recogerlos y sus neumaticos giraban fuera de control, dandole unos segundos extra. Pero justo cuando iba hacia la F 150, salio corriendo otra vez, pasando por delante de el. Con una oleada imponente, se lanzo por el aire, cogiendo el borde de la camioneta a tiempo.

Pero su agarradera resbalo sobre el metal mojado. Intentaba trepar para conseguir una mejor sujecion cuando la luneta trasera se bajo y un arma lo apunto. Se agacho rapidamente, esperando escuchar el agudo ruido de la descarga de la bala. En cambio el civil, quien intentaba saltar, tiraba y agarraba su hombro. El hombre miro a su alrededor con turbacion y luego cayo en un lento movimiento en la parte de atras de la camioneta.

Rhage se rasgo los dedos con la camioneta, y se giro cuando cayo, aterrizando cara arriba. Cuando se echo y patino sobre el pavimento, su abrigo de cuero lo salvo de quedar hecho trizas.

Se levanto y miro como la camioneta se alejaba por la esquina de la calle. Maldiciendo como un hijo de perra, no se quedo para afligirse por el fracaso, volviendo corriendo con V. La lucha habia empezado y eso era bueno, los asesinos confiaban en sus habilidades, lejos de los reclutamientos. V estaba en marcha, su daga haciendoles el numerito sobre los asesinos.

Rhage cayo sobre el primer lesser, enojado por haber perdido al civil en aquella camioneta, enloquecido con el mundo por Mary. Golpeo con el puno al bastardo, rompiendole los huesos, abriendose camino a traves de la piel. Negra sangre lo salpico en su propia cara, entrandole en los ojos. Pero no paro hasta que V lo aparto y lo empujo hacia atras contra la pared del callejon.

– ?Que estas haciendo, joder! -Rhage tenia la mitad de la mente ida hacia V por que el hermano le bloqueaba su acceso hacia el asesino.

V lo sostuvo por las solapas de su trinchera y le dio a Rhage un buen golpe, como intentando que entrara en razon. -El lesser ya no se mueve. Esta en el suelo y alli se esta.

– ?No te preocupes! – Luchaba por escaparse, pero V lo mantuvo en el lugar. Apenas.

– ?Rhage? Vamos, habla conmigo. -?Que pasa? ?Donde estas, hermano?

– Solo tengo que matarlo…necesito…- De alguna parte, el histerismo aparecia en su voz- Pero lo que ellos les hacen…los civiles no lo pueden soportar…tengo que matar…-Se estaba desmoronando, pero no podia parar la fractura. -Oh, Dios, Mary, ellos la quieren…se la llevaran como se llevaron a aquel civil, V. Ah, mierda, mi hermano… ?Que voy a hacer para salvarla?

– Shhh. tranquilo, Hollywood. Tranquilizate.

V sujeto con una mano el cuello de Rhage y acaricio con su pulgar la yugular de Rhage. La hipnosis de la caricia lo relajo primero por pulgadas, luego por yardas.

– ?Mejor?- Le pregunto V. -Si, mejor.

Rhage suspiro y anduvo por los alrededores durante un minuto. Entonces regreso hacia el cuerpo del lesser. Rebusco entre los bolsillos, encontrando una cartera, algo de dinero en efectivo, un arma.

Oh, esta bien.

– Mira lo que consegui, -Refunfuno el. -Dime hola Sr. Black-Berry.

El le lanzo el dispositivo a V, quien silbo, -Agradable.

Rhage envaino una de sus dagas y enterro la negra lamina en el pecho del asesino. Con una pequena explosion y un destello, la cosa se desintegro, pero le parecio que no habia hecho bastante. Todavia queria rugir y llorar al mismo tiempo.

V y el hicieron una rapida patrulla por el vecindario. Todo estaba tranquilo. Con un poco de suerte, los otros tres civiles habian llevado sus culos a sus casas y todavia debian estar temblando por la sobrecarga de adrenalina dentro de la seguridad.

– Quiero los tarros de este lesser. -Dijo Rhage – ?Has conseguido algo de lo que le hemos sacado?

