Todo lo que nos ha contado ha sido mentira. ?Pero la habeis oido? No soy mas que una senorita corriente, hago calceta, juego al bridge, jamas he escuchado palabras sucias.
?Un simbolo sexual? ?Que quiere usted decir, senor? ?Historias! Mirad, chicos, yo he corrido mundo. Y cuando se corre mundo se aprenden ciertas cosas. Y una de las cosas que se aprenden es que donde hay humo hay fuego. Cuando una esta hecha como esta hecha esta tia, se sabe que no tiene mas remedio que haberse pasado media vida con el miembro de alguien dentro como si formara parte de su anatomia.
Tiene que estar acostumbrada a dar y a que eso le guste, y me apostaria hasta el ultimo dolar a que es cierto.
– ?Entonces por que no nos quiere? -pregunto Yost.
– Yo te dire por que -repuso Shively-. Porque a sus ojos somos unos don nadies. Nos mira como si fueramos escoria. Piensa que posee una vagina revestida de oro que solo esta abierta para los ricachos y los personajes importantes.
Las mujeres de esta clase, a menos que no seas el director de un grupo de empresas o pertenezcas al gabinete del presidente, te tratan como si padecieras gonorrea o sifilis. Maldita sea, las mujeres de esta clase me atacan los nervios y me ponen furioso. Y entonces siento deseos de hacerles el amor hasta que les arda el trasero.
– Tal vez solo le interese cuando esta enamorada de un hombre y se siente romantica -dijo Brunner-. Tal vez piense que no es romantico eso de que la obliguen por la fuerza a hacer el amor.
– Tonterias -dijo Shively.
La conversacion habia llegado una vez mas a un punto muerto.
– Veo que El Club de los Admiradores no esta al completo -dijo Shively-. Falta un socio.
– Estoy presente -les grito Malone desde la banqueta-, os he estado oyendo.
Shively se volvio para mirar a Malone.
– Para ser tan charlatan, esta noche has estado muy callado. Bueno, ?tu que piensas?
Malone apago el cigarrillo de marihuana en un cenicero.
– A decir verdad, ya no se que pensar.
– ?Como que no? -dijo Shively-. Ven aqui con nosotros antes de que me de torticolis. ?O es que tampoco somos bastante para ti?
– Basta Shiv -dijo Malone levantandose y dirigiendose con paso vacilante hacia el sofa de cuero, en el que se dejo caer al lado de Brunner-.
Su reaccion, que juzgo sincera, me ha desconcertado mucho. No suelo equivocarme al analizar a las personas. En este caso, tal vez haya fallado. No lo se.
– Yo nunca he querido humillarte, muchacho -dijo Shively-, pero pense desde un principio que eras muy ingenuo si creias de veras que una mujer tan rica y agraciada como esta iba a acceder a relacionarse con alguien que no perteneciera a su ambiente.
– Tal vez fui un ingenuo -reconocio Malone-, pero tu tambien lo fuiste. Leo y Howard son testigos de que seguiste adelante. Tambien pensaste que accederia a colaborar.
– Y un cuerno -dijo Shively. Desde el dia que empezamos, tuve mis reservas. Te segui, sonador, porque te habias autodesignado presidente del Club de los Admiradores y porque pense que no tenia nada que perder y que tal vez, siendo yo mas practico que vosotros, consiguiera convertirlo en realidad. Pero estaba preparado para ambas posibilidades. Si las cosas rodaban tal como tu habias dicho, estupendo, tanto mejor.
Y si ella nos rechazaba, pues, bueno, seguiamos llevando las de ganar. En cualquier caso, pensaba que tendriamos la sarten por el mango. Y la seguimos teniendo. Tenemos el cuerpo en nuestro poder. Y eso es lo mas importante.
Lo demas vendra por sus pasos contados. Porque ahora nosotros ocupamos el asiento del conductor y podemos convencerla y lograr que colabore.
Yost empezo a animarse.
– ?Como, Shiv? Por la forma en que ha empezado, no abrigo muchas esperanzas de que cambie y acceda a colaborar. ?Se te ocurre alguna idea?
