— El universo cuenta con un solo espectro electromagnetico, doctor Kaldor. Debemos aprovecharlo lo mejor posible. Los thalassianos tienen la suerte de que entre los extremos de las islas Norte y Austral no haya mas de trescientos kilometros de distancia, de manera que el monte Krakan alcanza a ambas. No necesitan satelites de comunicacion.

»El unico problema es el acceso y el clima; los nativos dicen que Krakan es el unico lugar del planeta donde hace mal tiempo. Cada tantos anos alguien tiene que escalar la montana, reparar las antenas, remplazar las celulas y baterias solares y despejar la nieve. No es gran problema, pero requiere mucho trabajo.

— Cosa que los thalassianos siempre tratan de evitar — tercio la jefa medica Newton —. Aunque en realidad no tiene nada de malo que ahorren sus energias para cosas mas importantes, como el deporte y el atletismo. Iba a agregar «y para hacer el amor», pero sabia que la broma incomodaria a varios colegas.

— ?Por que escalan la montana? — pregunto Kaldor —. ?Por que no vuelan hasta la cima? He visto que tienen aviones de despegue vertical.

— Si, pero el aire esta muy enrarecido y hay mucha turbulencia. Ha habido varios accidentes, por eso prefieren el otro metodo.

— Comprendo — dijo Kaldor pensativamente —. El viejo problema de la no intromision. ?Debilitaremos su confianza en si mismos? Muy poco, no tendria importancia en mi opinion. Si rechazamos un pedido tan modesto se sentiran ofendidos, y con razon, en vista de la ayuda que nos brindan en la planta de hielo.

— Lo mismo pienso yo. ?Alguna objecion? Perfectamente. Senor Lorenson, el asunto queda en sus manos. Use el avion que quiera, siempre que no se lo necesite para Operacion Copo de Nieve.

A Moses Kaldor le fascinaban las montanas; lo hacian sentirse mas cerca de ese Dios cuya inexistencia no terminaba de aceptar.

Parado en el borde de la gran caldera, contemplaba el mar de lava, petrificada tiempo atras, pero de cuyas grietas aun escapaban jirones de humo. Hacia el oeste, en la distancia, se veian claramente las dos islas grandes, como nubes oscuras sobre el horizonte.

El frio penetrante y la necesidad de ahorrar el aliento agregaban su cuota de emocion al momento. Muchos anos atras habla leido, en alguna novela de viajes y aventuras, la frase «aire embriagador como el vino». En ese momento habia deseado preguntarle al autor si habia respirado mucho vino ultimamente, pero ahora la expresion no le parecia tan ridicula.

— Ya terminamos la descarga, Moses. Podemos volver cuando quieras.

— Gracias, Loren. Me gustaria quedarme hasta la noche, cuando vuelvas a recoger a los demas, pero podria ser peligroso debido a la altura.

— Los ingenieros han traido tubos de oxigeno.

— No lo decia por eso, sino porque un tocayo mio tuvo muchos problemas por subir a un monte.

— Perdon, no comprendo.

— No me hagas caso; sucedio hace muchisimo tiempo. El avion alzo vuelo desde el borde del crater, y los trabajadores de la cuadrilla de reparacion agitaron las manos en senal de despedida. Habian descargado sus herramientas y equipos y se disponian a cumplir con ese rito que precedia a cualquier tarea en Thalassa. Alguien preparaba el te.

El avion se alzo lentamente, esquivando la marana de antenas de todos los tamanos y formas conocidos. Todas apuntaban al Oeste, hacia las dos islas brumosas. Si el avion llegara a interferir alguna emision, se perderian incontables gigabits de informacion, y los thalassianos lamentarian haber pedido su ayuda.

— ?No vamos hacia Tarna?

— Enseguida, pero antes quiero echar un vistazo a la montana. Mira, ?ahi esta!

— ?Que cosa? Ah, si. ??Por Krakan!!

Una exclamacion muy apropiada, en verdad. Surcaba el suelo una profunda hondonada, de unos cien metros de ancho. En el fondo de la hondonada estaba el Infierno.