V agito la cartera. -El permiso de conducir dice Uno -Noventa y cinco LaCrosse Street. ?Y tu?

Rhage lo examino. -Nada. Ninguna licencia. Por que demonios soporta…hummm. Esto es interesante.

La tarjeta dice “tres por cinco” muy bien doblada por la mitad. En el interior una direccion no muy lejos de donde estaban.

– Vamos a comprobar esto antes de dirigirnos a LaCrosse.

Capitulo 33

Mary recogio su bolso de noche bajo el vigilante ojo de Fritz. El mayordomo se moria por ayudar, arrastrando los pies de un lado para el otro, doliendole hacer lo que claramente sentia era su trabajo.

– Estoy preparada. -Dijo ella finalmente, aun cuando no lo estaba.

Fritz sonreia ahora que tenia un objetivo y la conducia hacia un cuarto con balcon desde donde se veian los jardines en la parte posterior de la mansion. Ella tenia que darle credito: era increiblemente discreto. Si el pensaba que era extrano que se mudara del cuarto de Rhage, no lo demostro y la trato con la misma cortesia que siempre le habia tenido.

Cuando estuvo sola, penso en sus opciones. Queria ir a casa, pero no era estupida. Las cosas que habian pasado en el parque habian sido mortales y aunque necesitaba su espacio, no queria que la mataran por una oferta de independencia. Ademas ?Cuanto tiempo costaria la instalacion del sistema de seguridad? Tal vez, el tipo, Vishous estaba trabajando ello ahora mismo.

Penso en su cita con el doctor al dia siguiente por la tarde. Rhage le habia dicho que le dejaria ir, y si bien estaba muy enfadado cuando se habia ido, sabia que no le impediria ir al hospital. Fritz probablemente la llevaria, penso. Cuando la habia llevado de vuelta a casa, le habia explicado que podia salir a la luz del dia.

Mary miro su equipaje. Mientras consideraba su marcha para siempre, sabia que no podia alejarse mientras las dificultades fueran tan crudas con Rhage. Tal vez la noche fuera lo calmaria. Ella ciertamente se sentia mas racional ahora.

Abrio la puerta del dormitorio lo suficiente para poder enterarse de cuando volviera de casa. Y luego se sento en la cama y espero.

No la tomo mucho tiempo sentirse tambaleantemente ansiosa, entonces cogio el telefono. Cuando Bella contesto, era un alivio escuchar la voz de un amigo. Ellas no hablaron de nada especial durante un rato. Entonces, sintiendolo, le dijo que volveria a casa cuando el sistema de seguridad estuviera instalado. Le agradecio a Bella que no le exigiese detalles.

Al cabo de un rato, hubo una larga pausa entre ellas. -Ah, Mary ?puedo preguntarte algo?

– Claro.

– ?Has visto a los otros guerreros?

– Algunos, si. Pero no se si los he conocido a todos.

– ?Te has encontrado con uno que…tiene la cara llena de cicatrices?

– ES Zsadist. Su nombre es Zsadist.

– Oh. Ah, es el…

– ?Que?

– Bien, he oido cosas sobre el. Tiene una reputacion peligrosa.

– Si, puedo imaginarlo. Pero sabes, no estoy segura de que sea tan malo. ?Por que lo preguntas?

– Oh, por ninguna razon. De verdad.

*****

A la una de la madrugada, John Mattew abandono el Moe y se dirigio a casa. Tohrment no habia venido. Tal vez el hombre no iba a venir. Tal vez la posibilidad de escaparse con el la habia perdido.

Caminando por la fria noche, John estaba frenetico, su necesidad de abandonar el edificio habia llegado a niveles de evacuacion maximos.

El miedo era tan malo, estaba acunado en sus suenos. Habia echado una siesta antes de ir a trabajar y sus pesadillas habian sido aterradoras, se habian llenado de hombres canosos que lo perseguian, lo cogian y se lo llevaban a algun sitio oscuro y bajo el suelo.

Cuando se acerco a la puerta de su estudio, tenia la llave en la mano y no fue despacio. Entro rapidamente y se encerro a si mismo, cerrandolo todo: los dos cerrojos, la cadena. Desearia tener uno de esos postes para las

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