menos y menos en una distancia de la estrella gigante que permita a la gente de Dar sobrevivir. A menos que Alcyone flote fuera del sistema de las Pleyades, lo que no parece muy probable, dentro de medio o un millon de anos se podra asistir a la caida del sol rojo, junto con Abyormen, en el.

— Eso es mucho tiempo.

— Es un tiempo indefinido, y mucho antes de que se acabe Abyormen sera inhabitable incluso para las formas calientes de vida. Es nuestro deber sacar a estas razas del planeta, o al menos ayudarlas para que lo hagan por si mismas, o de lo contrario seremos culpables de negligencia criminal.

— Pero si la presion de la luz de Alcyone mantiene la materia con la que se debian haber formado los planetas lejos de si, ?como puede haber la suficiente a su alrededor para generar la presion que dices?

— El efecto de la presion de la luz en una particula, comparado con el de la gravedad, es funcion del tamano y densidad de la particula. Te aseguro que hemos realizado medidas en esta parte del espacio y estoy simplemente suponiendo lo que sucedera. La unica cosa sobre la que dudo seriamente es si Theer absorbera suficiente materia para que su propia intensidad luminosa llegue a esterilizar este planeta antes de que ocurra la caida final. No puedo decir que ocurrira primero, pero si que una de las dos sucedera.

— Pero ?adonde podriamos llevar a esta gente? Dudo que haya algun planeta en la galaxia que duplique esta situacion estacional.

— Apostaria que hay miles. Admito que aun no los hemos encontrado, pero hay aun mucha galaxia por explorar. Incluso si no hubiera ninguno, pueden aprender a vivir en naves, e incluso asi les iria mejor, con numerosos miembros de ambas razas vivos a la vez. Puedo imaginarme una nave con una parte caliente y otra fria, con gente viviendo a ambos lados y moviendose de uno a otro cuando sus vidas llegan al estado adecuado.

Esa situacion sera ciertamente mejor para los abyormenitas que establecerse en un planeta del tipo de la Tierra, y estoy seguro de que el gobierno pensara lo mismo.

Volveremos aqui para fundar escuelas tecnicas antes de que llegue a almirante, comandante, fundandolas para las dos razas. No me preocupa lo que digan los actuales profesores «calientes»; un poco de astronomia les hara cambiar de opinion.

— Si es que puedes ensenar astronomia a una raza que ve por medio de ondas sonoras — senalo secamente Burke —. Sin embargo, eso no tiene demasiada importancia. Estoy de acuerdo contigo — el rostro de Kruger demostraba alivio; ninguna cara hubiera podido expresar lo que Dar sentia —. Dar Lang Ahn puede seguir aprendiendo de nuestros cientificos el tiempo que crea conveniente, y volver a dar su informacion a su propia gente tan pronto como lo desee. En cierto modo estoy corriendo un ligero riesgo al permitir esto, pero no tengo ninguna duda seria en lo que respecta a la decision oficial. Mi joven amigo — se volvio implacable hacia Kruger —, este es un excelente ejemplo del riesgo de tomar una decision sin una evidencia suficiente. No dejes que esto te impresione demasiado. Nunca tendras todos los datos relativos a un asunto, en particular si estas al mando de cualquier tipo de nave espacial. Tendras que aprender a aceptar el riesgo de hacer un juicio prematuro. Si alguna vez te matara, no me hagas oir tus quejas.

— No, senor — replico Kruger.

— Muy bien. Dar, no voy a disculparme de la politica que previamente habia anunciado.

Sin embargo, te dare cualquier ayuda que puedas necesitar mientras estes aun con nosotros, si esta en mi mano hacerlo.

— Gracias, comandante. Mis profesores agradeceran su accion.

— ?No ha llegado ya el momento de cerrar tu refugio?

— Dentro de un ano. Sin embargo, debo volver tan pronto como me permitas, ya que tengo mucho de que informar.

— Te bajaremos en cuanto sea posible. Senor Kruger, presumo que usted querra ir con el. Yo manejare el modulo; cualquier persona mas a quien se lo permitan sus deberes puede venir, hasta completar la capacidad del aparato. Nos quedaremos abajo hasta que el refugio se cierre, asi que cualquiera que desee observar la operacion, que se prepare para una estancia de tres semanas fuera del Alphard. Saldremos dentro de veinte horas, lo que dara tiempo suficiente para que quien quiera llevar aparatos los meta a bordo.

