Me di cuenta de ello despues de que Arlene me lo senalara. Ella es mucho mejor que yo valorando las situaciones sexuales, gracias a su experiencia y a mi falta de la misma.
El vampiro estaba hambriento. He oido muchas veces que la sangre sintetica que desarrollaron los japoneses bastaba para la nutricion de los vampiros, pero que no llegaba a satisfacer verdaderamente su hambre, por lo que de vez en cuando ocurrian 'desafortunados incidentes' (ese era el eufemismo vampirico para el asesinato de un ser humano por su sangre). Y alli estaba Denise Rattray, acariciandose la garganta, girando el cuello de lado a lado… Que
Mi hermano, Jason, entro justo entonces en el bar y se acerco para darme un abrazo. Sabe que a las mujeres les gustan los hombres carinosos con su familia y amables con los discapacitados, asi que abrazarme es para el como una carta de recomendacion. No es que Jason necesite muchos mas alicientes de los que ya tiene de por si. Es atractivo, y aunque tambien puede portarse mal, la mayoria de las chicas parecen dispuestas a pasar eso por alto.
– Hola, hermanita, ?como esta la abuela?
– Esta bien, mas o menos como siempre. Pasate a verla.
– Lo hare. ?Quien esta a tiro esta noche?
– Miralo tu mismo. -Observe que cuando Jason comenzo a pasear la mirada, hubo un aleteo de manos femeninas que iban al pelo, a la blusa o a los labios.
– Eh, veo a DeeAnne. ?Esta libre?
– Esta aqui con un camionero de Hammond, que ha ido ahora al servicio. Ten cuidado.
Jason me sonrio, y me sorprendi una vez mas de que las demas mujeres no vieran el egoismo que habia en esa sonrisa. Incluso Arlene se remango la blusa al entrar Jason, y ella, despues de cuatro matrimonios, ya deberia haber aprendido a evaluar a los hombres. La otra camarera que trabajaba alli, Dawn, hizo ondear su pelo y se enderezo para que se le marcaran las tetas. Jason le dedico un gesto afable y ella simulo bufar. Habia discutido con el, pero aun asi queria que se fijara en ella.
Estuve muy ocupada (todo el mundo viene a Merlotte's el sabado, en un momento u otro de la tarde-noche), asi que durante un tiempo le perdi el rastro a mi vampiro. Cuando tuve un momento para echarle un vistazo, vi que estaba hablando con Denise. Mack lo miraba con una expresion tan avida que me preocupo.
Me acerque mas a su mesa, sin perder de vista a Mack. Al fin deje que cayeran mis defensas y escuche: Mack y Denise habian estado en la carcel por desangrar a un vampiro.
Aunque me afecto profundamente, logre servir por puros reflejos la jarra de cerveza y los vasos que llevaba en la mano a una ruidosa mesa de cuatro personas. Se suponia que la sangre de vampiro aliviaba de forma temporal los sintomas de las enfermedades y aumentaba el vigor sexual, una especie de cortisona y viagra todo en uno, y habia un enorme mercado negro para la sangre vampirica genuina y sin diluir. Llevaba un par de anos siendo la droga de moda, y aunque algunos consumidores se volvian locos despues de beber sangre pura de vampiro, eso no frenaba el mercado. Y donde hay mercado, hay proveedores; en este caso, como acababa de descubrir, la repugnante Pareja Rata. Ya habian atrapado antes a otros vampiros y los habian drenado, vendiendo las pequenas redomas de sangre hasta por doscientos dolares cada una.
Como regla general, un vampiro desangrado no dura mucho. Los drenadores abandonan a los no-muertos atravesados con una estaca, o simplemente los tiran al aire libre. Cuando sale el sol, se acabo. De vez en cuando se leen historias de un vampiro que ha logrado volver las tornas, y entonces se obtienen unos drenadores muertos.
Y en ese momento mi vampiro se levanto y se marcho con los Ratas. Mack cruzo su mirada conmigo y comprobe que se sorprendia ante la expresion de mi rostro. Pero de inmediato se alejo, pasando de mi como todo el mundo.
Eso me enfurecio, me enfurecio mucho.
?Que debia hacer? Mientras luchaba conmigo misma, salieron por la puerta. ?Me creeria el vampiro si corria detras de ellos y se lo contaba? Desde luego, nadie mas lo haria, y aunque me creyeran, tambien me odiarian y me tendrian miedo por leer los pensamientos encerrados en el cerebro de los demas. Arlene me habia rogado que leyera la mente de su cuarto marido cuando vino a recogerla una noche, porque estaba casi segura de que planeaba abandonarlos a ella y a los crios, pero no lo hice porque queria conservar la unica amiga que tenia. Y ni siquiera Arlene se habia atrevido a pedirmelo directamente, porque eso supondria admitir que yo poseia este don, esta maldicion. La gente no puede admitirlo. Prefieren creer que estoy loca, ?lo que en ocasiones casi es cierto!
