Caray, el dijo algo antes de morir. No entendi las palabras.

– Esa lengua suya es una perra. Desearia que tuvieramos un traductor.

– No bromee.

U miro a su alrededor.- ?Que tal se trabaja en este lugar?

Lo que sea, penso O.

– Perfecto. -Dijo el. -Lo tuve en uno de los agujeros un ratito, esperandolo venir. Los sistemas de trabajo estan bien. – O lanzo el brazo del vampiro sobre su pecho y toco la superficie de acero inoxidable donde estaba el cuerpo. – Y esta mesa es un don del cielo. El agujero del desague, las cadenas.

– Si, pense que esto le gustaria. Lo robe de una morgue.

– Hermoso.

U camino hacia el armario a prueba de fuego donde solian guardar las municiones. -?Le importa si tomo unos tiros?

– Estan para lo que estan.

U saco una caja clasificada con una cartulina que ponia Remington. Cuando relleno sus clips, le dijo. -Entonces, ayer escuche que el Sr. X le ha puesto a cargo de este lugar.

– Me dio la llave, si.

– Bien. Esto estara controlado correctamente.

Desde luego, habia una condicion para el privilegio. El Sr. X habia requerido que O se moviera, pero la recolocacion realmente tenia una razon. Si ellos iban a mantener a los vampiros durante dias, alguien tenia que supervisar a los cautivos.

O apoyo su cadera contra la mesa. -El Sr. X anunciara una nueva orientacion para los Primes. Dentro de cada escuadrilla se formaran parejas, y yo sere el primero en escoger. Le quiero.

U sonrio cuando cerro la caja de las balas. -Yo era trampero en Canada ?lo sabia? Hace dieciocho o veinte anos. Me gusta el campo. Atrapando cosas.

O asintio con la cabeza, pensando en que antes de perder su viaje, el y U habian padecido ambos un infierno.

– ?Entonces es verdad todo eso sobre usted y X? -Pregunto U.

– ?Que es verdad?

– ?Que tuvo un reciente encuentro con Omega? -Cuando los ojos de O parpadearon ante el nombre, U recogio la accion y a Dios gracias lo leyo mal. -Mierda santa, realmente lo vio. ?Va a ser el segundo al mando despues de X? ?Alli es a donde todo esto conduce?

O trago a pesar del giro repugnante en su intestino. -Usted tendra que preguntarle al sensei.

– Si, claro. Realmente voy a hacerlo. Aunque no se por que tiene que mantenerlo en secreto.

Como O no sabia mas de lo que sabia el otro lesser, no tenia ninguna opcion.

Jesus. Hace un ratito, la idea de ser el segundo en el Fore-lesser lo abria puesto euforico.

U se dirigio hacia la puerta. -?Entonces donde y cuando me quiere usted?

– Aqui. Ahora.

– ?Que tiene en mente?

– Regresaremos al centro. Queria llamar a los demas para darles una leccion, pero parece que he perdido mi manual.

U inclino la cabeza. – Entonces dirijamonos a la biblioteca. Y consigamos otro.

*****

Rhage rezo por encontrar una salida cuando acecho por los callejones de los bares del centro. Bajo la fria lluvia, estaba nervioso, colerico y la agonia bullia en su pecho. Vishous habia rendido de hablarle desde hacia dos horas.

Cuando volvieron a Trade Street otra vez, se pararon al lado de la puerta del Screamer. Con impaciencia, la muchedumbre temblaba mientras esperaba poder entrar en el club y habia cuatro hombres civiles entre la gente.

– Voy a intentarlo por ultima vez, Hollywood. – V encendio un cigarrillo y se coloco de nuevo su gorra de los Sox. -?Que pasa con toda esta quietud? ?No debe dolerte lo de anoche todavia, verdad?

– Nah, estoy bien.

Rhage miro de reojo hacia una oscura del callejon.

