chico no sabia si se trataba de un verdadero oceano o simplemente de un gran lago, pregunto si seria posible rodearlo. El enfasis que Dar puso para darle a entender la imposibilidad de ello le convencio de que «oceano» era la palabra correcta.

Fue solo en este instante cuando Kruger penso en que hubiera mapas. Aunque no tuviera el talento de un artista, si que podia dibujar un plano lo suficientemente bueno de la ruta que habian seguido juntos para transmitir la palabra «mapa», y entonces ya seria Dar el que tendria que ocuparse de dibujar.

Aquello significo interrumpir el viaje, pero el esfuerzo trajo consigo un exito incalificable.

Dar no solo entendio la palabra y el ruego que la siguio, sino que resulto ser un excelente cartografo, como resultado de los anos que habia pasado en el aire, ya que de cualquier forma creia que un mapa era un dibujo desde el aire. Hizo un esbozo tras otro, mostrando toda la ruta que iba a seguir y demostrando un gran conocimiento de todo el planeta.

Seguirian su ruta hacia el nordeste hasta llegar al mar. No era aquel el punto mas cercano, pero les llevaba a un lugar desde el cual se extendia una cadena de islas hasta otra masa continental. Una vez cruzado el oceano, seguirian la costa de la izquierda.

Kruger penso que esto seria el oeste, pero en realidad era el este; estaba mucho mas cerca del polo norte de Abyormen de lo que se imaginaba, y lo pasarian antes de llegar a la costa. Dar no indicaba esto en su mapa. Caminarian a lo largo de la costa del otro lado durante una considerable distancia y luego se meterian tierra adentro. El viaje parecia terminar poco despues. Dar senalo una zona muy amplia con aire satisfecho, dijo «?hielo!» y se sento como si terminara de hacer un gran trabajo. Kruger no se sentia tan contento.

Senalo el area que el otro acababa de dibujar.

— ?Quieres decir que esta en algun lugar de esta region…? ?Aqui…? ?O aqui?

— Aqui precisamente — dijo Dar senalando el punto donde acababa la linea que representaba su ruta.

— ?Pero que quieres decir con «hielo por toda esta zona»? No podeis tener naves por medio planeta.

— No entiendo «naves». El hielo esta por todas partes.

— Sigo sin comprender.

Dar habia tenido hasta el momento suficientes dificultades con el idioma para no sentirse exasperado con la lentitud de Kruger; procedio a dibujar mas mapas. Estos eran circulares, y pronto se hizo evidente que eran vistas de todo el planeta desde distintos puntos. Su habilidad para dibujar estas cartas estaba plenamente de acuerdo con la idea que Kruger tenia sobre su origen, con lo cual el chico no se sorprendio para nada. Sin embargo, los detalles si le importaban.

— Quieres decir que realmente hay una extensa zona cubierta por el hielo.

— Hay dos.

Dar senalo sus cartas y Kruger fruncio el entrecejo. Los casquetes de hielo son algo perfectamente reconocible desde el espacio y no habia visto ninguno durante el desembarco. Claro esta que no era un observador experimentado y que habia prestado mas atencion al comportamiento del piloto durante la maniobra de aterrizaje, y tambien la atmosfera de Abyormen tiene su porcion de nubes. Es posible que no los hubiera visto por cualquiera de estas razones. No habria tenido la menor oportunidad de haber estado en la parte oscura del planeta, aunque en el momento del aterrizaje la posicion de este respecto a los soles fuera tal que no habia zonas oscuras.

En cualquier caso, la presencia de una zona glacial era extremadamente alentadora, sobre todo ahora. La selva le daba alguna proteccion contra el cada vez mas cercano Theer que no tenia en el desierto de lava, pero la creciente humedad hacia desaparecer esta ventaja casi totalmente. Kruger no se atrevio a desprenderse de ninguna prenda mas, debido a la luz ultravioleta que venia de Arren.

Como al final resulto, lo unico que tenia que hacer era parar de viajar unas cincuenta horas durante el tiempo que duraba el mayor acercamiento de Theer, para lo que Dar tenia en su idioma una frase que Kruger traducia por «verano». Acamparon cerca de un arroyo que Dar confiaba no secaria mientras permanecieran alli, construyeron un cobertizo cuyo techo de paja debia proporcionarles sombra y que mantenian mojado para recoger el frescor que proporcionaba la evaporacion, sentandose a continuacion a esperar. La aureola carmesi de Theer, que se podia ver parcialmente por entre los arboles, aumentaba lentamente de tamano al moverse el sol hacia el este y un poco hacia arriba; luego continuaba creciendo al arquearse hacia lo mas alto de su camino y de nuevo hacia el horizonte, que Kruger aun consideraba era el sudeste, aunque su proximidad al polo hacia mas probable que fuera el nordeste; asi alcanzo su tamano maximo y empezo a encogerse antes de desaparecer del todo. Habia realizado la tercera parte de su giro en el espacio en solo cincuenta horas, lo cual fue debidamente agradecido por Kruger. Una vez hubo desaparecido, reemprendieron el viaje.

