Mary se agarro a Rhage mientras el se estremecia una vez mas, tomando su cuerpo, su aliento saliendo rapidamente. El gimio profundamente sobre su pecho y ella sintio como se tensaba y se liberaba otra vez dentro de ella.

Esto era un demoledor tipo de intimidad, ella tan tranquila, el convulsionando en una especie de orgasmo multiple. Con su concentracion no disminuida por la pasion, ella sentia cada pequena cosa en su cuerpo asi como cada duro empuje. Ella sabia exactamente cuando a el le llegaba la liberacion, podia sentir como temblaban su vientre y sus muslos. Ahora estaba pasando, su pecho y sus hombros tensandose con sus caderas cuando el se levanto otra vez.

El levanto la cabeza esta vez, sus labios desprendiendose de sus colmillos, sus ojos apretados cerrados. Su cuerpo se contrajo, todos sus musculos tensos, y despues ella sintio el profundo movimiento en su interior.

Abrio los ojos. Estaban vidriosos.

– Lo siento, Mary. -Otro espasmo le llego y el hizo todo lo posible para hablar de ello. -Nunca…paso…antes. No puedo pararlo. Dios maldito.

El solto un sonido gutural, una mezcla de apologia y extasis.

Ella le sonrio y llevo sus manos hacia su lisa espalda, sintiendo cada grueso musculo sobre sus huesos mientras se introducia en ella otra vez. Estaba saturada entre sus piernas y deliciosamente caliente por todo el calor que emanaba de el. Aquel maravilloso olor de su union con ella era espeso en el aire, la oscura fragancia la rodeaba.

El se elevo y se levanto sobre sus brazos, haciendo como si fuera a salirse.

– ?Ha donde vas? – Ella coloco sus piernas alrededor de sus caderas.

– Aplastando…te. -Su aliento era otra vez como su siseo.

– Estoy perfectamente bien.

– Oh, Mary…yo…-El se arqueo otra vez, llevando su pecho hacia delante, tensando su cuello, sus hombros prominentes. Buen Senor, el era magnifico.

Bruscamente el se doblo, su cuerpo totalmente blando sobre el de ella. Su peso muerto era inmenso, mas de lo que ella podia soportar y todavia respirar. Por suerte, rodo y la apreto contra el. Su corazon tronaba contra su pecho y ella escucho mientras empezaba a enlentecerse.

– ?Te he hecho dano? -Le pregunto el bruscamente.

– No.

El la beso y se retiro, tambaleandose hacia el cuarto de bano. Volvio con una toalla, con la que con cuidado la alivio entre sus piernas.

– ?Quieres que comience yo duchandome? -Dijo el. -Tengo, ah, en cierto modo un lio contigo.

– Apenas. Y no, solo quiero estar aqui.

– No puedo explicar por que ha pasado esto. -El fruncio el ceno cuando tiro las sabanas y las cubiertas sobre ambos. -Aunque…bien, tal vez, puede que lo sepa.

– Independientemente de la razon, eres increible. -Ella presiono sus labios sobre su mandibula. -Absolutamente increible.

Se mantuvieron juntos en silencio durante un ratito.

– Escucha, Mary, mi cuerpo ha dado mucho de si ultimamente.

– Estoy segura.

– Voy a necesitar…tener que cuidarme.

Algo en el tono de su voz era apagado, y ella alzo la vista hacia el. El miraba fijamente al techo.

Un escalofrio la atraveso como un relampago. -?Como?

– Voy a tener que alimentarme. De una mujer. De mi especie.

– Oh. -Ella penso en como sus colmillos los habia sentido sobre su columna vertebral. Y recordo el temblor de la anticipacion cuando el le habia hociqueado el cuello. Las sombras de su noche fuera la desgarraban. Ella no podia volver a pasar por esto otra vez. Esperando en su cama, sabiendo que estaba con otra mujer.

Tomo sus manos y se las puso encima. -Mary, tengo que alimentarme ahora entonces podre tener el control. Y quiero que estes conmigo cuando lo haga. Si es demasiado dificil para ti mirar, al menos puedes estar en la misma habitacion. No quiero que haya ninguna pregunta en tu mente sobre lo que pasa entre otra mujer y yo.

– ?Quien te va a…-ella se despejo la garganta-dar de beber?

– He pensado en ello. No quiero que sea con alguien con quien ya he estado.

Entonces hasta a cuantas podria reducirlo, ?cinco mujeres? ?Tal vez seis?

Ella nego con la cabeza, sintiendose como una perra.

– Llamare a una de las Elegidas.

Dime que son brujas desdentadas, penso ella. -?Que hacen ellas?

– Principalmente sirven a la Scribe Virgin, nuestra deidad, por un tiempo ellas suministraban de sangre a los miembros desparejados de la Hermandad. En los tiempos modernos no se utilizan de esa manera, pero voy a contactar con ellas, a ver si podemos arreglar algo.

– ?Cuando?

– Cuanto antes sea posible. Quizas manana por la noche.

– Me habre ido para entonces. -Como su expresion era oscura, ella no le dio la posibilidad de hablar. -Es el momento de que me vaya.

– Un infierno que lo es.

– Rhage, se realista. ?Francamente esperas que yo me quede aqui para siempre?

– Esto es lo que quiero. Entonces, si.

– Se te ha ocurrido que he perdido mi casa, mis cosas, mis…

– Lo traere todo aqui. Todo.

Ella nego con la cabeza. -Tengo que ir a casa.

– No es seguro.

– Entonces tendremos que hacer que sea seguro. Instalare una alarma, aprendere a disparar, no se. Pero tengo que regresar a mi vida.

El cerro los ojos.

– Rhage, mirame. Mirame. – Ella le apreto la mano. -Tengo cosas que hacer. En mi mundo.

Sus labios estaban apretados en una dura linea. -?Me dejaras que Vishous te instale el sistema de seguridad?

– Si.

– Y entonces permaneceras unos dias aqui conmigo.

Ella suspiro.- ?Que si digo que no?

– Entonces vendre.

– No creo…

– Te lo he dicho antes. Deja de pensar.

Sus labios encontraron los suyos, pero antes de que su lengua resbalara dentro y robara su capacidad de ser logica, ella lo empujo hacia atras.

– Rhage, sabes que esto no lleva a ninguna parte. Esto…entre nosotros en absoluto. Esto no. Esto no puede ser.

El se giro sobre su espalda y puso un brazo detras de su cabeza. Con su mandibula apretada, se le tensaban los tendones del cuello.

Ella odiaba esto; de verdad que lo hacia. Pero era mejo sacarlo todo. -Aprecio todo lo que has hecho por mi. El sacrificio de mantenerme segura…

– ?Por que te trastornaste tanto la noche que sali?

– ?Perdona?

?Por que te preocupaste de que hubiera estado con alguien mas? ?O solo sentiste como algo de sexo aspero y necesitabas ocultarte detras de alguna razon por ello?- Sus ojos se dirigieron hacia ella. El azul era neon agudo, casi demasiado brillante para mirarlos. -Escucha, la proxima vez que quieras algun estudio duro, todo lo que tienes que hacer es preguntar. Puedo jugara a eso.

Oh, Dios. Esta colera no es lo que ella habia querido. -Rhage…

– Sabes, de verdad que entre en ello. Me gusto esa mierda de dominacion que tiraste. Me gusto la parte sadica, tambien. ?La degustacion de mi sangre en tus labios despues de que me mordieras la boca? Un atractivo

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