– ?Ta-ta!

Loren Muse arqueo una ceja.

– ?Hester Crimstein?

– ?Nos conocemos, carino?

– La reconozco de la tele.

– Me encantara firmar autografos mas tarde. Ahora mismo quiero que apaguen la camara y quiero que ustedes dos -Hester senalo a Lance Banner y a Loren Muse- salgan de la habitacion para dejarme hablar con mi cliente.

Loren se puso de pie. Se miraron a los ojos, las dos eran de una altura parecida. Hester tenia los cabellos crespos. Loren intento apabullarla con la mirada. Myron casi se rio. Algunos dirian que la famosa abogada criminalista Hester Crimstein era mala como una vibora, pero eso se podia considerar calumnioso para las serpientes.

– Espere -dijo Hester a Loren-. Usted espere…

– ?Disculpe?

– En cualquier momento, voy a mearme en los pantalones. De miedo, quiero decir. Usted espere…

– Hester… -dijo Myron.

– Tu calla. -Hester le lanzo una mirada aviesa y le dedico un siseo-. Firmar una renuncia y hablar sin tu abogado. ?Eres tonto o que?

– No eres mi abogado.

– Que te calles.

– Me represento yo mismo.

– ?Conoces la expresion «Un hombre que se representa a si mismo tiene a un idiota por cliente»? Cambia lo de «idiota» por «majadero sin cerebro».

Myron se pregunto como habria llegado Hester con tanta rapidez, pero la respuesta era evidente. Win. En cuanto Myron habia encendido el movil y Win habia oido las voces de los policias, habia buscado a Hester y la habia mandado alli.

Hester Crimstein era una de las mejores abogadas del pais. Tenia programa propio en una television por cable, Crimstein ante el crimen. Se habian hecho amigos ayudando a Esperanza contra una acusacion hacia unos anos.

– Un momento. -Hester miro otra vez a Loren y a Lance-. ?Por que siguen ustedes dos aqui?

Lance Banner dio un paso adelante.

– El acaba de decir que usted no es su abogada.

– ?Como se llama, guapo?

– Lance Banner, detective de policia de Livingston.

– Lance -dijo ella-. Como el caballero Lancelot. Veamos, Lance, le dare un consejo: el paso adelante ha sido impresionante, muy imponente, pero tiene que sacar mas pecho. Poner una voz mas grave y anadirle un ceno fruncido. Algo asi: «Eh, muneca, acaba de decir que no es su abogado». Intentelo.

Myron sabia que Hester no se marcharia por las buenas. Y probablemente el no queria que se fuera. Queria cooperar, sin duda, acabar con eso, pero tambien saber que diablos le habia ocurrido a Aimee.

– Es mi abogada -dijo Myron-. Por favor, concedanos un minuto.

Hester les dedico una mueca satisfecha, consciente de que los dos deseaban abofetearla. Se volvieron hacia la puerta. Ella los despidio con la mano. Cuando estuvieron fuera, cerro y miro a la camara.

– Apaguenla ya.

– Probablemente ya lo esta -dijo Myron.

– Si, claro. Los polis nunca se saltan las normas.

Saco su movil.

– ?A quien llamas? -pregunto Myron.

– ?Sabes por que estas aqui?

– Tiene que ver con una chica llamada Aimee Biel -dijo Myron.

– Eso ya lo sabiamos. Pero ?no sabes que le ha ocurrido?

– No.

– Eso es lo que intento averiguar. Tengo a mi investigadora trabajando en ello. Es la mejor, los conoce a todos. -Hester se llevo el telefono al oido-. Si. Soy Hester. ?Que hay? Aja. Aja. -Hester escucho sin tomar notas. Un minuto despues, dijo-: Gracias, Cingle. Sigue buscando, a ver que tienen.

Hester colgo. Myron encogio los hombros como preguntando: «?Que?».

– La chica… Se apellida Biel.

– Aimee Biel -dijo Myron-. ?Que le ha pasado?

– Ha desaparecido.

Myron volvio a sentir la punzada.

– Parece que no volvio a casa el sabado por la noche. Se suponia que dormiria en casa de una amiga. No llego a ir. Nadie sabe que fue de ella. Parece que hay registros telefonicos que te relacionan con el asunto. Y otras cosas. Mi investigadora esta intentando averiguar exactamente que.

Hester se sento. Le miro desde el otro lado de la mesa.

– Venga, carino, cuentaselo todo a la tia Hester.

– No -dijo Myron.

– ?Que?

– Mira, tienes dos alternativas, quedarte cuando hable con ellos o considerarte despedida.

– Deberias hablar conmigo primero.

– No podemos perder tiempo. He de contarselo todo.

– ?Porque eres inocente?

– Por supuesto que soy inocente.

– Y la policia jamas arresta al hombre equivocado.

– Me arriesgare. Si Aimee esta en apuros, no permitire que pierdan el tiempo conmigo.

– No estoy de acuerdo.

– Pues estas despedida.

– No te pongas Donald Trump conmigo. Yo solo te advierto. Tu eres el cliente.

Se levanto, abrio la puerta y les llamo. Loren Muse paso por su lado y se sento. Lance se situo en su puesto, en el rincon. Muse estaba roja, probablemente enfadada consigo misma por no haberle interrogado en el coche antes de que llegara Hester.

Loren Muse estaba a punto de decir algo pero Myron la detuvo levantando una mano.

– Vayamos al grano -dijo-. Aimee Biel ha desaparecido, ya lo se. Probablemente tienen nuestros registros telefonicos, de modo que saben que ella me llamo hacia las dos de la madrugada. No se que mas tienen por ahora, o sea que les ayudare. Me pidio que la llevara a un sitio. La recogi.

– ?Donde? -pregunto Loren.

– En el centro de Manhattan. La 52 y la Quinta. Cogi el Henry Hudson hasta el puente Washington. ?Tienen la tarjeta de credito de la estacion de servicio?

– Si.

– Pues ya saben que paramos alli. Seguimos por la Ruta 4 hasta la Ruta 17 y despues a Ridgewood. -Myron vio un cambio de postura. Se habia perdido algo, pero siguio-. La deje en una casa al final de una calle sin salida. Y yo volvi a la mia.

– Y no recuerda la direccion, ?verdad?

– No.

– ?Algo mas?

– ?Como que?

– Como por que le llamo Aimee Biel, por ejemplo.

– Soy amigo de la familia.

– Debe de ser muy amigo.

– Lo soy.

– Pero ?por que usted? Veamos, primero le llamo a su casa de Livingston. Despues le llamo al movil. ?Por que

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