habia ocurrido resultaba preciso y convincente. Pero no habia terminado.

– Desde que he vuelto no he cesado de pensar en mi irresponsable comportamiento.

He saqueado el Olimpo. He privado al mundo de Venus, de Afrodita. Mas aun, me he unido a unos vandalos y he destruido la belleza, Lo unico que desearia de ti esta noche es algo que no me atrevo a esperar y se que no merezco. -Se detuvo-. Tu perdon, tu caridad y tu perdon.

A Sharon se le antojo un estilo barroco increiblemente malo, una amalgama de falsos estilos Beaumont, Fletcher, Harrick, Ihara, Saikaku, Richardson, Scott, Hawtborne y Louisa May Alcott.

– ?Como demonios podria manejar aquella verborrea romantica? Era necesario ordenar aquel crucial encuentro del Club de los Admiradores e ir despues al grano, so pena de acabar hablando en chino con un chiflado.

Ante todo, aprecio. Se inclino hacia adelante, le cubrio las manos con las suyas y le miro profundamente a los ojos.

– No sabes cuanto me has conmovido -tendrias que ser mujer para comprenderlo-, que emocionada estoy y cuanto te agradezco esta sensibilidad y comprension.

Que un hombre comprensivo me vea como tu me has visto es algo extraordinario, una experiencia insolita y hermosa que recordare toda la vida.

?No esta mal, eh, Beaumont, Fletcher, Harrick y otros? En segundo lugar, rapidamente el perdon.

– En cuanto a lo de perdonarte, querido muchacho, no hay nada que perdonarte ahora que se lo que pienso de ti. Soy todo lo que hoy has visto en la pantalla, no te lo niego.

Me debo al publico. Es cierto. Pero hay una porcion privada de mi ser que me pertenece a mi sola y tengo derecho a hacer con ella lo que me apetezca.

Y esta parte de mi no es la hechicera y mundana Sharon Fields sino una mujer ansiosa de ternura, consuelo y amor, esta es la parte de mi ser que te has llevado.

El idiota se sentia fascinado. Ella tambien lo estaba.

Se pregunto fugazmente si estaria repitiendo parte de algun guion que se hubiera aprendido de memoria en el pasado. Sospechaba que se estaba inventando las frases.

Tal vez la proxima vez que acudiera a ella algun guionista le dijera a Zigman que le mandara al cuerno. No te necesito, Asociacion Americana de Escritores.

?Creeis que todas las actrices son unas estupidas, verdad? Pues, bueno, escritorzuelos, tengo una noticia para vosotros.

Con renovada confianza y en la cumbre de su inspiracion, regreso a su maquina de escribir mental.

– Puesto que nos estamos sincerando el uno con el otro -dijo acariciando la barbilla del Sonador-, te desnudare mi corazon.

No tengo nada que ocultarte. Si, al principio me senti ultrajada, maltratada y violada, como tu bien sabes. Estaba enojada y resentida, mas con tus llamados amigos que contigo, porque tu me defendiste.

Pero despues ocurrio algo fortuito y todo el merito te corresponde a ti. Son cosas que siempre han sucedido a lo largo de la leyenda y la historia y acaban de suceder aqui mismo donde nos encontramos ahora. Puesto que fui secuestrada y tomada a la fuerza, no tenia mas remedio que acabar conociendote.

Y, poco a poco, la alquimia fue surtiendo efecto. Mi corazon cambio. La piedra se troco en oro. El hielo se convirtio en calor. El odio se convirtio en amor.

La mujer que se oculta en mi interior habia encontrado a un hombre, un hombre a quien amar.

Parecia que el Sonador estuviera presenciando la proyeccion de una pelicula. Se le veia absorto y conmovido.

– No lo dices en serio.

– Claro que lo digo en serio, carino. No hay razon para que no sea sincera contigo. Quiero ser sincera porque confio en ti y creo en ti y te amo.

Se inclino hacia adelante, le levanto los brazos y se los paso alrededor de su cintura. Reclino la cabeza contra su pecho y pudo escuchar los latidos de su corazon.

– Te quiero -le dijo el con voz estrangulada-. No debiera pero…

– Sssss, escucha, carino, debes creerme. Me he pasado todo el dia y toda la noche esperandote impaciente. Queria verte y tocarte.

