Pero el muy cochino de Brunner va a plantearnos dificultades.

Santo cielo, espero que mantenga la boca cerrada y se esconda en algun sitio.

– Estoy seguro de que lo hara por su propio bien.

– Pero, aunque el mantenga la boca cerrada, no estoy seguro de que haga lo mismo esta que tenemos ahi encerrada.

– Lo hara, Shiv, tranquilizate. Se que podemos confiar en ella. Se alegrara tanto de recuperar la libertad que ni siquiera querra volvera a pensar en nosotros.

– Ojala pudiera estar tan seguro como tu -dijo Shively con expresion sombria-. Creo que, una vez la hayamos soltado, sera conveniente que vayamos a casa de Brunner y nos encarguemos de meterles a el y a su senora en un tren o un avion que les lleve lo mas lejos posible, a Montana o a Maine o algun sitio de esos.

– Ya hablaremos cuando vuelva Howie.

– Muy bien. Oye, ?han dicho alguna otra cosa en la television?

– No. Al parecer, ni la policia ni los medios de comunicacion saben ninguna otra cosa. No hacen mas que repetir la misma noticia una y otra vez.

– Bueno, menos mal que podemos alegrarnos de algo. Creo que esta caminata me ha abierto el apetito. Este bocadillo que tienes me sentaria muy bien. ?Que es?

– Queso y carne -repuso Malone ofreciendoselo-. Terminatelo. Yo solo he tomado un bocado. No me apetece comer.

– ?Estas seguro? Muy bien -dijo Shively aceptandolo e hincandole el diente.

Mientras masticaba, miro a Malone-.

– ?Que te sucede, muchacho? ?Estas nervioso?

– No. Tal vez un poco inquieto porque ya quisiera irme ahora que casi todo ha terminado. Nada mas.

– Calmate. Pronto nos iremos con la pasta. -Se lamio los resecos labios-. Tengo sed. Creo que voy a prepararme un trago y despues mirare un rato la television.

– Muy bien. ?Te importa sustituirme un rato? Me apetece dar un paseo y moverme un poco. Voy a tomar el aire y a estirar las piernas. Tal vez me tropiece con Howie.

Shively se detuvo junto a la puerta del comedor y le guino el ojo.

– Vete, muchacho. Pero no vayais a olvidaros tu y Howie de volver. Un tercio del dinero me pertenece.

– ?Un tercio? ?Y Leo?

– ?Estas loco, muchacho? el ya esta fuera. Ha renunciado a su parte. Lo unico que le regalaremos sera el precio del viaje para que se largue de Los Angeles.

– Lo que tu quieras -dijo Malone encogiendose de hombros.

Abandono el refugio, cruzo el bosquecillo de robles y empezo a ascender por el camino que, desde el valle, conducia a la cumbre de la colina.

Una vez en la cumbre, empezo a recorrer la hermosa meseta y se dirigio a toda prisa hacia el camino que rodeaba el Mount Jalpan.

A Shively no le habia revelado el autentico motivo de su paseo. No queria hacer ejercicio sino buscar a Leo Brunner.

El viejo le daba lastima. Brunner era un buen hombre en el fondo, muy honrado y serio, y el panico y el temor que se habian apoderado de el al enterarse de que se habia divulgado la noticia del secuestro eran muy comprensibles.

A medida que envejecen, las personas se van haciendo cada vez mas conservadoras. Y, ademas, temen tambien cometer cualquier delito susceptible de ser castigado por la ley.

Impulsivamente, Brunner habia querido librarse de cualquier responsabilidad en relacion con el Club de los Admiradores.

Malone consideraba que era necesario encontrar a Brunner y razonar con este. Consideraba tambien que el era el unico que podia tranquilizar a Brunner y hacerle comprender que al unico que tenia que temer era a si mismo, citando la frase de un gran presidente.

Malone estaba seguro de que Shively.

hubiera podido dar facilmente alcance a Brunner y hablar con este si Brunner hubiera querido que Shively le hablara.

Pero no cabia duda de que a Brunner no le gustaba Shively, le temia y probablemente ya no queria tener mas tratos con el.