Si, chorradas, que estaba bien. Su vision nocturna recibio los disparos del infierno, su agudeza visual estaba lejos por mas que parpadeara. Y sus oidos no funcionaban como deberian tampoco. Normalmente podia escuchar sonidos a casi una milla de distancia, pero ahora solo estaba concentrado en coger la charla de los que esperaban en la fila del club.

Seguramente estaba alterado por algo que le habia pasado con Mary; quedandose fuera por la mujer que amarias como lo haria un hombre. Pero estos eran cambios fisiologicos, no estaban atados a lo emocional, mierda llorona.

Y el sabia cual era el problema. La bestia no estaba con el esta noche.

Esto deberia haber sido un alivio. Haberse deshecho de la maldita bestia temporalmente deberia haber sido una gran bendicion. Pero claramente el habia llegado a confiar en los instintos que lo echaban hacia atras de la bestia. Dios, la idea de que tenia una especie de relacion simbiotica con su maldicion era una gran sorpresa y entonces era la vulnerabilidad que ahora lucia. No dudaba de sus habilidades cuerpo a cuerpo o su lanzamiento y trabajo con las dagas. Era mas bien que su bestia le proporcionaba una informacion sobre el ambiente en la que tenia costumbre en confiar. Pero el feo culo de la cosa era una tarjeta de triunfo fabulosa. Si todo lo demas fallaba, esto echaria a la basura a sus enemigos.

– Bien, que es lo que sabes. -Dijo V, cabeceando hacia la derecha.

Un par de lessers bajaban por Trade Street, sus canas brillaban con las luces de los coches que pasaban. Como marionetas sobre la misma cuerda, sus cabezas se giraron armonicamente hacia Vishous y hacia el. Los dos redujeron la marcha. Parandose.

V dejo caer el cigarrillo, aplastandolo con su bota. -Demasiados testigos para una pelea.

Los miembros de la Sociedad parecieron comprenderlo tambien, no haciendo ningun movimiento de ataque. En la reserva, la extrana etiqueta en la guerra entre la Hermandad y los lessers se agoto. La discrecion ante los homo sapiens era critica para conservar en secreto ambos lados. Lo ultimo que cualquiera de ellos necesitaria era entrar en ello ante una multitud de de gente mirando.

Mientras los hermanos y los lessers se miraban airadamente, la gente que habia en medio no tenia ni idea de lo que pasaba. Los vampiros civiles de la fila esperaban, sin embargo, sabian lo que pasaba. Fueron andando arrastrando los pies hacia el lugar, claramente pensando en correr. Rhage los miro con dureza y despacio nego con la cabeza. El mejor lugar para aquellos muchachos era el publico y el rezaba como el infierno para que entendieran el mensaje.

Pero desde luego, los cuatro salieron.

Aquellos malditos lessers se rieron. Y luego corrieron tras su presa como un par de estrellas de atletismo.

Rhage y Vishous entraron el engranaje de alta velocidad, arrancando en una carrera mortal.

Tontamente, los civiles corrieron hacia un callejon. Tal vez esperaban desmaterializarse. Tal vez solo se asustaron tontamente. En uno u otro camino, habian aumentado drasticamente la probabilidad de morir. Aqui detras, no habia nadie alrededor debido a la fria lluvia, sin farolas y sin ninguna ventana en los edificios, no habia nada que impidiera a los lessers hacer abiertamente su trabajo.

Rhage y V corrieron mas rapidamente, sus botas pisaban pesadamente sobre los charcos, esparciendo el agua por todas partes. Cuando disminuyeron la distancia con los asesinos, miraron como iban a atraparlos antes de que cogieran a los civiles.

Rhage estaba a punto de agarrar al lesser de la derecha cuando una camioneta negra cortando el callejon por delante suyo, patinando sobre el asfalto mojado y luego haciendo traccion. La cosa freno cuando uno de los lessers cogio a uno de los civiles. Con un rapido movimiento, los dos asesinos echaron al hombre en la parte trasera y luego dando la vuelta, se prepararon para luchar.

– Conseguire el camion. -Grito Rhage.

V fue hacia los asesinos mientras Rhage corria rapidamente. La camioneta habia reducido la velocidad para

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