con rasgos admirables, y capaces de cosas admirables tambien. Tienen sentido de la justicia, del orden, del equilibrio. Suelen ser fiables, coherentes, eficaces, y esforzarse siempre por corresponder con el bien a los bienes que reciben. No dejaran nunca de pagar una deuda, y nunca se les olvidara lo que te prometieron. Son atentos, detallistas: sus madres saben que siempre las felicitaran por su cumpleanos. Tienen capacidad de anticipacion, sentido de la estrategia. Por eso saben organizarse y sirven como nadie para organizar a los demas.
Ya veo… ? Y la cruz?
Como la cara, depende de la persona. Pueden ser intransigentes. Pueden ser tambien avaros, o codiciosos. Y tienen una cierta propension al resentimiento. Ellos suelen cumplir lo que se espera de ellos, pero no es dificil que otros no cumplan lo que ellos esperan. Y su sentido de la contrapartida entra aqui en juego de forma implacable.
Creo que me alegro de ser lo otro. Sea lo que sea.
Muy pronto lo dices. Espera y no juzgues tan deprisa. Ademas, en muchas coyunturas de la vida, ayuda tener un contable a mano.
Pero serlo…
Tambien. No te precipites, Theresa. Todavia no te he dicho como llamo a los del segundo grupo. Al que pertenecemos tu y yo.
A ver, sorprendeme.
El otro grupo es el de los que llamaremos los prodigos.
Intuyo que la palabra no esta escogida al azar.
No. Los prodigos son aquellos que, al reves que los contables, se despreocupan de llevar la cuenta de lo que hacen, y de lo que les hacen. No es una decision, simplemente carecen de esa capacidad. Pueden muy bien deslumbrar aqui, y fallar completamente alla. Son malos para calcular, para equilibrar, para corresponder. No es que las cosas no les cuadren. Es que se empenan en descuadrarlas, una y otra vez.
Vaya, ?y no hay un termino medio?
No. Esto es pura logica binaria. Uno o cero. En cada uno de nosotros predomina uno de los dos: el contable o el prodigo. Y eso no quiere decir que no tengamos rasgos del opuesto, de los que podemos servirnos frente a las vicisitudes cotidianas. Pero en las verdaderas encrucijadas, en las crisis, y en definitiva, alli donde cuenta lo que somos en lo mas profundo, nos manifestamos como lo uno o como lo otro.
Creo que lo capto. Tienes razon. Soy prodiga. Y no me molesta.
Claro. Los prodigos tienen, que duda cabe, una faceta muy atractiva. Pueden ser brillantes, ocurrentes, creativos. Tambien tienden a ser generosos, apasionados, calidos. Si les pides un pan no se pararan a contar cuantos otros panes les quedan en la despensa. Nunca miden el afecto, la amistad o la compasion. Y nunca se limitaran a cumplir el plan establecido o a seguir la via marcada. Siempre miraran hacia los lados. Y lo que alli encuentran no suelen verlo los contables.
?Pero?
Pero no llevar la cuenta tambien juega malas pasadas. Por falta de celo, por descuido, pueden llegar a ser muy desconsiderados. No es dificil que se distraigan, y tampoco que dejen de prever lo que deberian haber previsto, exponiendose y exponiendo a otros a consecuencias desagradables que habrian podido evitar con un poco mas de cuidado. Pueden arruinarse con facilidad, por sus pocas dotes para administrarse. Y no pocos de ellos (todos los prodigos, en realidad, en algun momento de su vida) se comportan de forma incomprensible y temeraria.
Incomprensible y temeraria para los contables, quieres decir.
Y para los propios prodigos, cuando caen en la piscina sin agua.
Lo que me hace pensar en tu confesion…
Por eso queria esperar a hacerla, para responder a tu pregunta. Ahora puedes valorar mejor por que me convenciste con esa frase.
?Te convencio eso, el hecho de considerarme una de los tuyos?
Por supuesto. A una contable no habria tenido ningun sentido que le contase mi historia. Me consta que no la habria entendido.
Es posible que no.
Y esta en su derecho, ademas. No somos mejores que ellos. Podemos cosas que ellos no pueden, del mismo modo que ellos pueden cosas que nosotros no podemos. Lo unico que hay que hacer es tener cuidado, antes de mezclarse mas de la cuenta. No hay nada escrito, ni regla sin excepcion: existen situaciones, momentos, incluso se dan a veces circunstancias duraderas en que un prodigo y un contable pueden complementarse, prestarse sus respectivos talentos y suplirse sus respectivas carencias. Pero en ciertos ordenes delicados de la vida, a la larga, tienen muchas probabilidades de no hacer buena pareja.
?Ciertos ordenes delicados de la vida?
Alli donde se cala en lo profundo. Donde inevitablemente surgen cuestiones que unos y otros no vemos ni sentimos del mismo modo.
Esta noche me estas diciendo muchas cosas, Inquisidor.
Te he dicho muchas cosas ya, antes de esta noche.
Bueno. Nunca una como la que se desprende de tu teoria.
?Es decir?
Que tu y yo si podriamos formar buena pareja.
?He dicho yo eso?
No lo has descartado, como habrias hecho si me hubieras declarado una integrante del bando de los contables.
Compruebo que en adelante tendre que medir mucho mis palabras.
No. No las midas. Te prefiero prodigo. Ahora que empiezas a serlo de una vez. Porque lo que es hasta ahora, conmigo…
Tenia que conocerte mejor. Soy un prodigo trasquilado.
?Por eso te empenas en ser un lobo solitario?
?De donde sacas esa conclusion?
Lei tu confesion con la esperanza de que en algun momento me hablaras de como llego alguna mujer a consolarte y a sacarte del pozo. En mi caso, ya ves, siempre he recurrido a un hombre para superar mis crisis. Pero no. El austero Inquisidor (no el de tu novela, sino tu) aguanto el tiron solo y solo se levanto…
Asi fue. Hubo alguna mujer, pero no me salvaba precisamente. Lo que tampoco le recrimino. Me ayudo a comprender que era cosa mia.
Y ahora, ?sigues solo? Uy, perdona, quiza no he debido…
Ya, ya. Veo que esta noche estas algo traviesa.
?Yo?
No veo a nadie mas por aqui.
Y tu, ?estas siendo travieso al llamarme traviesa? *
Conscientemente, no. Pero quien sabe.
Me vas a contestar a lo que acabo de preguntarte?
Si.
Asi que…
Que si. Que sigo solo. ?Te parece una informacion interesante?
Claro. Hasta cierto punto, de momento. Pero si.
?Hasta que punto?
?Por que?