Lo mas probable era que Brunner hubiera descubierto desde algun punto ventajoso de observacion que Shively habia salido en su busca y se hubiera ocultado y hubiera permanecido en su escondite hasta ver que Shively se daba por vencido y regresaba al refugio.

Tras lo cual, lo mas probable era que Brunner hubiera reanudado su marcha por la montana en direccion al lago Mathews, donde seguramente esperaba que le recogiera algun automovilista que le trasladara a Riverside, para desde alli tomar un autobus en direccion a Los angeles.

Al llegar al camino de montana, Malone decidio aligerar el paso para poder dar alcance al viejo.

A pesar de su afirmacion en el sentido de que se mantenia en forma gracias a la alimentacion sana y al ejercicio, Brunner tenia la desventaja de la edad.

Era una caminata agotadora incluso para alguien tan joven como Malone, y a este no le cabia la menor duda de que Brunner tendria que detenerse de vez en cuando para recuperar el resuello.

Malone estaba convencido de que, una vez encontrara al viejo, podria convencerle a regresar al refugio hasta aquella noche, de tal manera que pudieran preparar sus planes con mas cuidado y marcharse todos juntos tal como habian venido.

Un aliciente: recordarle a Brunner que, si regresaba, podria beneficiarse de la parte del millon de dolares que le correspondiera.

Ademas, era necesario convencer a Brunner de la necesidad de obedecer la orden de Shively en el sentido de esfumarse durante algun tiempo de la ciudad.

Malone consideraba innecesaria dicha precaucion porque creia firmemente que Sharon no delataria a Brunner, pero habia que tranquilizar a Shively para que este no volviera a traer a colacion la horrenda alternativa.

Mientras avanzaba mirando a ambos lados del camino en un intento de encontrar al viejo, Malone empezo a ensayar los argumentos que utilizaria con vistas a tranquilizar a Brunner y conseguir regresar con este a Mas a Tierra.

Ademas, estaba deseando contarle a Brunner los detalles del caso de Armand Peltzer, el ingeniero de Amberes, famoso en los anales de las autenticas huidas criminales por haber urdido uno de los mas ingeniosos proyectos de la historia con vistas a la perpetracion de un asesinato.

Para eliminar al marido de la mujer que amaba, Peltzer se sirvio de su hermano. Siguiendo las indicaciones de Peltzer, el hermano cambio de aspecto, atuendo e identidad, fingio ser otra persona, concerto con la futura victima un encuentro de negocios y le asesino.

Tras lo cual, el hermano se libro de su ficticia identidad. El crimen habia sido cometido por una persona que no existia. La policia no podia buscar a nadie.

Precioso. Ascendiendo dificultosamente por la montana, Malone iba pensando alborozado en este caso.

Pues, bien, el caso Peltzer seria el modelo del plan que habia urdido en relacion con Brunner. Le hablaria a Brunner del enigma de Leon Peltzer.

Le aconsejaria a Brunner que le dijera a su esposa que era sospechoso de haber cometido una estafa y tenia que ocultarse hasta que se apresara al verdadero culpable.

Era necesario que Brunner obtuviera la colaboracion de su mujer. Despues, adoptando un disfraz, sometiendose incluso a una operacion de cirugia estetica, adoptando un nuevo nombre tal como habia hecho el hermano de Peltzer, yendose a vivir a otra casa e iniciando un nuevo tipo de negocios, Brunner podria permanecer tranquilamente en Los Angeles y seguir en contacto con su esposa.

Y un dia, dentro de uno o dos anos, una vez se hubiera olvidado por completo el asunto del secuestro de Sharon Fields, Brunner podria recuperar su antigua identidad.

Era absolutamente necesario que le expusiera a Brunner aquella idea. Sabia que lograria convencer a Brunner y tranquilizar a Shively y a Yost.

Tras resfrescar la memoria en relacion con el caso Peltzer y elaborar la adaptacion del mismo a las circunstancias de Brunner, Malone recupero el buen humor. Entonces se percato de que habia llegado a un lugar

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