— Dar Lang Ahn, ?crees que tus profesores podran encontrar algun uso para una radio que no opere en la misma longitud de onda que la de tus fieros amigos, esto es, una con la que podriais hablar con nosotros sin que se enteraran? — Kruger evito una sonrisa con dificultad; el viejo pajaro era humano, a pesar de su devocion al deber.

— Un ingenio tal seria posiblemente de gran utilidad, comandante. Lo agradeceriamos mucho.

— De acuerdo; ya meteremos varios a bordo del modulo. Se cierra la sesion.

El acercamiento a la plataforma de aterrizaje de las Murallas de Hielo fue esta vez muy diferente. El modulo espacial, sostenido y conducido por campos similares a los que lanzaban al Alphard por el espacio interestelar con total indiferencia de la ley de la velocidad de la luz, no tenia las limitaciones de maniobra de los planeadores. Menos mal, porque la plataforma estaba tan llena de aeroplanos que incluso a Dar Lang Ahn le hubiera resultado dificil. Por primera vez, Kruger vio Profesores en la superficie, a veces dirigiendo actividades y a veces limitandose a observar.

El aproximamiento del modulo fue advertido, y un grupo de nativos hicieron ademanes de que se dirigieran a uno de los lados de la plataforma, de donde se estaban apartando los planeadores para dejar un sitio libre.

Al abrirse la puerta de aire comprimido de la pequena nave, Dar y Kruger salieron inmediatamente afuera, ambos cargados con los equipos de radio donados por Burke. El nativo les dirigio a traves de los tuneles y comenzaron el largo camino a la parte principal del refugio, situada muy por debajo del casquete polar. Kruger no se preguntaba ya la razon para esta localizacion; sin embargo, estaba aun algo sorprendido de que aquellas gentes hubieran sido capaces de construirlo.

Todo el lugar parecia mucho mas activo de lo que habia estado antes, con bandadas e incluso cientos de nativos correteando de un lado a otro con sus misteriosos recados.

— Debe haber mucho trabajo de libreria que hacer — senalo Kruger a la vez que hacia senas a uno de estos grupos.

— Todos los libros han debido llegar hace mucho — replico Dar —. El problema ahora son los alimentos. Normalmente, hay a mano la cantidad suficiente mucho antes de que llegue la hora, pero no se corren riesgos. Seguimos acarreando hasta el ultimo momento.

— ?Que vas a hacer?

— Reunir unos cuantos Profesores que puedan dedicarme su tiempo y empezar a informar. Habra algunos disponibles, ya que saben que vengo con conocimientos.

— Supongo que informar te mantendra bastante ocupado de ahora en adelante.

— Si, Nils. Supongo que querras ver este lugar una vez mas en la forma que lo preparamos para el tiempo de la muerte, pero no tendre tiempo para hacer de guia. Sin embargo, podre encontrar a alguien que este dispuesto a ayudarte.

Kruger paro y puso una mano sobre el hombro del pequeno nativo.

— No permitiras que las puertas se cierren sin volver a verme, ?verdad? — pregunto —. No quiero interferir en el trabajo que hay que hacer, pero no quiero verte por ultima vez, al menos por muchos anos, tan pronto.

Sus dos ojos se movieron hacia arriba y se posaron durante un momento en la expectante cara de Kruger.

— Te prometo que nos volveremos a ver antes de que se cierren las Murallas — dijo Dar Lang Ahn. Continuaron su camino, satisfecho ya el chico.

La prediccion de Dar de que habria un comite esperandoles resulto correcta. Estaba compuesto, noto el chico, por seres de su misma estatura: los nuevos Profesores. Uno de los gigantes con los que se habian encontrado antes, sin embargo, se ofrecio como guia, y bajo su direccion Kruger vio las ahora completamente organizadas librerias, las cubas para almacenar la comida situadas en la parte superior a unos pocos metros tan solo bajo el hielo que se encontraba sobre ellas y los grandes lechos en los ya mas calientes niveles inferiores donde crecian plantas similares a los hongos de la Tierra.

Por fin, fue conducido arriba a la plataforma de aterrizaje, donde la actividad no habia disminuido. Los planeadores se remontaban en el cielo, cargados para distantes ciudades, y si habia tiempo antes de que volvieran, traian otra carga de comida. Otros aterrizaban en el relativamente pequeno espacio dejado para ese fin; ocupados tripulantes de tierra arrastraban todo el tiempo los planeadores de un lado a otro de la plataforma o dentro de la caverna para hacer sitio para los que llegaban.

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