actores.
Si lo observais con cuidado, vereis que yendo hacia la casa de Sharon Fields se tropieza con las residencias o antiguas residencias de Greer Garson, Rey Milland, Louis B. Mayer, Jeannette MacDonald, Mario Lanza, Alan Ladd y Frank Sinatra.
– Muy fino -dijo Yost.
– Si.
Y, para que os hagais una idea de la situacion con la que nos enfrentamos, aqui tenemos un plano fotografico de la mansion de Sharon Fields, por dentro y por fuera, con el terreno que rodea la lujosa residencia.
Es enormemente extenso. He leido no se donde que vale alrededor de los cuatrocientos cincuenta mil.
– No hay nadie que viva en este plan -dijo Shively soltando un silbido.
– Hay muchas personas que si -,dijo Malone-y ella es una.
Es una casa de dos pisos y veintidos habitaciones del llamado estilo colonial espanol; vedlo vosotros mismos: tejado de tejas rojas, ventanas con rejas, patios, balcones, repisa de chimenea de madera grabada, sala de billar y sala de proyeccion particular.
Y, en la parte de atras, una cascada artificial y un cenador con columnas de madera que sostienen una cubierta de barro que, segun tengo entendido, el decorador compro o copio de la antigua residencia de John Barrymore. Vedlo vosotros mismos.
Malone ladeo el sillon giratorio de cara al sofa y le entrego el plano a Brunner y el mapa de las residencias de los actores a Shively.
Despues rebusco entre los papeles la hoja en la que habia anotado los distintos pasos de la operacion y, al final, consiguio encontrarlo.
– Hay una cosa que quiero que examineis con especial cuidado, porque es lo que mas nos interesa -dijo Malone-.
Vereis que hay un estrecho camino asfaltado -que conduce desde la casa hacia la alta, verja de hierro forjado dando un rodeo y atravesando una zona boscosa poblada de alamos, cipreses y palmeras. ?Lo veis?
Yost y Shively asintieron y llamaron a Brunner para que este tambien lo viera.
Brunner fue a sentarse presuroso en el sofa y estiro el cuello para contemplar la fotografia.
– Muy bien -dijo Shively-?Que sucede?
– Ahi es donde Sharon Fields efectua su diario paseo -les explico Malone-.
Conozco casi todas sus costumbres, y la que mas religiosamente he observado desde que se traslado a vivir a esta casa es la del paseo matinal.
Lo confirman todas las fuentes.
Se levanta por la manana muy temprano, se ducha, se viste y, antes de desayunar, sale de la casa, recorre el camino asfaltado hasta la verja de entrada y regresa.
Es el paseo diario que realiza para tomar el aire, hacer ejercicio o lo que sea. Bueno, siempre he pensado que es el mejor sitio para que pueda abordarla un desconocido.
– ?Te refieres a llevarnosla cuando salga a pasear? -pregunto Shively.
– Justo en su punto intermedio, es decir, cuando llegue a la verja y antes de que regrese.
Ahi es donde la podriamos… bueno… coger con muy buenas probabilidades de que nadie nos viera. Suele ser entre las siete y las ocho de la manana. Estariamos preparados, nos acercariamos y nos la llevariamos.
– Es posible que opusiera resistencia -dijo Yost reclinandose contra el respaldo del sofa-.
?Has pensado en esta posibilidad?
– Si, es posible, por lo menos al principio, porque se asustaria y tal vez no comprenderia nuestros motivos -dijo Malone mostrandose de acuerdo-.
Pero ya lo tengo previsto; Me temo que tendremos que dejarla un rato inconsciente.
El palido rostro de Brunner se contrajo en una mueca.
– ?Te refieres a administrarle eter?
– eter o cloroformo. Una pequena cantidad.
El siguiente paso consistiria en trasladarla a algun escondite seguro, algun lugar aislado -como, por ejemplo, un bungalow abandonado o que no use nadie-apartado de cualquier centro habitado y lejos del trafico.
– No sera facil encontrarlo -dijo Shively-. ?Crees que podremos encontrar un sitio asi?
