la sangre. Con sus manos atrofiadas escribia en un cuaderno con letra ilegible paginas y paginas cuyo contenido desconociamos.

Cuando el doctor Shelley acudia a visitarle, Mijail se encerraba en su estudio y se negaba a salir hasta que su amigo se habia marchado. Le confese a Shelley mi temor de que Mijail estuviese pensando en quitarse la vida. Shelley me dijo que el temia algo peor. No supe o no quise entender a que se referia.

“Otra idea descabellada me rondaba la cabeza desde hacia tiempo. Crei ver en ella el modo de salvar a Mijail y nuestro matrimonio. Decidi tener un hijo. Estaba convencida de que, si conseguia darle un hijo, Mijail descubriria un motivo para seguir viviendo y para regresar a mi lado.

Me deje llevar por aquella ilusion. Todo mi cuerpo ardia en ansias de concebir aquella criatura de salvacion y esperanza. Sonaba con la idea de criar a un pequeno Mijail, puro e inocente. Mi corazon anhelaba volver a tener otra version de su padre, libre de todo mal. No podia dejar que Mijail sospechase lo que tramaba o se negaria en redondo.

Bastante trabajo iba a costarme encontrar el momento de estar a solas con el. Como digo, hacia ya tiempo que Mijail me rehuia. Su deformidad le hacia sentirse incomodo en mi presencia. La enfermedad estaba empezando a afectarle el habla. Balbuceaba, lleno de rabia y verguenza. Solo podia ingerir liquidos. Mis esfuerzos por mostrar que su estado no me repelia, que nadie mejor que yo entendia y compartia su sufrimiento, solo parecian empeorar la situacion. Pero tuve paciencia y, por una vez en la vida, crei enganar a Mijail. Solo me engane a mi misma. Aquel fue el peor de mis errores.

“Cuando anuncie a Mijail que ibamos a tener un hijo, su reaccion me inspiro terror. Desaparecio durante casi un mes. Luis le encontro en el viejo invernadero de Sarria semanas mas tarde, sin conocimiento. Habia estado trabajando sin descanso. Habia reconstruido su garganta y su boca. Su apariencia era monstruosa. Se habia dotado de una voz profunda, metalica y malevola. Sus mandibulas estaban marcadas con colmillos de metal. Su rostro era irreconocible excepto en los ojos. Bajo aquel horror, el alma del Mijail que yo amaba aun seguia quemandose en su propio infierno. Junto a su cuerpo, Luis encontro una serie de mecanismos y cientos de planos.

Hice que Shelley les echase un vistazo mientras Mijail se recuperaba con un largo sueno del que no desperto en tres dias. Las conclusiones del doctor fueron espeluznantes. Mijail habia perdido completamente la razon. Estaba planeando reconstruir completamente su cuerpo antes de que la enfermedad le consumiese por completo. Le recluimos en lo alto de la torre, en una celda inexpugnable.

“Di a luz a nuestra hija mientras escuchaba los alaridos salvajes de mi marido, encerrado como una bestia. No comparti ni un dia con ella.

El doctor Shelley se hizo cargo de ella y juro criarla como a su propia hija. Se llamaria Maria y, al igual que yo, nunca llego a conocer a su verdadera madre. La poca vida que me quedaba en el corazon partio con ella, pero yo sabia que no tenia eleccion. La tragedia inminente se respiraba en el aire. La podia sentir como un veneno. Solo cabia esperar.

Como siempre, el golpe final llego desde donde menos lo esperabamos.

Benjamin Sentis, a quien la envidia y la codicia habian llevado a la ruina, habia estado tramando su venganza. Ya en su dia se habia sospechado que fue el quien habia ayudado a Sergei a escapar cuando me ataco en la catedral. Como en la oscura profecia de las gentes de los tuneles, las manos que Mijail le habia dado anos atras solo habian servido para tejer el infortunio y la traicion. La ultima noche de 1948 Benjamin Sentis regreso para asestar la punalada definitiva a Mijail, a quien odiaba profundamente.

“Durante aquellos anos mis antiguos tutores, Sergei y Tatiana, habian estado viviendo en la clandestinidad. Tambien ellos estaban ansiosos de venganza. La hora habia llegado. Sentis sabia que la brigada de Florian planeaba hacer un registro en nuestra casa del parque Guell al dia siguiente, en busca de las supuestas pruebas incriminatorias contra Mijail. Si ese registro llegaba a producirse, sus mentiras y sus enganos quedarian al descubierto.

