movimiento traicionero, su miedo cambio hacia algo licencioso y de necesidad.
– Dejame marchar.- Susurro ella.
– Aun no.
Ella lo oyo suspirar, como si la oliera y luego sus oidos se inundaron del sonido ritmico de bombeo, como si ronroneara. Se le aflojo el cuerpo, acalorado, abierto entre sus piernas como si estuviera preparada para aceptarlo en su interior.
Buen Dios, ella tenia que alejarse de el.
Ella le agarro el antebrazo y lo empujo. Pero no consiguio ir a ninguna parte.
– ?Mary?
– ?Que? -Ella chasqueo, resentida por que estaba conectada cuando deberia haberse quedado petrificada. Por Dios, el era un extrano, un extrano grande, insistente y ella era una mujer sola sin nadie que la reclamase si no volvia a casa.
– Gracias por no plantarme.
– Por nada. Ahora ?si me permites?
– En cuanto me dejes que te un beso de buenas noches.
Mary tuvo que abrir la boca para conseguir suficiente aire para sus pulmones.
– ?Por que? -Ella le pregunto con voz ronca. ?Por que quieres hacerlo?
Sus manos se posaron sobre sus hombros y la giraron. El destacaba sobre ella, obstruyendo el brillo del restaurante, las luces en el aparcamiento, las estrellas por encima.
– Solo dejame que te bese, Mary.- Sus manos se deslizaron por su garganta y sobre los lados de su cara. -Solo una vez. ?De acuerdo?
– No, esto no esta bien. -Susurro ella cuando inclino su cabeza hacia atras.
Sus labios descendieron y su boca temblo. Hacia mucho que la habian besado. Y nunca un hombre como el.
El contacto fue suave, apacible. Inesperado, dado el tamano de el.
Y como una rafaga de calor lamio sobre sus pechos y entre sus piernas, ella escucho un silbido.
El tropezo hacia atras y la miro de una forma extrana. Con movimientos desiguales, sus pesados brazos atravesaron su pecho, como si la conservase.
– ?Hal?
El no dijo nada, solo estuvo alli, mirandola fijamente. Si no lo conociera mejor, pensaria que lo habian sacudido.
– Hal ?estas bien?
El nego con la cabeza una vez.
Entonces se alejo, despareciendo en la oscuridad mas alla del aparcamiento.
Capitulo 13
Rhage se materializo en el patio entre el Pit y la mansion.
No podia poner una cuenta exacta sobre la sensacion que tenia bajo la piel, pero era una especie de zumbido a nivel de sus musculos y huesos, como la vibracion de un tenedor que se templa. El estaba seguro de que nunca habia sentido este zumbido antes. Y esto habia empezado en el momento en que su boca habia tocado la de Mary.
Desde que cada cosa nueva y diferente en su cuerpo era mala, el inmediatamente se habia distanciado de ella, y el no estar cerca de la mujer parecia ayudar. El problema era que ahora que el sentimiento se apagaba, la necesidad de liberacion de su cuerpo le tiraba. No era justo. Despues de que la bestia saliera en general conseguia al menos unos dias libres.
Comprobo su reloj.
Maldita sea, queria salir a cazar unos lessers para poner una muesca o dos, pero desde que Tohr habia asumido el mando de la Hermandad, nuevas reglas habian sido presentadas.
Despues del cambio, Rhage, como se suponia, refrescaba sus motores durante un par de dias hasta que estaba de regreso con todos los quemadores. Con la muerte de Darius el verano pasado, los hermanos se habian reducido a seis, y luego Warth habia ascendido al trono, entonces habian quedado solo cinco. La raza no podia permitirse perder a otro guerrero.
El forzado descanso y la relajacion tenian sentido, pero el odiaba que le dijeran lo que tenia que hacer. Y el no podia soportar no estar fuera en el campo, especialmente cuando necesitaba drenar algun jugo.
Cogiendo un juego de llaves de su abrigo, se acerco a su GTO superalimentado. El coche desperto con un rugido y un minuto y medio mas tarde estuvo en campo abierto. No sabia que direccion habia tomado. No le preocupaba.
Mary. Aquel beso.
Dios, su boca habia sido increiblemente dulce cuando temblo bajo la suya, tan dulce que habia querido separar sus labios con la lengua y meterla dentro. Deslizandola y retrayendola y volver otra vez a degustarla. Y luego hacer lo mismo con su cuerpo entre sus piernas.
Excepto que habia tenido que pararse. Lo que fuera aquel zumbido, fue como un aviso, por lo cual era peligroso. La maldita reaccion no tenia sentido, penso. Mary lo calmaba, le traia tranquilidad. Seguro, el la queria, y eso le enviaba un telegrama, pero no deberia ser suficiente para ponerlo en peligro.
Ah, infiernos. Tal vez habia interpretado mal la respuesta. Tal vez aquella corriente habia sido la atraccion sexual de una clase mas profunda a la que el estaba acostumbrado a…Lo cual era tipicamente nada mas que el impulso de venirse para que la probabilidad de que su cuerpo tirase de el fuera menor.
Penso en las mujeres que habia tenido. Habia un numero incontable de ellas, todos cuerpos anonimos en los que se habia liberado, ninguna una fuente de placer verdadero para el. Las habia tocado y besado solo porque a menos que llegaran tambien, se sentia como que las habia usado.
Mierda, se sentia como un usuario en cualquier caso. Era un usuario.
Aunque no hubiera sido golpeado por el zumbido al besar a Mary, el todavia la hubiera dejado abandonada en aquel aparcamiento. Con su voz encantadora, sus ojos de guerrero y su boca temblorosa, Mary no podia ser solamente otra jodida. Tomarla, incluso aunque estuviera dispuesta, parecia la violacion de algo puro. Algo mejor de lo que era el.
Su telefono movil sono y lo cogio de su bolsillo. Cuando comprobo el identificador de llamadas, maldijo, pero contesto de todas formas.- ?Eh, Tohr! Iba a llamarte.
– Solo he visto tu coche alli fuera. ?Has encontrado a la mujer humana?
– Ya lo he hecho.
– Esto fue rapido. Ella debe haberte tratado bien.
Rhage apreto los dientes. Por una vez no tenia ninguna reaparicion rapida. -Hable con ella sobre el nino. No tenemos ningun problema. El le gusta, se siente mal por el, pero si desapareciera, ella no causaria ningun problema. Lo ha encontrado recientemente.
– Buen trabajo, Hollywood. ?Hacia donde te diriges ahora?
– Solo conduzco.
El tono de voz de Tohr se ablando. Odias no poder luchar ?verdad?
– ?No lo harias tu?
– Desde luego, pero no te preocupes, manana por la noche vendra pronto y podras volver a la accion. Mientras tanto, podrias trabajar un poco tus salsas en el One Eye. -Tohr rio en silencio.-A proposito, me entere sobre lo que le hiciste a las dos hermanas hace un par de noches, una despues de la otra. Hombre, eres asombroso, ?sabes?
– Si, Tohr, ?Puedo pedirte un favor?
– Cualquier cosa, mi hermano.
– ?Podrias no…hablarme sobre las mujeres?-Rhage suspiro. -La verdad es, que lo odio, de verdad que lo hago.
El penso parar alli, pero de repente las palabras salian y no podia callarse.