acudido a reconfortarle. Las lagrimas empezaron a correr por sus mejillas. Pronto la brisa marina las seco en su rostro.
Agradecimientos
El autor quiere mencionar con gratitud la ayuda de muchas personas durante la redaccion de este libro. Entre ellas John Houghton, Jerry Hooten, Cameron Riddell, Dawson Carr, Terrill Lankford, Linda Connelly, Mary Lavelle y Susan Connelly.
Por las palabras de apoyo y la inspiracion justo cuando las necesitaba, doy las gracias a Sarah Crichton, Philip Spitzer, Scott Eyman, Ed Thomas, Steve Stilwell, Josh Meyer, John Sacret Young y Kathy Lingg.
El autor esta en deuda con Jane Davis por su excelente gestion de www.michaelconnelly.com. A Gerald Petievich y Robert Crais les debo mi agradecimiento por su excelente consejo profesional estupidamente desaprovechado -al menos hasta el momento- por el autor.
Este libro, como los que lo precedieron, no existirian de forma publicable sin los excelentes esfuerzos de su editor, Michael Pietsch, y correctora de pruebas, Betty Power, asi como de todo el equipo de Little, Brown and Company.
Y todo este trabajo se habria malogrado de no haber sido por los esfuerzos de muchos libreros que pusieron las historias en manos de los lectores. Gracias.
Por ultimo, mi especial agradecimiento a Raymond Chandler por inspirarme el titulo de esta novela. Al describir en 1950 el tiempo y el lugar desde el que pinto sus primeros relatos criminales, Chandler escribio: «Las calles estaban oscuras con algo mas que la noche.»
A veces todavia lo estan.
michael connelly