, bailaba con Selma, totalmente borracha, pero eso a Andrei no le interesaba. Comenzaba lo mejor, aquello que hacia que esas reuniones le gustaran tanto. El debate.
— ?Abajo la cultura! — aullaba Izya, saltando de un asiento libre a otro, para sentarse lo mas cerca posible de Andrei —. No guarda relacion alguna con nuestro Experimento. ?Cual es el objetivo del Experimento? Ahi tienes la pregunta. Dime cual es, anda.
— Ya lo he dicho: ?crear el modelo de sociedad comunista!
— ?Y dime para que demonios necesitan los Preceptores un modelo de sociedad comunista? Piensa un poco, cabeza de chorlito.
— ?Y por que no?
— De todos modos — dijo el tio Yura —, considero que los Preceptores no son personas de verdad. Son, por asi decirlo, de otra raza… Nos han metido en un acuario… o en algo asi como un parque zoologico… para ver que sale de ahi.
— ?Esa idea es suya. Yuri Konstantinovich? — Izya se volvio hacia el y lo miro con enorme interes.
— Nacio de los debates — dijo el tio Yura sin precisar, mientras se palpaba el pomulo derecho.
— ?Es asombroso! — dijo Izya, muy entusiasmado, pegando una palmada en la mesa —. ?Por que? ?Como es posible? Gente tan diferente, que como promedio tienen un pensamiento conformista, ?por que llegan a plantearse el origen extraterrestre de los Preceptores? Segun esa concepcion, el Experimento lo llevan a cabo fuerzas superiores.
— Por ejemplo — intervino Kensi —, yo le pregunte directamente: «?Vienen ustedes de otro planeta?». El Preceptor eludio la respuesta, pero de hecho, no lo nego.
— A mi me dijeron que eran individuos procedentes de otra dimension — dijo Andrei. Le resultaba dificil hablar de los Preceptores, era como tratar un asunto de familia delante de extranos —. Pero no estoy seguro de haberlo entendido correctamente. Quiza se trataba de una metafora…
— ?No quiero eso! — estallo de repente Fritz —. No soy un insecto. Soy un ser libre. ?Ah! — Hizo un ademan desesperado —. No hubiera venido aqui, de no ser porque era un prisionero.
— Pero, ?por que? — dijo Izya —. ?Por que? Yo mismo percibo constantemente cierta protesta interior y no entiendo de que se trata. Quiza, a fin de cuentas, su objetivo se aproxime a los nuestros…
— ?Y que te estoy diciendo? — exclamo Andrei con alegria.
— No va por ahi — lo rechazo Izya con impaciencia —. Eso no es como te imaginas, no hay una relacion directa. Ellos intentan comprender a la humanidad, ?te das cuenta? ?Comprenderla! Pero, para nosotros, el problema numero uno es identico: comprender a la humanidad, entendernos a nosotros mismos. Y es posible que si logran comprender algo, nos ayuden a que nosotros mismos nos entendamos, ?no crees?
— ?De eso nada, amigos! — dijo Kensi, negando con la cabeza —. No os consoleis con eso. Estan preparando la colonizacion de la Tierra, y estudian en nosotros la psicologia de sus futuros esclavos.
— ?Por que, Kensi? — pronuncio Andrei con desencanto —. ?Por que esas suposiciones tan terribles? Creo que es deshonesto pensar eso de ellos.
— Si, creo que no es eso lo que yo pienso de ellos — respondio Kensi —. Se trata de que tengo un extrano presentimiento… Todos esos babuinos, las transformaciones del agua, el caos generalizado de dia en dia… Una buena manana nos haran confundir las lenguas… Es como si nos prepararan sistematicamente para un mundo insensato en el que vamos a vivir desde ahora y para siempre, por los siglos de los siglos. Es como en Okinawa. En aquella epoca, yo era un nino, estabamos en guerra, y en nuestra escuela a los chicos de Okinawa se les prohibia hablar en su idioma. Solo permitian hablar en japones. Y cuando pescaban a algun chaval, le colgaban del cuello un letrero donde decia: «Yo no se hablar correctamente». Yo lleve muchas veces ese letrero.
— Si, si, lo entiendo — mascullo Izya con una sonrisa congelada en el rostro, mientras se pellizcaba una verruga en el cuello.
— Pero yo no lo entiendo — explico Andrei —. Todas esas interpretaciones son incorrectas, distorsionadas… El Experimento es el Experimento. Por supuesto, no entendemos nada. ?Pero no se supone que debamos entender! ?Esa es la condicion principal! Si entendemos la razon por la que estan aqui los babuinos, o por que cambiamos de profesion, eso condicionara de inmediato nuestro comportamiento. El Experimento perdera su