— ?Estas completamente seguro de que nos dirigimos a la parte de la costa mas cercana a la cadena de islas?

Por fin esta pregunta fue comprendida.

— No puedo ser positivo, pero si se que estamos cerca. He volado muchas veces por esta ruta.

— No pudiste ayudarte de los accidentes del terreno, ya que en esta selva no hemos podido ver cosas que son mucho menores que una montana, y ni siquiera hemos visto una de ellas. ?No es posible que estemos dando vueltas de un lado para otro?

— Es posible, pero no importa mucho. Hay unas colinas bajas, que no son mas que conos volcanicos, a lo largo de la costa y puedes trepar a uno si no vemos las islas desde abajo — Kruger evito por el momento la pregunta de por que tenia que ser el quien se subiera a la colina.

— Pero supon que incluso desde ahi no podemos ver ninguna isla de la cadena. ?Que camino deberemos tomar? ?No seria mejor que nos dirigieramos a la costa ahora para que no hubiese dudas sobre la direccion una vez lleguemos alli?

— Pero no conozco el camino que sugieres.

— Tampoco conoces este; no lo has hecho nunca. Si tus mapas son correctos, no podemos perdernos, y mucho menos perder el tiempo una vez que lleguemos a la costa.

Dar Lang Ahn juzgo durante breves instantes esta pequena demostracion de sabiduria y luego estuvo totalmente de acuerdo. Cambiaron el rumbo. Todo siguio como antes.

Luego se le ocurrio a Dar que Kruger tal vez hubiera estado motivado por el deseo de volver cuanto antes a una region volcanica.

Tenian que recorrer aun unos cuantos cientos de millas, pero Kruger no estaba muy seguro de ello ya que la escala de los mapas de Dar dejaba mucho que desear. Un novelista del siglo diecinueve hubiera podido sacar gran partido de cada una de las millas del viaje; las caracteristicas naturales de una selva humeda les dificultaba considerablemente el camino. La maleza y los pantanos les traicionaban; peligrosos animales les acechaban; el tiempo parecia discurrir sin fin y sin cambios. Alguna esporadica zona de lava, normalmente muy erosionada, les facilitaba el camino durante unas pocas millas, pero la selva siempre volvia.

Muy gradualmente, al avanzar, la parte del giro de Theer que se veia sobre el horizonte bajo de ocho dias cerca de los pozos de barro a siete, y luego a seis. Simultaneamente, cambio la inclinacion del circulo diario de Arren. En el campo de lava habia sido mas alta en el sur que en el norte; ahora la estrella azul mantenia una altura casi constante sobre el horizonte, lo que en cierto modo era bueno, pero por otra parte le preocupaba. Si estaban practicamente en el polo, ?donde se hallaba el casquete polar? O, dado que Dar seguia diciendo que tenian que cruzar un oceano, ?por que no estaba este en el polo?

Kruger estaba seguro de que este problema podria ser solucionado en pocos minutos por alguien con el entrenamiento adecuado, pero un cadete de dieciseis anos que piensa dedicarse a pilotar naves interestelares no recibe ese tipo de educacion.

Conforme avanzaban iba mejorando la rapidez y claridad de su conversacion. El idioma que utilizaban era un batiburrillo de los suyos, pero contenia una mayor proporcion de palabras del de Dar. Esto era parte del plan de Kruger; cuando se encontrara con gente de la raza de Dar queria poder comprenderles sin necesitar a Dar de interprete. Antes de que la pareja llegara a la costa hablaban ya con cierta fluidez, aunque fueran con frecuencia necesarios la reiteracion y los signos; sin embargo, la falta de comprension basica aun estaba presente y parecia menos facil que nunca hacerla desaparecer. El problema era que ahora no se daban muchas veces cuenta de sus equivocos; cada uno creia haberse expresado claramente, o comprendido claramente, que todo podia pasar, y el pensamiento transmitido resultaba muy distinto del recibido. Un ejemplo de esto ocurrio un dia en que surgio la cuestion de un hipotetico rescate por la gente de Dar.

— Dices que una buena cantidad de tu gente hace en planeadores el mismo viaje que tu estabas haciendo cuando te estrellaste — dijo Kruger —. ?No seria una buena idea que cuando lleguemos al lugar de la costa que

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