Camino a Caldwell, con el pedazo de maquinaria fija de la F 150, O deberia haber estado de buen humor. El edificio iba bien. Su escuadrilla aceptaba su mando. El Sr. X no habia traido Betas otra vez. Pero en cambio el solo se sentia…muerto ?Y esto no era ironico como el infierno para alguien que no habia estado vivo desde hacia tres anos?

Ya se habia sentido asi antes.

Alla en Sioux City, antes de haberse convertido en un lesser, el habia odiado su vida. Habia pasado en el instituto y ellos no tenian dinero para enviarlo a un colegio de la comunidad, entonces las opciones de carrera habian sido limitadas. Trabajando como gorila tendia a ser llamado para el servicio su tamano y su vena mala, pero esto habia sido solo moderadamente divertido: los borrachos no aguantaban y los reventar inconscientes no era mas divertidos que apalear a una vaca.

La unica cosa buena que habia encontrado era a Jennifer. Ella lo habia salvado del estupido aburrimiento y la habia amado por ello. Ella era el drama, el entusiasmo y la imprevisibilidad en el paisaje plano de su vida. Y siempre que el tenia uno de sus ataques de rabia, ella lo habia golpeado directamente, aun cuado era mas pequena y sangraba mas facilmente que el. El nunca habia sabido si ella lo golpeaba porque era demasiado tonta para saber que el siempre ganaria al final o por que ella ya habia sido golpeada por su padre. En cualquier caso, la estupidez o el habito, tomo de ella todo lo que podia darle y luego la golpeaba en el suelo. Cuidandola despues, cuando el fuego se habia consumido, le habia entregado los momentos mas sensibles de su vida.

Pero como todas las cosas buenas, ella se habia acabado. Dios, el la echaba de menos. Habia sido la unica que entendia como el amor y el odio golpeaban al lado en las camaras de su corazon, la unica que podia manejar ambos sentimientos al mismo tiempo. Pensando en ella largamente, su negra cabellera y su delgado cuerpo, la echaba tanto de menos que casi podia sentirla a su lado.

Cuando entro en Caldwell, penso en la prostituta que habia comprado la otra manana. Habia terminado por darle lo que el necesitaba, aunque hubiera tenido que negociar su vida para hacerlo. Y mientras conducia ahora, exploro las aceras, buscando otra liberacion. Lamentablemente, las morenas eran mas dificiles de adquirir que las rubias que comerciaban con la piel. Tal vez podria comprar una peluca y decirles a las putas que se la pusieran.

O penso en el numero de gente que se habia cargado. La primera persona a la que habia matado habia sido en defensa propia. El segundo habia sido un error. El tercero habia sido a sangre fria. Entonces, cuando llego de la costa este, buscado por la ley, sabia un poco sobre la muerte.

En aquel entonces, cuando Jennifer recientemente se habia ido, el dolor en su pecho era muy vivo, un perro loco que tenia que estirar las piernas antes de que esto lo destruyera. Caer en la Sociedad habia sido un milagro. Esto lo habia salvado de una tortura desarraigada, dandole una concentracion, un objetivo y una salida para la angustia.

Pero ahora, de algun modo, todas aquellas ventajas se habian ido y se sentia vacio. Tal y como estaba hacia cinco anos en Sioux City justo antes de que se hubiera topado con Jennifer.

Bueno, casi lo mismo, penso el, conduciendo hasta el lugar de alquiler.

En aquel entonces, el todavia habia estado vivo.

******

– ?Has salido de la banera?

Mary se rio, poniendose el telefono en el otro oido, excavando en lo mas profundo de las almohadas. Eran algo despues de las cinco.

– Si, Rhage.

Ella no podia recordar cuando habia tenido un dia con tanto lujo. Durmiendo. Comida entregada con libros y revistas. El Jacuzzi.

Era como estar en un balneario. Bien, un balneario donde el telefono sonaba constantemente. No sabia cuantas veces la habia llamado.

– ?Te trajo Fritz lo que le pedi?

– ?Como encontro las fresas frescas en Octubre?

– Tenemos nuestros caminos.

– Y las flores son muy hermosas. -Ella miro el ramo de rosas, dedaleras, espuelas de caballero y tulipanes. Primavera y verano en un jarron de cristal. -Gracias.

– Me alegra que te gusten. Siento no haber podido salir y escogerlas yo mismo. Habria disfrutado encontrando solo las mas perfectas. Queria que fueran brillantes y olieran muy bien.

– Mision cumplida.

Voces masculinas resonaban en el fondo. Rhage bajo la voz. -?Hey!, poli, ?te importa que use tu dormitorio? Necesito algo de intimidad.

La respuesta fue amortiguada y luego ella escucho como se cerraba un la puerta.

– Hola. -Dijo Rhage con voz ronca cansina. -?Estas en la cama?

Su cuerpo se revolvio, calentandose. -Si.

– Te echo de menos.

Ella abrio la boca. No salio nada.

– ?Aun estas ahi, Mary? -Cuando suspiro, dejo el. -No te parece bien. ?Me estoy haciendo demasiado real para ti?

He tenido a ocho mujeres diferentes solo esta semana.

Oh, Dios. Ella no queria enamorarse de el. Solo no podia dejarlo.

– ?Mary?

– Solo no…me digas cosas como esa.

– Es como me siento.

Ella no respondio. ?Que podia decir? ?Que se sentia de la misma manera? ?Que lo echaba de menos aun cuando la habia llamado cada hora durante el dia? Esto era de verdad, pero no algo que la hiciera feliz. El tambien era condenadamente hermoso…e infernal, podia poner a Wilt Chamberlain en las sombras cuando esto venia en una lista de amantes. Aunque ella estuviera perfectamente sana, el era una receta para el desastre. ?Anadimos a la situacion que ella afrontaba?

Atarse emocionalmente a el era directamente absurdo.

Cuando el silencio se alargo entre ellos, el maldijo. -Tenemos muchos negocios que atender esta noche. No se cuando volvere, pero si lo necesitas ya sabes donde encontrarme.

Cuando la conexion telefonica se corto ella se sintio horrible. Y sabia que las conferencias sobre mantener la distancia realmente no funcionaban.

Capitulo 26

Rhage piso con fuerza con sus botas de combate sobre el suelo y miro a su alrededor en el bosque. Ningun ruido u olor de lessers. Ninguna evidencia de que alguien hubiera estado en este punto del bosque durante anos. Habia sido igual en los otros terrenos que habian visitado.

– ?Que diablos estamos haciendo aqui? -Refunfuno el.

Sabia la maldita respuesta. Tohr habia encontrado un lesser la noche anterior en una zona aislada de la Ruta 22. El asesino habia salido del bosque sobre una moto todo terreno, pero lo habia perdido practicamente por un pequeno pedazo de papel en el proceso: una larga lista de grandes parcelas en venta sobre los margenes de Caldwell.

Hoy, Butch y V habian hecho una busqueda sobre todas las propiedades vendidas en los doce meses anteriores en la ciudad y las poblaciones circundantes. Aproximadamente se habian vendido unas cincuenta parcelas rurales. Rhage y V habian visitado cinco de ellas y los gemelos hacian lo mismo, cubriendo otros tantos. Mientras tanto, Butch habia ido al Pit, cumplimentando los informes de campana, haciendo mapas y buscando patrones. Esto les iba a tomar un par de noches pasar por todas las parcelas, por que las patrullas aun tenian que ser realizadas. Y la casa de Mary tenia que ser supervisada.

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