Has ocupado todos mis pensamientos, he vuelto a recordar nuestra union, me he emocionado al revivir la consumacion de nuestro amor, imaginandome y recordando los deliciosos momentos en que estuviste en mi interior, deseandote mas, por favor, ven a mi aqui mismo.

Empezo a desabrocharle la camisa, le ayudo a desabrocharse el cinturon y a quitarse la camisa y los pantalones y se detuvo al llegar a los calzoncillos, que se quito el solo.

El miembro brinco casi hacia arriba. Ella levanto los brazos.

– Ahora Yo. Quitame estas tonterias de encima, Date prisa, corazon.

El se apresuro a desatarle el cordon del sujetador. Sharon arrojo el sujetador a un lado y se recosto sobre los almohadones de la tumbona.

El le desato los cordones de las caderas y ella levanto las nalgas para que pudiera bajarle las bragas.

Se hundio en los almohadones, levanto las rodillas y separo las piernas con impaciencia.

Se extasio contemplandole el miembro, mas tenso y rigido que nunca. Se extasio al advertir la humedad de sus anchos labios vaginales lubrificados.

Las relaciones amorosas de esta noche serian buenas, mejores que nunca. Se habia perdido en la ficcion.

– Metemelo -le suplico-, lo quiero dentro.

Estaba en su interior, duro y hasta el fondo, y ella apreto los ojos con fuerza y se movio siguiendo el ritmo de sus arremetidas, gozando del placer que le producia la suave friccion contra las lubrificadas paredes vaginales.

Se habia preparado de antemano las frases, habia ensayado las exclamaciones de extasis y deleite, pero ahora lo habia olvidado todo, su cerebro como vacio, y la vasija de abajo se le estaba llenando y llenando hasta rebosar.

Hasta ahora, en el transcurso de toda la semana anterior, habia sido una simple espectadora de su actuacion. Pero ahora formaba parte de la representacion, se hallaba mezclada en ella, no veia ni oia sino que hacia y le hacian, y ambos permanecian estrechamente unidos.

Con cuanta pasion estaba gozando del ?que? ?Del juego? No, del juego, no, de la union, de pura sensacion cutanea y carnal, de la sensacion de unidad y del intenso y debilitante perfume de la secrecion sexual y el amor.

Era necesario que se esforzara por recordar lo que estaba haciendo. ?Recordar que? Recordar conocer algo. Conocerlo ahora.

Conocer el goce de secundar al excitante donador de placer que tenia dentro.

Le agarro con las manos las nalgas que subian y bajaban.

Siguio con las manos sus movimientos ascendentes y descendentes. Abrio las manos y le golpeo los costados de… de lo que fuera.

Su firme carne le apresaba su carne de abajo, y el constante beso de su piel contra su clitoris distendido le estaba resultando insoportable.

Queria huir de aquel delicioso dolor, lo deseaba con toda el alma pero ya era demasiado tarde. Sus pensamientos ya no podian intervenir. Sus musculos interiores se estaban contrayendo y apresandole y soltando y volviendole a apresar.

Santo cielo, se estaba ahogando. Se estaba partiendo en dos mitades. Santo cielo, santo cielo, me estoy desintegrando, no iba, no queria. no puedo, no, no, no, hhhh.

Elevo el cuerpo, se quedo rigida como un tablon, apreto los muslos a su alrededor para cerrar el dique, pero el dique estallo salvajemente derramandose en cascadas de vida, arrastrandola fuera de si en calidas oleadas sucesivas. Y paz.

Tardo varios minutos en poder pensar con logica. Desde la cabeza a los pies parecia que estuviera descansando sobre una nube de algodon. Pero los engranajes de su cabeza se estaban empezando a poner poco a poco en movimiento.

?Que le habia ocurrido? Eso no le habia ocurrido alli ni poco ni mucho.

Es mas, apenas recordaba la ultima vez que le habia ocurrido, debia hacer mas de dos anos sin lugar a dudas. Sin esperarlo, sin querer y en contra de su voluntad, se habia excitado.

Habia gozado -o sufrido-de un orgasmo total y completo.

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