Asi que vacile, confusa, asustada y furiosa, y entonces supe que ante todo tenia que actuar. Me empujo a ello la mirada que me habia dedicado Mack, como si yo fuera insignificante.
Cruce el bar hasta llegar junto a Jason, que estaba seduciendo a DeeAnne. Claro que eso no resultaba muy dificil, segun afirmaba la opinion popular. El camionero de Hammond lo miraba con el ceno fruncido, desde el otro costado de la chica.
– Jason-dije con tono imperioso. Se volvio para echarme una mirada de advertencia-. Escucha, ?sigues llevando esa cadena en la caja de la camioneta?
– Nunca salgo de casa sin ella-dijo con lentitud, mirandome a la cara en busca de senales de problemas-. ?Vas a pelearte, Sookie?
Le sonrei, lo que me resulto facil por la costumbre.
– Desde luego, espero que no-dije alegremente.
– Eh, ?necesitas ayuda? -al fin y al cabo, era mi hermano.
– No, gracias -respondi, tratando de sonar confiada. Y entonces me dirigi a Arlene-. Escucha, tengo que salir un poco antes. Mis mesas estan bastante tranquilas, ?puedes cubrirme? -No creo haberle pedido nunca antes una cosa asi a Arlene, aunque yo la habia cubierto muchas veces. Ella tambien me ofrecio su ayuda-. No pasa nada -dije-, volvere antes de cerrar si me es posible. Si limpias mi zona me encargare de tu caravana.
Arlene asintio y su melena rojiza siguio el movimiento con entusiasmo.
Senale a la puerta de empleados para mi misma e hice con los dedos un gesto de caminar, para que Sam supiera que me iba. El asintio, aunque no parecia contento.
Asi que sali por la puerta de atras, tratando de que mis pies no hicieran ruido sobre la gravilla. El estacionamiento para empleados esta detras del bar, accesible a traves de una puerta que lleva al almacen. Alli estaba el coche del cocinero, asi como el de Arlene, el de Dawn y el mio. A mi derecha, que quedaba al este, estaba la camioneta de Sam y detras su caravana.
Me aleje del estacionamiento de grava para empleados hacia el asfalto que cubria el de clientes, mucho mas grande y situado al oeste del bar. Los arboles rodeaban el claro en el que se alzaba Merlotte's, y las lindes del lugar eran sobre todo arenisca. Sam lo mantenia bien iluminado, y el resplandor surrealista de las altas farolas hacia que todo cobrara un aire extrano.
Descubri el abollado deportivo rojo de la Pareja Rata, asi que supe que andaban cerca. Al fin encontre la camioneta de Jason: negra, con unos remolinos de colores rosa y celeste dibujados en los laterales. Sin duda, adoraba llamar la atencion. Me impulse hacia arriba por la parte trasera y rebusque por el piso hasta encontrar su cadena, una serie de eslabones gruesos que siempre llevaba por si habia pelea. La enrolle y me la lleve pegada al cuerpo, de modo que no tintineara.
Medite durante un segundo. El unico lugar minimamente privado al que podrian haber atraido al vampiro los Rattray era el fondo del estacionamiento, donde los arboles llegan a taparlos coches. Asi que me arrastre en esa direccion, tratando de moverme con rapidez pero sin que me vieran.
Me detenia cada pocos segundos para escuchar. Pronto oi un gemido y el debil ruido de voces. Me deslice entre los coches y los descubri justo donde pensaba que estarian. El vampiro estaba tirado en el suelo, boca arriba, con el rostro contorsionado por el dolor. El brillo de las cadenas cruzaba sus munecas y bajaba hasta sus tobillos: plata. Ya habia dos frasquitos llenos de sangre en el suelo, junto a los pies de Denise, y mientras los miraba ella ajusto un nuevo tubo a la aguja. El torniquete que le habian colocado por encima del codo se clavaba profundamente en la piel de su victima.
Tal como estabamos todos situados, ellos dos me daban la espalda y el vampiro todavia no me habia visto. Solte la cadena enrollada hasta tener un metro colgando. ?A quien deberia atacar primero? Los dos eran pequenos y peligrosos.
Me acorde de la mirada despectiva de Mack y de que nunca dejaba propina. El seria el primero.