– No tendremos mas remedio -repuso Malone-.
– No os preocupeis por eso -les interrumpio Yost-.
No vayamos a quedarnos atascados aqui. Ya tengo idea de como podriamos resolverlo. Ya lo discutiremos mas tarde. Tu sigue, Adam.
?Cual seria el siguiente paso?
Malone no contesto de inmediato. Se reclino contra el respaldo del sillon giratorio imaginandose la escena.
Se habia imaginado tantas veces el siguiente paso que no le costaba ningun esfuerzo evocar de nuevo la situacion.
– Bueno -dijo suavemente como hablando consigo mismo-, los acontecimientos siguen su curso natural.
Estamos con Sharon y ella esta con nosotros sin nadie mas a nuestro alrededor. Descansamos juntos.
Empezamos a conocerla a fondo. Ella empieza a conocernos a nosotros.
Pasamos dos, tres, cuatro dias charlando, hablando de nosotros, de la vida en general, del amor en particular, hasta que ella empiece a sentirse comoda y a gusto en nuestra compania.
Cuando ya no se sienta desorientada ni amenazada, cuando comprenda que somos buena gente y que la apreciamos, buena gente que la trata como ella ha deseado siempre que la trataran los hombres, se habra roto el hielo.
– Habla claro -le dijo Shively-. ?Que significa eso?
– Significa que ya estaremos en condiciones de poder comunicarle lo que queremos, si bien estoy seguro de que ella ya lo habra comprendido. Se lo diremos y despues todo dependera de ella.
Podra elegir entre acostarse con uno o dos de nosotros o bien con los tres, lo que ella prefiera. Una vez se lo hayamos dicho, no habra problema.
– Un momento, muchacho -dijo Shively antes de que Malone pudiera proseguir-.
Es posible que tu no veas ningun problema. Pero yo estoy viendo uno y muy claro por cierto. ?Quieres saber cual es?
– Si, desde luego.
– No voy a sudar doce camisas para ponerle las manos encima -dijo Shively-y acabar no consiguiendo nada. ?Comprendes a que me refiero? No estoy dispuesto a sufrir todas estas penalidades para que luego vaya ella y de repente se decida por ti y por Yost, pero no por mi y quiza tampoco por Brunner. ?Me entiendes? Es aquello de la expresion que te oi utilizar una vez, ?recuerdas?, acerca de nosotros cuatro, o todo o nada.
– ?Te refieres a lo que Dumas escribio en 'Los tres mosqueteros'? ?Todos para uno y uno para todos?
– ?Exacto! -exclamo Shively-. Una vez lo hayamos conseguido, ese sera mi lema y no otro.
– Shively -le dijo Brunner-, ?estas insinuando que aunque la senorita Fields no nos quisiera a ti o a mi, tu estarias decidido a mantener relaciones sexuales con ella?
– Eso es lo que estoy insinuando, ni mas ni menos.
Brunner se inquieto extremadamente.
– No accederia a ello en ninguna circunstancia, Shively.
No me gusta utilizar esta palabra pero ya veo que no tendre mas remedio que volver a utilizarla.
Es violacion, estas hablando de un delito de violacion, Shively.
– Llamalo como prefieras -replico Shively-. Muy bien, violacion. Es posible.
Pero lo que ahora estoy diciendo es que no estoy dispuesto a tomarme todas estas molestias sin cierta seguridad de que podre intervenir en la accion de alguna forma.
– Bueno, Shively -dijo Brunner escasamente convencido-, si estas pensando en la posibilidad de una violacion, sera mejor que sepas el resultado que puede aguardarte. -Se levanto del sofa-. Aparte de considerar censurable y moralmente negativo el acto de violar a una mujer, da la casualidad de que me consta muy bien que se trata legalmente de uno de los delitos mas serios y graves que existen. -Rodeo la mesilla de cafe y se acerco al escritorio-. He previsto la posibilidad de que pudiera suscitarse de nuevo esta cuestion y he decidido estar preparado.