– El me cuida. Me protege. No tengo ni idea de por que, considerandolo.

Bella suspiro, pensando que ella lo sabia. Considerando la fijacion del guerrero con la humana, el probablemente se habia vinculado con ella.

– Pero volvere a casa pronto. -Dijo la humana. -Solo un par de dias.

Bella no estuvo tan segura sobre eso. Mary estaba adentrandose en su mundo mas de lo que ella comprendia.

*******

El olor de los vapores del gas eran repugnantes, penso O mientras maniobraba el Toro Dingo alrededor en la oscuridad.

– Esta bien. Estamos bien para ir. -Llamo U.

O apago la cosa e inspecciono el area que habia talado del bosque. Profesionalmente, de 12 por 12 metros, esta era la disposicion del edificio de persuasion mas el espacio para que ellos pudieran trabajar.

U dio un paso hacia el area nivelada y dirigio la reunion de lessers. -Vamos a comenzar a levantar las paredes. Quiero tres lados levantados. Dejad uno abierto. -U hizo senas impacientes con la mano. -Vamos. Moveros.

Los hombres recogieron los marcos hechos de 2,5 metros de largo y dos por cuatro y llevaron las cosas alrededor.

El sonido de un vehiculo aproximandose paro a cada uno de ellos, aunque la carencia de focos sugeria que era otro lesser. Con su superior vision nocturna, los miembros de la Sociedad eran capaces de bailar alrededor de la oscuridad como si fuera pleno mediodia; quienquiera que hubiera detras de aquellas ruedas esquivando arboles tenia la misma acuidad.

Cuando el Sr. X salio del mini-camion, O se acerco.

– Sensei. -Dijo O, inclinandose. Sabia que el bastardo apreciaria el gesto y de algun modo cabrearia al tipo solo por no ser tan divertido como solia ser.

– Sr. O, veo como estais haciendo progresos.

– Dejeme mostrarle lo que estamos haciendo.

Tuvieron que gritar sobre los golpes de los martillos, pero no habia ninguna razon de preocuparse por cualquier ruido. Ellos estaban golpeando en medio de un terreno de treinta hectareas aproximadamente a treinta minutos de la ciudad de Caldwell. Al oeste de la propiedad habia un pantano que servia como una de las zonas de inundacion del Rio Hudson. La cubierta norte y este era la Big Notch Mountain, un monton de roca publica que los escaladores no apreciaban debido a las guaridas de las serpientes de cascabel y los turistas encontraban todos los alrededores poco atrayentes. El unico punto de exposicion era el sur, pero los palurdos que vivian en el escampado, desmoronandose sus granjas no tenian tiempo como para ir vagando.

– Esto se ve bien. -Dijo el Sr. X.-Ahora, ?donde estan poniendo las instalaciones de almacenaje?

– Aqui. -O se mantuvo de pie sobre un trozo de terreno. -Tendremos las provisiones por la manana. Deberiamos estar listos para recibir visitantes en un dia.

– Lo ha hecho bastante bien, hijo.

Maldito fuera, o odiaba la mierda de hijo. De verdad que lo odiaba.

– Gracias, sensei. -Dijo el.

– Ahora camine conmigo hacia mi coche. -Cuando ellos estuvieron a cierta distancia del trabajo, el Sr. X le dijo. -Digame algo, ?Tiene mucho contacto con los Betas?

O se aseguro deque su contacto ocular no dudaba. -No realmente.

– ?Ha visto a alguno de ellos ultimamente?

Cristo, ?a donde queria llegar el Fore-lesser con esto?

– ?En ningun momento de la pasada noche?

– No, como le he dicho, no me cuelgo con los Betas. -O fruncio el ceno. Sabia que si le exigia una explicacion, solo lo miraria defensivamente, pero lo joderia. ?Que pasa?

– Aquellos Betas que perdimos en el parque anoche habian mostrado alguna promesa. Yo lamentaria pensar que mataba a su competencia.