Los fuegos del nucleo del joven planeta se alzaban hasta pocos metros de la superficie. Un rio amarillo brillante con vetas escarlatas bajaba lentamente hacia el mar. ?Quien podia asegurar que el volcan no volveria a entrar en erupcion, que solo aguardaba una oportunidad propicia?, se pregunto Kaldor.

Pero no era el rio de lava lo que buscaban. Mas alla habia un pequeno crater, de un kilometro de diametro, en cuyo borde se alzaban los restos de una antigua torre. Al acercarse comprobaron que tres torres equidistantes se habian alzado desde el borde de la caldera, pero que de dos de ellas solo quedaban los cimientos.

En el fondo del crater vieron una marana de cables retorcidos y laminas metalicas, restos del gran radiorreflector que alguna vez habia estado suspendido de las torres. En el centro se hallaban los restos del equipo de recepcion y trasmision, parcialmente hundidos en un pequeno lago alimentado por las frecuentes lluvias de la montana.

Contemplaron las ruinas de los ultimos lazos con la Tierra, en silencio, como obedeciendo a un acuerdo tacito.

— Es un desastre, pero se puede reparar — dijo Loren finalmente —. Sagan 2 se encuentra a doce grados hacia el norte. Esta mas cerca del Ecuador de lo que estaba la Tierra. Sera mas facil apuntar la onda con una antena offset.

— Excelente idea. Podemos ayudarlos a poner en marcha el proyecto una vez que hayamos construido nuestro escudo. En realidad no creo que necesiten ayuda, puesto que no hay apuro. Tardaremos casi cuatro siglos en comunicarnos con ellos, si es que empezamos a trasmitir apenas llegamos.

Loren termino de filmar el lugar e inicio el descenso frente a la ladera antes de volver el avion hacia Isla Austral. Pero no habia descendido mil metros, cuando Kaldor le llamo la atencion:

— ?Que significa ese humo hacia el nordeste? Parece una senal.

A mitad de camino entre el avion y el horizonte se alzaba una delgada columna blanca, muy nitida contra el cielo azul despejado de Thalassa.

— Vamos a ver. Tal vez sea un barco averiado.

— ?Sabes que me recuerda? — pregunto Kaldor.

Loren se encogio de hombros en silencio.

— Una ballena al lanzar su chorro. Los grandes cetaceos, lanzaban chorros de vapor de agua muy parecidos al que estamos viendo cuando salian a la superficie a respirar.

— Es una teoria muy interesante — dijo Loren —, pero no puede ser, por dos razones. Esa columna tiene casi un kilometro de altura. Una ballena un poco grande, ?no te parece?

— Tienes razon. Ademas lanzaba varios chorros sucesivos, no uno continuo como este. ?Cual es la otra razon?

— Que de acuerdo al mapa alli no hay mar abierto. Y al diablo con mi teoria del bote averiado.

— No puede ser, si Thalassa es puro oceano. Ah, no, ya recuerdo: la Gran Pradera Oriental. Alla se ve el borde. Cualquiera diria que es tierra firme.

Se acercaban rapidamente hacia una gran masa de vegetacion flotante, que cubria buena parte de la superficie oceanica de Thalassa y producia practicamente todo el oxigeno de su atmosfera. Era una superficie continua, de un color verde brillante, casi violento, y parecia lo suficientemente solida como para soportar el peso de un hombre. Su verdadera naturaleza se revelaba en la ausencia absoluta de elevaciones o accidentes de cualquier tipo.

Pero un sector de la pradera flotante, de un kilometro de diametro, aproximadamente, no era llano ni continuo. Algo hervia bajo la superficie y alzaba grandes nubes de vapor con alguna que otra alga.

— Si, me hablaron de esto — dijo Kaldor —. Hijo de Krakan.

— Asi es — respondio Loren —. Es la primera vez que entra en erupcion desde que llegamos. Con que este fue el origen de las islas.

— Si, y la columna volcanica se desplaza hacia el este. Tal vez dentro de pocos milenios los thalassianos tendran todo un archipielago.

Sobrevolaron la zona un par de minutos mas y luego enderezaron hacia la Isla Oriental. Para cualquier otro espectador, la vista de un volcan submarino en medio de los dolores de parto hubiera sido un espectaculo sobrecogedor.

Pero no para estos hombres, que habian asistido a la destruccion de un sistema solar.

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