secuestrar a Sharon Fields. Imaginate.
– Cuesta de imaginar.
– Daria cualquier cosa por encontrar a estos sinverguenzas. Te aseguro que les llenaria el vientre de plomo.
Aminora, Foley, hay un camino que se dirige a Camp Peter Rock.
Sera mejor que me dejes echar un vistazo a la carretera antes de que gires.
Una vez mas, el investigador Roebuck descendio del automovil para examinar el terreno y regreso desilusionado.
El trafico de aquella zona habia sido demasiado intenso y no se podia distinguir ninguna huella.
Ahora, tras hallar enfilado el camino, pudieron ver en la hoyada que habia a la izquierda del camino la roca falica india de metro ochenta de altura.
– Camp Peter Rock -anuncio Roebuck-. Detente un momento y dejame echar un vistazo.
El “sheriff” adjunto, Foley dejo el motor en marcha, mientras su companero inspeccionaba el camino sin asfaltar.
Roebuck regreso una vez mas desanimado.
Foley esperaba al volante.
– ?Y ahora que? ?Sigo adelante o regreso hacia el Temescal Canyon? El investigador Roebuck se mordio el labio inferior y miro hacia el frente.
– Jamas he pasado por este camino. ?Que hay mas adelante?
– No lo se. No parece que tenga que haber gran cosa. Una zona desertica con el Mount Jalpan a la derecha.
– Bueno, mira, por si acaso, sigamos durante cinco o diez minutos antes de que anochezca.
– Como quieras.
El coche patrulla siguio avanzando durante seis o siete minutos, mientras los perspicaces ojos del investigador Roebuck contemplaban las cuestas que habia ambos lados del camino.
Estaba mirando directamente hacia adelante cuando, por el rabillo del ojo vio algo que le indujo a dar unas palmadas al brazo de su companero.
– Un momento, Foley. Retrocede unos diez o quince metros. Creo que hemos pasado un camino secundario sin asfaltar.
– Yo no he visto nada -dijo Foley poniendo marcha atras y retrocediendo lentamente.
– Parate -le dijo el investigador Roebuck senalandole hacia la izquierda.
Casi oculto por el denso follaje de los arbustos que habia a ambos lados, podia verse un estrecho y curvado camino sin asfaltar.
– ?Y a eso le llamas un camino? -le pregunto Foley con aire despectivo-. Por aqui no podria pasar un coche como el nuestro.
– Tal vez podria o tal vez no -dijo Roebruck abriendo la portezuela, Pero el caso es que no estamos buscando un camino por el que pueda pasar un coche como el nuestro. Estamos buscando un camino, cualquier camino, por el que pueda pasar un cacharro de ir por las dunas.
– Pierdes el tiempo.
– Dejame echar un vistazo de todos modos. No sera mas que un minuto.
El “sheriff” adjunto Foley se apoyo resignado sobre el volante y observo a su companero avanzar lentamente por el camino, arrodillarse una vez para examinar el terreno, mirar la fotografia que sostenia en la mano y seguir recorriendo el camino hasta perderse de vista detras de los frondosos arbustos.
Foley se quito la gorra de policia, apoyo la cabeza sobre los nudillos de las manos y bostezo.
De repente, se sobresalto al oir que le llamaban por su nombre. Se irguio, miro a traves de la portezuela abierta y distinguio a Roebuck que le estaba haciendo senas llamandole.
Foley apago inmediatamente el encendido, se guardo las llaves en el bolsillo y corrio hacia el oscuro camino. Bordeandolo agilmente, paso entre los arbustos y corrio hacia su companero.
– ?Creo que hemos descubierto algo! -grito Roebuck-. ?Creo que ya lo tengo!
Cuando Foley estuvo junto a el, Roebuck hinco una rodilla en tierra y le senalo la fotografia que habia dejado en el suelo.
Despues le senalo unas huellas profundamente hundidas en la tierra. Correspondian a un neumatico muy ancho.
– Echa un vistazo -le dijo emocionado-. A no ser que sea bizco, parece como si nuestra fotografia hubiera sido tomada de esta huella.
Fijate en los surcos, cuentalos, la forma, los bordes de la goma que no estan gastados. Creo que son iguales.
Foley se arrodillo junto a su companero. Sus ojos examinaron la huella del camino, se desplazaron despues a la fotografia y volvieron a posarse en el camino.
– Dios Todopoderoso -dijo aterrado-, vaya si son iguales. Ambos hombres se levantaron y sus miradas se posaron simultaneamente en el empinado camino ascendente hasta que este se perdia de vista detras de la parte mas baja de la ladera del Mount Jalpan.
– La deben tener prisionera en algun lugar de este monte -dijo el investigador Roebuck suavemente.
– Si. Hay mucho terreno aqui arriba. ?Te parece que lo intentemos?
Roebuck apreto con firmeza el brazo de su companero.
– No -repuso acompanandole al coche patrulla-. Tenemos la orden de comunicar inmediatamente por radio lo que sepamos a Varney y Culpepper que se encuentran en el cuartel general de Arlington. -Levanto los ojos al cielo-. Aun hay suficiente luz como para que los helicopteros sobrevuelen todas las cumbres y valles de esta montana. Sera el medio mas rapido.
Y, segun dicen, aqui lo que importa es ganar tiempo si es que queremos volver a ver alguna otra pelicula de Sharon Fields. ?Date prisa, tenemos que comunicar que sabemos donde se encuentra!
Con los pies doloridos, asustado, rezando para que el regreso de Yost le permitiera disponer de un aliado, Adam Malone subio los peldanos de Mas a Tierra esperando, contra toda esperanza, que no tuviera que enfrentarse con Kyle Shively.
Pero, al entrar en el vestibulo, vio a Shively y vio que Shively le habia visto.
Shively le dirigio inesperadamente una mirada enfurecida, se levanto y apago el televisor.
Sin poder escapar a Shively, Malone se dirigio a reganadientes hacia el salon.
Shively se volvio inmediatamente con las facciones alteradas por la rabia y las manos cerradas tan fuertemente en puno que parecian exangues.
Malone ya habia visto a Shively enojado en otras ocasiones pero nunca le habia visto en aquel estado. Presintiendo lo peor, Malone no espero a que hablara su companero.
– ?Que sucede, Shiv? ?Te ocurre algo?
– Howie Yost -repuso Shively con voz enronquecida-. No volvera.
– ?Que estas diciendo?
– Lo acaban de decir en la television. Estos hijos de puta que trabajan para ella nos han traicionado con todas las de la ley. Nos han delatado a la policia. Han hablado. Le han tendido a Howie una emboscada y le han pillado en el momento en que recogia el botin.
Le han atrapado cuando se disponia a regresar a la camioneta. Los policias llegaron hasta alli en helicoptero. Le rodearon y acorralaron para apresarle vivo.
La habitacion empezo a dar vueltas. Malone se agarro al respaldo de una silla.
– No, no es posible.
– Si lo es -dijo Shively enfurecido mostrando la dentadura-. Pero no lo han conseguido. Hay que reconocerle a Howie este merito; se ha pegado un tiro menos mal, se ha pegado un tiro para que no le apresaran. Eso nos salva. Hemos perdido el botin pero podremos salvar el pellejo.
El aturdido Malone no podia dar credito a sus oidos.
– ?Howie “muerto”? ?Estas seguro? No es posible.
Los amigos de Sharon no hubieran.
– Lo han hecho, maldita sea, ya te dije que lo harian. Acabo de verlo. En la television han mostrado imagenes aereas de los policias que actuaban en Topanga.