mundo entero. Pero los escritores de la Iglesia raramente hablan de tales viajes.

– Y, ?que decia su padre?

– Insistia en que de haber ido Jesus mas alla, de todos modos lo habrian sabido muy pocos, quienes lo mantuvieron en secreto para protegerlo. Decia que se habian hallado, en los escritos de San Pablo, San Pedro, San Ignacio y otros, indicios de que Jesus habia salido de Palestina y llegado hasta Italia. La tercera herejia era relativa a la duracion de Su vida. Mi padre no creia que Jesus hubiera muerto a los treinta y tantos anos, sino muchos despues. Y en su apoyo citaba cierto numero de fuentes, tales como los escritos de… Papiano o Tertuliano, no recuerdo… que dicen que Jesus era joven para salvar a los jovenes, hombre de mediana edad para salvar a los de edad mediana, y viejo para salvar a los viejos… y en aquellos tiempos, viejo era un hombre de cincuenta anos.

Randall se termino su copa de vino, dio la vuelta al cassette de su grabadora y continuo su interrogatorio:

– ?Especifico el profesor Monti en que lugar de Italia podria encontrarse semejante documento original?

– Lo hizo en su primer articulo, y despues lo reitero varias veces en otros trabajos. Sugeria que se explorara mas alla de ciertas catacumbas cercanas a Roma, o en casas que habian sido secretos lugares de reunion de los cristianos en Roma, sus alrededores o en la Colina Palatina. En teoria, podia esperarse dar con la biblioteca de algun adinerado comerciante judio; alguno de los pocos que vivian cerca de Ostia Antica. Esos judios fueron los primeros cristianos, y los que estaban mas cerca de los puertos de mar podian tener acceso a los materiales importados antes que nadie.

– ?Eso fue lo que indujo al profesor a excavar en Ostia Antica?

– Fue algo mas preciso -dijo Angela recordando-. Fueron una teoria y un hecho que mi padre relaciono hace siete anos. La teoria era que el autor del evangelio fuente podia haber enviado desde Jerusalen, con un discipulo, una copia a alguna rica familia judia de algun puerto italiano. Si esa familia se habia convertido secretamente al cristianismo, pudo haberlo ocultado en su biblioteca. En cuanto al hecho, mi padre hallo en una catacumba de San Sebastian, recientemente abierta, una tumba con los huesos de un joven cristiano converso del siglo primero, con indicios de que el converso habia estado alguna vez en Jerusalen o que tenia alli algun amigo que era centurion, posiblemente en tiempos de Pilatos. El nombre de la familia estaba en el sepulcro. Como si fuera detective, mi padre siguio la pista de la familia del joven y descubrio que el padre habia sido un prospero mercader judio que poseia una gran quinta en la costa, cerca de Ostia Antica. Mi padre hizo un estudio de la topografia de la region (en especial de una zona montanosa que se habia erosionado y aplanado con los siglos) y tuvo la satisfaccion de ver que habia ruinas en las capas superficiales; luego pidio permiso al doctor Tura para excavar.

Despues de vencer obstaculos politicos, el profesor Monti habia pedido prestado dinero suficiente para adquirir la tierra donde se disponia a excavar. De acuerdo con la ley italiana sobre arqueologia, si uno posee o adquiere un terreno donde se va a proceder a una excavacion, puede recibir el 50 por ciento del valor de lo que se halle. Si renta el terreno, dara al propietario el 25 por ciento, al gobierno el 50 por ciento, y solo se quedara con el 25 restante. El profesor Monti habia adquirido el terreno en propiedad.

Ayudado por un grupo de personas que contrato (un vigilante, un ingeniero, un dibujante de arquitectura, un fotografo, un criptografo, un experto en alfareria y numismatica, un experto en osteologia), el profesor Monti habia llevado todo el equipo arqueologico necesario al lugar cercano a Ostia Antica: detectores electronicos, instrumental topografico y de dibujo, articulos fotograficos y cientos de aparatos mas. Se habia procedido a la excavacion. El emplazamiento fue dividido en cuadros y solo se excavaban diez metros cuadrados cada vez, penetrando en el estrato, rebanando y abriendo zanjas y despejando.

– La excavacion duro doce semanas -dijo Angela-. Mi padre calculaba que habria que sacar de la mayoria de las zanjas 30 centimetros de restos por cada siglo transcurrido entre nuestros dias y los de Jesus para llegar hasta las capas que contenian la casa del mercader judio. Al ahondar en el suelo y el subsuelo de cascajo y material de aluvion, mi padre se sorprendio al dar con capas de toba porosa que se habian formado por depositos de manantiales subterraneos… muy semejantes a la piedra de las catacumbas vecinas que tan bien conocia. Los primeros hallazgos fueron muchas, muchas monedas de los tiempos de Tiberio, Claudio y Neron. Despues, mi padre hallo cuatro monedas importadas de Palestina (tres de Herodes Agripa I, que murio en el ano 44 A. D., y una acunada en tiempos de Poncio Pilatos), y sus esperanzas y su emocion no tuvieron limites. Por fin, aquella gloriosa manana de nuestras vidas, se descubrio el bloque de piedra que contenia la jarra con el Pergamino de Petronio y el papiro del Evangelio segun Santiago.