Poco antes de las doce, Sergei y Tatiana vaciaron varios bidones repletos de gasolina alrededor de nuestra vivienda. Sentis, siempre el cobarde en la sombra, vio prender las primeras llamas desde el coche y luego desaparecio de alli.

“Cuando desperte, el humo azul ascendia por las escalinatas. El fuego se esparcio en cuestion de minutos. Luis me rescato y consiguio salvar nuestras vidas saltando desde el balcon al cobertizo de los garajes y, desde alli, al jardin.

Cuando nos volvimos, las llamas envolvian completamente las dos primeras plantas y ascendian hacia el torreon, donde manteniamos encerrado a Mijail. Quise correr hacia las llamas para rescatarle, pero Luis, ignorando mis gritos y mis golpes, me retuvo en sus brazos. En ese instante descubrimos a Sergei y a Tatiana. Sergei reia como un demente. Tatiana temblaba en silencio, sus manos apestando a gasolina.

“Lo que sucedio despues lo recuerdo como una vision arrancada de una pesadilla. Las llamas habian alcanzado la cima del torreon. Los ventanales estallaron en una lluvia de cristales. Subitamente, una figura emergio entre el fuego. Crei ver un angel negro precipitarse sobre los muros. Era Mijail. Reptaba como una arana sobre las paredes, a las que se aferraba con las garras de metal que se habia construido. Se desplazaba a una velocidad espeluznante. Sergei y Tatiana lo contemplaban atonitos, sin comprender lo que estaban presenciando. La sombra se lanzo sobre ellos y, con una fuerza sobrehumana, los arrastro hacia el interior.

Al verlos desaparecer en aquel infierno, perdi el sentido.

Luis me llevo al unico refugio que nos quedaba, las ruinas del Gran Teatro Real. Este ha sido nuestro hogar hasta hoy. Al dia siguiente los diarios anunciaron la tragedia. Dos cuerpos habian sido encontrados abrazados en el desvan, carbonizados. La policia dedujo que eramos Mijail y yo. Solo nosotros sabiamos que en realidad se trataba de Sergei y Tatiana.

“Nunca se encontro un tercer cuerpo. Aquel mismo dia Shelley y Luis acudieron al invernadero de Sarria en busca de Mijail. No habia rastro de el. La transformacion estaba a punto de completarse.

Shelley recogio todos sus papeles, sus planos y sus escritos para no dejar ninguna evidencia. Durante semanas los estudio, esperando encontrar en ellos la clave para localizar a Mijail. Sabiamos que estaba oculto en algun lugar de la ciudad, esperando, ultimando su transformacion. Gracias a sus escritos, Shelley averiguo el plan de Mijail. Los diarios describian un suero desarrollado con la esencia de las mariposas que habia criado durante anos, el suero con el que habia visto a Mijail resucitar el cadaver de una mujer en la fabrica de la Velo Granell. Finalmente, comprendi lo que se proponia. Mijail se habia retirado a morir. Necesitaba desprenderse de su ultimo aliento de humanidad para poder cruzar al otro lado. Como la mariposa negra, su cuerpo se iba a enterrar para renacer de las tinieblas. Y cuando regresara, ya no lo haria como Mijail Kolvenik. Lo haria como una bestia.'

Sus palabras resonaron con el eco del Gran Teatro.

– Durante meses no tuvimos noticias de Mijail ni encontramos su escondite -continuo Eva Irinova. En el fondo albergabamos la esperanza de que su plan fracasase. Estabamos equivocados. Un ano despues del incendio, dos inspectores acudieron a la Velo Granell, alertados por un chivatazo anonimo.

Por supuesto, Sentis otra vez.

Al no haber tenido noticias de Sergei y Tatiana, sospechaba que Mijail seguia vivo. Las instalaciones de la fabrica estaban clausuradas y nadie tenia acceso a ellas. Los dos inspectores sorprendieron a un intruso en el interior. Dispararon y vaciaron sus cargadores sobre el, pero…

– “Por eso nunca se encontraron balas” -recorde las palabras de Florian. El cuerpo de Kolvenik absorbio todos los impactos…

La anciana dama asintio.

– Los cuerpos de los policias fueron encontrados despedazados -dijo. Nadie se explicaba lo que habia sucedido. Excepto Shelley, Luis y yo. Mijail habia regresado. En los dias siguientes, todos los miembros del antiguo comite de

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