– Hay una cosa que siempre las induce a colaborar -dijo Shively con aire de suficiencia-. El miembro. Llamalo la teoria Shively o como gustes. Pero se por experiencia que este es el gran igualador.
Una vez lo has metido donde Dios quiere que este, no hay mujer que te pida las credenciales. ?Que cuenta tienes en el banco? ?Que estudios universitarios tienes? ?Que credito tienes? ?Tu arbol genealogico? No, senor, cuando le metes dentro la cosa, la mujer se encarga de corresponder y empieza a amarte y a colaborar y ya no quiere detenerse.
Siempre sucede lo mismo. Y el material que tenemos en el dormitorio no es distinto, tal vez sea un modelo mas elegante, pero funciona como las demas. Podeis creerme.
Estableced la conexion y ella colaborar ya podeis estar seguros. Es mas, os digo que despues no sabremos ni como quitarnosla de encima.
A traves de las brumas de la droga, Malone se esforzo por comprender la logica de la teoria de Shively.
– ?Que es lo que intentas decirnos exactamente, Shively?
– Te digo que da la casualidad de que hemos logrado apoderarnos del mejor bocado del mundo. En la habitacion de al lado tenemos el trasero mas jugoso que jamas haya habido. Disponemos de diez dias o de dos semanas para gozar de el.
Te digo y te garantizo que una vez nos hayamos acostado con ella, Sharon cedera y gozara tambien. Y que todo ocurrira tal como habiamos previsto.
Malone sacudio la cabeza.
– Eso es contrario a las normas -dijo-. Estas volviendo a hablar de violacion. Acordamos que eso estaria excluido.
Brunner se apresuro a secundar a Malone.
– Totalmente excluido -dijo-. Todos suscribimos verbalmente un acuerdo inquebrantable. Nada de violencias… Nada de delitos.
– ?Y que demonios crees que hemos hecho esta manana? -pregunto Shively-. No hemos recogido ningun paquete con nuestra camioneta de reparto. Lo que hemos recogido ha sido una persona. Hemos llevado a cabo un secuestro.
– No exactamente -dijo Brunner con expresion alterada-. Quiero decir que llegamos previamente a la conclusion de que el acto de esta manana podria considerarse desde un punto de vista distinto, siempre y cuando no lo prolongaramos.
Si ella desea que la soltemos y la soltamos sana y salva, el secuestro no tendra caracter delictivo alguno.
Ella quedara en libertad y nosotros estaremos a salvo. Pero si prolongamos esta situacion, si seguimos adelante en contra de su voluntad, entonces se tratara de un delito injustificable que no podremos enderezar.
– Tonterias -dijo Shively-. ?Como podria ella demostrar que lo hicimos y que fuimos nosotros quienes lo hicimos? Tu mismo te mostraste de acuerdo con Adam cuando este nos dijo que casi resulta de todo punto imposible acusar a alguien de violacion.
Ademas. -Se detuvo mirando a sus companeros, y prosiguio-: Voy a ser sincero y espero que vosotros tambien lo seais.
Si lo pensais bien, tal como yo he estado haciendo, llegareis a la conclusion de que el hecho de que hayamos llegado tan lejos significa que estamos dispuestos, en caso necesario a hacer cualquier cosa con tal de conseguir nuestro proposito.
Ninguno de vosotros esta dispuesto a salir de aqui sin haber probado por lo menos una vez a esta mujer.
Yost se estaba preparando otro whisky.
– Antes de que hablen los demas, quiero expresar mi opinion al respecto. -Tomo un sorbo-. Ante todo, quiero manifestarle a Shively mi admiracion y enhorabuena por haber tenido el valor de mostrarse mas sincero que nosotros.
Porque, ?sabeis una cosa?, Shiv tiene razon en cierto sentido. Ninguno de nosotros ha querido pensar con detenimiento en lo que empezo a hervir en su imaginacion desde el primer dia. Si hubieran podido sacarse fotografias de lo que pensabamos y sentiamos en nuestro fuero interno, bueno, hubiera quedado bien patente que todos nosotros abrigabamos ciertas dudas y temiamos que una muchacha como esta jamas nos invitara a acostarnos con ella.
Y, si observaramos mas de cerca las fotografias, veriamos que todos nosotros, subconscientemente o no,