– ?Que ocurrio despues?

– ?Despues? -Angela sacudio la cabeza-. Tantas, tantas cosas. Mi padre corrio con su descubrimiento al laboratorio de la Escuela Americana de Investigacion Oriental en Jerusalen. Los pardos fragmentos eran tan quebradizos que hubo que ponerlos en humidificadores, despues limpiarlos suavemente con alcohol aplicado con pinceles de pelo de camello, aplanarlos y estudiarlos detenidamente bajo laminas de vidrio. El Petronio estaba en muy malas condiciones, a pesar de que el pergamino era oficial y de la mejor calidad. El evangelio de Santiago, con algunos trozos de un pardo oscuro casi negro, desprendidos en pedacitos los bordes, con agujeros en muchas partes, estaba escrito con calamo y tinta de hollin, goma arabiga y agua, en papiro de la mas baja calidad, en hojas de 12 y medio por 25 centimetros. Santiago habia escrito en un arameo con faltas de ortografia y sin puntuacion, con un vocabulario que se calculo en ochocientas palabras. Los criticos de textos de Jerusalen confirmaron la autenticidad del escrito, e incluso publicaron un velado anuncio del descubrimiento en el boletin confidencial que periodicamente distribuyen en las esferas eruditas. Esos expertos enviaron a mi padre con el profesor Aubert, a su laboratorio en Paris, para que averiguara si el pergamino verdaderamente era del ano 30 y los papiros del 62. El resto, Steven, se lo dira el profesor Aubert. Todo este descubrimiento fue casi un suceso sobrenatural.

– Mas parece el resultado de la astucia de su padre, Angela.

– El descubrimiento, si. Pero no la supervivencia del texto. Eso fue un milagro de Dios. -Hizo una pausa y puso sus verdes ojos en Randall-. ?Le han permitido leer el texto, Steven?

– La otra noche, en Amsterdam. Me afecto profundamente.

– ?Como?

– Pues, por un lado, telefonee a mi esposa y convine en concederle el divorcio que ella pedia.

Angela asintio con la cabeza.

– Si, lo comprendo. A mi me sucedio algo parecido, pero de otro modo. Yo odiaba al doctor Fernando Tura, por su oposicion a mi padre y su malevolencia. Me habia prometido vengarme de el en nombre de mi padre. Pensaba chantajearlo, desenmascararlo, herirlo o arruinarlo. No era dificil. Descubri que el doctor Tura, un hombre respetable, casado y hasta santurron, tenia por segundo consorte a un jovencito.

Cuando mencione a mi padre lo que habia averiguado y le dije que tenia la intencion de utilizarlo contra el doctor Tura, me dijo que no siguiera adelante, sino que tuviera caridad en el corazon y que pusiera la otra mejilla, como el mismo lo habia hecho. Por vez primera me mostro las traducciones al italiano del Pergamino de Petronio y el Evangelio segun Santiago. Aquella noche llore, Steven; supe lo que era la compasion y olvide las municiones que tenia destinadas para la venganza. Puse la otra mejilla. Desde entonces, siento que podemos alcanzar mas serenidad y paz por el entendimiento, la amabilidad y el perdon que por el ataque y el mal.

– Yo no estoy tan seguro. Ojala lo estuviera. Yo todavia estoy… bueno… buscando mi camino.

Angela sonrio.

– Lo hallara, Steven.

El extendio la mano y apago la grabadora.

– Termino la primera sesion. Supongo que todavia queda mucho de la historia de su padre.

– Mucho mas. Demasiados detalles para relatarlos en una sola tarde. Y fotografias; muchas fotografias que tomamos de la excavacion. Tendra que verlas. ?Puede quedarse en Milan esta noche o un dia mas?

– Ojala pudiera, pero tengo un itinerario muy rigido. Salgo esta noche hacia Paris, y manana por la noche hacia Frankfurt y Maguncia. Despues, regreso a Amsterdam a la otra noche o a la manana siguiente -miro a Angela con franco afecto. No deseaba apartarse de ella-. Angela, lo que me ha dado… que es exactamente lo que necesito… sera util para nosotros y dara a su padre el reconocimiento que merece. Pero necesito volver a verla. Se me ocurre una idea. Yo tengo un presupuesto abierto para promocion, y puedo contratar a quien quiera. Podria servirme de consultora a sueldo, con gastos pagados. ?Puede usted ir a Amsterdam?

Los carnosos labios de carmin se encorvaron en una sonrisa.

– Me estaba yo preguntando si al fin me lo pediria.

– Pues se lo he pedido.

– Y yo he contestado. ?Cuando quiere que este alla?

– Cuando este tambien yo. Dentro de tres dias. En cuanto a su sueldo, Angela…

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