– Un hermano…

– Si, un miembro de la Hermandad los ataco. De acuerdo. Divertido, aunque los hermanos siempre se aseguran de apunalar a sus matanzas para que los cuerpos se desintegren. Pero anoche, aquellos Betas fueron abandonados para que murieran. Y el dano fue bastante malo por que entonces no pudieron responder a las preguntas cuando fueron encontrados por la escuadrilla de reserva. Por lo que nadie sabe lo que paso.

– Yo no estaba en el parque y usted lo sabe.

– ?Yo lo sabia?

– Por todos los santos…

– Cuide su boca. Y cuidese usted. -Los palidos ojos del Sr. X se estrecharon como rajas. -Sabe a quien llamare si tengo que tirar su collar corredizo otra vez. Ahora vuelva a trabajar. Le vere a usted y a los otros primarios con las primeras luces para su registro.

– Pensaba que teniamos el correo electronico. Dijo O con los dientes apretados.

– Sera en persona desde ahora en adelante para usted y su equipo.

Cuando el mini-camion se fue, O miro fijamente hacia la noche, escuchando los sonidos de la construccion. Deberia estar hirviendo en colera. En cambio el estaba solo…cansado.

Dios, no tenia ningun entusiasmo por su trabajo. Y el no podia estar trabajando sobre las chorradas del Sr. X. La emocion habia se habia ido.

******

Mary echo un vistazo al reloj digital: 1:56. Aun faltaban horas y horas para el alba y el sueno era inadmisible. Todo lo que ella imagino cuando cerro los ojos eran aquellas armas que colgaban del cuerpo de Rhage.

Ella rodo sobre si misma. La idea de no volverlo a ver era inquietante, rechazo examinar los sentimientos demasiado estrechamente. Solo los aceptaba, los llevaba mal y esperaba algun alivio.

Dios, deseaba poder volver al momento antes de que se marchara. Lo habria abrazado con fuerza. Y dandole una estirada conferencia sobre la permanencia de la seguridad aun cuando ella no supiera nada sobre la lucha y el lo era, esperanzadoramente, un maestro en ello. Ella solo queria su seguridad…

De repente se abrio la puerta. Cuando se abrio de golpe, el rubio cabello de Rhage brillo con la luz del pasillo.

Mary salio disparada de la cama, cruzando la habitacion en una carrera mortal y se lanzo sobre el.

– Whoa, que…-Sus brazos la abrazaron y la recogieron, manteniendola con el cuando atraveso la puerta y la cerro. Cuando la libero, ella se deslizo por su cuerpo. -?Estas bien?

Cuando sus pies se posaron sobre el suelo, ella volvio a la realidad.

– ?Mary?

– Ah, si…si, estoy bien. -Dio un paso hacia un lado. Mirando a su alrededor. Ruborizada como un infierno. - Solo…si, solo voy a volver a la cama ahora.

– Mantente firme, mujer. -Rhage se quito la chaqueta, la pistolera del pecho y el cinturon. -Vuelve aqui. Me gusta el modo en que me das la bienvenida a casa.

El abrio sus amplios brazos y ella entro en ellos, abrazandolo con fuerza, sintiendo como respiraba. Su cuerpo estaba muy caliente y olia maravillosamente, como al aire y el sudor limpio.

– No esperaba que estuvieras levantada. -Murmuro el, acariciando arriba y abajo su espalda.

– No podia dormir.

– Te lo dije, aqui estas a salvo, Mary. -Sus dedos encontraron la base de su cuello y lo masajearon con fuerza. -Maldicion, estas tensa. ?Estas segura de que estas bien?

– Estoy bien. De verdad.

El ceso las fricciones. -?Alguna vez contestas estas preguntas sinceramente?

– Ya lo he hecho. -Algo.

Su mano volvio a acariciarla. -?Me prometeras una cosa?

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